5 síntomas poco comunes del síndrome premenstrual pueden crear estragos absolutos en tu vida

TODOS CONOCEMOS demasiado bien las delicias emocionales y físicas que componen el SPM o síndrome premenstrual.

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Los síntomas comunes antes de la ‘semana del tiburón’ pueden incluir calambres, dolores musculares, acné, hinchazón, cansancio e irritabilidad – aunque si tu compañero de piso Conor se ha comido borracho las sobras del huevo de Pascua de Marte que estabas *específicamente* guardando para tu síndrome premenstrual, ¿quién no tendría una impía crisis y maldeciría el día en que la madre de Conor le trajo al mundo?

Fuente: HBO Films

Una reciente encuesta en el Reino Unido dice que el 20% de las mujeres británicas menores de 40 años se sienten demasiado avergonzadas para hablar de sus periodos.

Pero, ¿por qué sufrir en silencio?

No hablar de algo crea un tabú, cuando en realidad lo que los síntomas por los que estás luchando son perfectamente normales. Aquí hay 5 síntomas del síndrome premenstrual de los que quizá te avergüence hablar con alguien o no hayas pensado en relacionarlos con el síndrome premenstrual.

Dolor de boca y encías

El aumento del nivel de hormonas sexuales justo antes de la menstruación puede aumentar la circulación sanguínea en las encías, lo que significa que pueden hincharse, enrojecerse y sentirse sensibles. Es un momento fantástico, justo cuando tu hambre insaciable de tostadas de queso crujiente está en su punto álgido. Tu capacidad para combatir la formación de placa disminuye, por lo que, aunque las mujeres tienden a cuidar mejor sus dientes que los hombres, debes estar atenta para mantener tus hábitos de cepillado durante esta época. Estar embarazada, usar la píldora o la menopausia también puede crear un desequilibrio hormonal que afecta a tu salud bucodental.

¡Genial!

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2. Ansiedad

Durante la semana previa a la menstruación, tus niveles de estrógeno están en su punto más bajo y aumenta una hormona del estrés llamada cortisol. Las dos juntas crean el niño demonio de la salud mental: ¡la ansiedad! Puedes quedarte atrapada en tu propia cabeza, preocupándote incesantemente por si el lunar de tu antebrazo siempre fue tan oscuro o si realmente te gustan los animales aunque estés en el último año de tu sueño de toda la vida: ser veterinaria. Será mejor que empieces a buscar frenéticamente en Google cómo ser profesor de español en Sudamérica. Por tu propio bienestar, trata de recordarte suavemente que tu crisis existencial sobre tus opciones de vida y el destino del mundo en las diminutas manos de Donald Trump se siente más aguda debido a tus hormonas.

La caca del período

Para mantenerte alerta, tu cuerpo podría hacerte cagar más o podrías cagar menos. Después de todo, ¡en la variedad está el gusto! Tu cuerpo libera una hormona llamada prostaglandinas, que dilata los vasos sanguíneos y hace que los músculos lisos se contraigan. Así, tu útero entra en contacto -este apretón es el origen de tus calambres-, pero el otro músculo liso que puede verse afectado es el de tus intestinos, lo que provoca que tu colon vaya a 90, lo que significa ir al baño con frecuencia.

Fuente: Corbis vía Getty Images

El ejercicio y los alimentos ricos en fibra, como el pan integral, los aguacates o los garbanzos, pueden ayudar a tu cuerpo a seguir funcionando sin problemas. Sin embargo, la tercera ley del movimiento de Newton puede entrar en juego durante el síndrome premenstrual: «para cada acción, hay una reacción igual y opuesta». Hay una hormona que hace exactamente lo contrario que las prostaglandinas, llamada progesterona. Es un relajante muscular que impide que tus intestinos se contraigan y muevan las cosas hacia abajo, lo que junto con un útero hinchado que ocupa espacio dentro de ti, resulta en estreñimiento.

Wow – qué encantador momento del mes es este.

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El show de la picazón y el rascado

Esas malditas prostaglandinas vuelven a hacer de las suyas. Esta vez la dilatación de los vasos sanguíneos provoca una sensibilidad extrema, haciendo que cada centímetro de tu cuerpo, desde los dedos de los pies hasta el cuero cabelludo, te pique tanto que te sientas como si estuvieras viviendo en un orfanato victoriano atropellado por los piojos.

Tu piel se sentirá en general más sensible, por lo que un consejo importante es no reservar ninguna depilación de cejas con hilo o cera para esta semana.

5. I.N.S.O.M.N.I.A

Con todo lo anterior, no es de extrañar que a algunas mujeres les resulte difícil dormir cuarenta horas por la noche. Tu rutina normal de sueño puede verse alterada en cualquier momento de tu ciclo de sueño, y también podrías experimentar sudores nocturnos, sofocos o pesadillas y sueños vívidos.

6 *Sufrimiento extra* – dolor de ovulación

Quizás no tengas el síndrome premenstrual, pero tú, amiga mía, puedes ser una de las afortunadas que sufren dolor de ovulación. Poco discutido, y conocido como ‘mittelschmerz’ (dolor a mitad de mes en alemán, sus palabras son siempre las más literales), se produce a mitad de tu ciclo menstrual cuando tu ovario libera un óvulo. Dependiendo de cuál sea el ovario, puedes sentir el dolor en el lado izquierdo o derecho, ligeramente por encima de la cadera, y puede ir acompañado de un leve sangrado vaginal.

¿No cesan las maravillas de haber sido bendecida con órganos reproductores femeninos?

¿Sufres alguno de los anteriores? ¿Hay algún síntoma inusual que se nos haya escapado?

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