Alteración fotográfica

La cámara se inventó en 1839 y, en la década siguiente, los fotógrafos ya habían empezado a manipular las imágenes fotográficas. Al principio, la manipulación formaba parte de la exploración del potencial artístico del nuevo medio. Pronto se reconoció el poder informativo de la fotografía.

Las técnicas de alteración fotográfica se han explotado para generar imágenes diferentes de la escena real fotografiada con fines de recopilación de información o de engaño. Por ejemplo, en la década de 1940, la Unión Soviética manipulaba activamente las fotos en una campaña de desinformación para retratar a sus líderes de manera favorable.

En las comunidades de inteligencia y seguridad, la alteración de fotos tiene dos propósitos importantes. El primer propósito es recopilar información, casi siempre a través de la ampliación de las fotos. El uso de satélites espías revela instalaciones y operaciones que pueden ser cruciales para la seguridad nacional. Un ejemplo son las famosas fotos de una instalación de cohetes soviéticos en Cuba durante la presidencia de John F. Kennedy. En la era moderna, las fotos de satélites que supuestamente muestran instalaciones de producción de armas biológicas han aumentado la determinación de Estados Unidos de derrocar al gobierno de Irak. La capacidad de producir fotografías que revelan más detalles que las fotografías tradicionales, especialmente a distancias más largas o utilizando cámaras pequeñas, ha aumentado la información que se puede obtener.

El segundo propósito de la alteración de fotos es desinformar o engañar. Con la nueva tecnología, la capacidad de alterar una imagen fotográfica es más fácil que nunca. Por ejemplo, en una fotografía tradicional, la diferencia en el tono de la piel entre una cara y el cuello o las sombras que apuntan en diferentes direcciones pueden ser pistas de que una imagen ha sido manipulada. Sin embargo, estas discrepancias visuales pueden eliminarse en la imagen digital. Así, la capacidad de generar información falsa o engañosa se ha convertido en algo rutinario.

Alteración fotográfica tradicional. En la época anterior a la tecnología digital, la alteración fotográfica se realizaba en el cuarto oscuro durante el revelado e impresión de la fotografía. En una técnica llamada «dodging», se oscurecía la luz que atravesaba el negativo fotográfico en el papel sensible a la luz. Al incidir menos luz en el papel, esa región aparece más clara en la imagen revelada. En cambio, la técnica del quemado permite que una mayor cantidad de luz incida en el papel fotográfico. El resultado del quemado es que la región aparece más oscura en la impresión.

Las técnicas tradicionales de difuminado y quemado se utilizan para mejorar o disimular aspectos de la foto. Además, se pueden excluir detalles de una imagen mediante el uso del recorte, en el que sólo se imprime la parte seleccionada de la imagen. Las fotografías también pueden ampliarse para imprimir selectivamente partes de la imagen. Sin embargo, la ampliación no puede hacerse indefinidamente, ya que la eventual incapacidad de separar los componentes informativos de la imagen entre sí produce una imagen borrosa.

Un técnico experto puede incluso pintar una imagen para eliminar a alguien, sustituyendo a la persona por el fondo. Al fotografiar la imagen alterada se obtiene una imagen que a menudo puede pasar por la real. Un ejemplo clásico de esta manipulación es la foto de Vladimir Lenin dirigiéndose a una multitud frente al Teatro Bolshoi de Moscú en 1920. En

realidad, León Trotsky también aparecía en la película. En una campaña masiva de revisionismo histórico durante el liderazgo de Joseph Stalin, la participación de Trotsky en este y otros eventos fotografiados fue borrada en un intento de purgar la memoria de la oposición al liderazgo de Stalin.

Otra táctica de manipulación fotográfica es el falso título de una imagen. Al excluir, exagerar o falsificar detalles de una imagen, el espectador puede malinterpretar lo que se ve. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aró los campos de algunas islas del Pacífico Sur y luego tomó fotos aéreas de ellas. Las fotos fueron etiquetadas como representación de bases aéreas, creando el engaño de que los recursos militares en la zona eran mucho más extensos de lo que realmente era el caso.

Alteración de fotos digitales. La llegada de la fotografía digital revolucionó la capacidad de alterar las fotografías. Las laboriosas manipulaciones del cuarto oscuro de épocas anteriores podían realizarse con unos pocos comandos en un software fotográfico especializado.

En la fotografía tradicional, la luz reflejada del sujeto entra en la cámara a través del objetivo y se enfoca sobre la superficie de una emulsión sensible a la luz. La emulsión registra la imagen, que puede ser transmitida a un papel fotográfico sensible a la luz. Posteriormente, el papel se trata con productos químicos para que aparezca la imagen. Es durante este último proceso de impresión cuando se puede lograr la alteración de la fotografía.

En la fotografía digital, la luz reflejada que entra en la cámara se enfoca en un chip que se conoce como dispositivo de acoplamiento cargado (CCD). La superficie del CCD contiene una matriz de fotodiodos sensibles a la luz. Cada diodo representa un píxel (la unidad básica de color programable en una imagen de ordenador). Cada fotodiodo está conectado a un transistor, que envía una señal eléctrica (cuyo voltaje corresponde a la intensidad de la luz registrada en el fotodiodo) a otro chip. El segundo chip convierte la señal eléctrica en información digital (1s y 0s) que puede ser interpretada por programas informáticos de manipulación de fotografías.

A los colores se les asigna una secuencia de códigos entre 0 y 255; el 0 es negro y el 255 revela el tono de rojo más intenso posible por el software. Estas asignaciones codificadas se convierten a su vez en secuencias de 0s y 1s. El negro, por ejemplo, es 00000000, mientras que el rojo más intenso es 11111111. Los tonos intermedios son combinaciones de 0s y 1s en las secuencias de ocho dígitos.

La manipulación fotográfica digital implica la alteración o eliminación de los 1s y 0s digitales. Cambiar una secuencia de ocho dígitos es trivial. Cuando la información digital se reconstruye en una imagen electrónica, el resultado puede ser un color alterado.

Además del cambio de color, es posible una miríada de efectos, incluyendo el realce del color, la eliminación de regiones de la imagen, el aumento del contraste, la corrección de una imagen borrosa y la fusión de otras imágenes con la imagen original (una versión fotográfica de las operaciones de «cortar y pegar» en el procesamiento de textos).

A medida que el software de manipulación fotográfica digital ha aumentado en sofisticación técnica, y la gente se ha vuelto más experta en el uso del software, la tarea de detectar imágenes manipuladas se ha vuelto muy desafiante. La manipulación fotográfica digital es ahora tan sofisticada que a veces puede ser imposible discernir si las personas u objetos de una fotografía estaban realmente allí cuando se tomó la foto. Esto ha impulsado los esfuerzos, especialmente en las comunidades militar y de inteligencia, para establecer un sistema de verificación de imágenes. En este sentido, el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos en Roma (Nueva York) ha desarrollado una técnica denominada marca de agua digital. Al igual que la marca de agua del papel moneda para establecer su autenticidad, la marca de agua digital incrusta una imagen encriptada sobre la imagen fotográfica real. La imagen encriptada es invisible a simple vista, pero puede ser detectada por escáneres de imágenes especialmente diseñados. La ausencia de la marca de agua digital es una prueba de que la imagen ha sido alterada.

Las cámaras digitales también pueden montarse en satélites en órbita a cientos de kilómetros de la Tierra. Estas cámaras pueden proporcionar imágenes que pueden ser manipuladas para permitir distinguir visualmente objetos que están tan cerca unos de otros como uno o dos metros. Esta resolución supone una gran mejora con respecto a la que se obtiene con la película fotográfica tradicional sensible a la luz. Esta forma de manipulación fotográfica digital ha mejorado la capacidad de las agencias de inteligencia para espiar a otros países u organizaciones desde una gran distancia.

En Estados Unidos, el escrutinio e interpretación gubernamental de las fotografías es función del Centro Nacional de Interpretación Fotográfica de la Agencia Nacional de Imágenes y Mapas (que en su día formó parte de la Dirección de Ciencia y Tecnología de la Agencia Central de Inteligencia).

» MÁS LECTURAS:

LIBROS:

Beale, Stephen. Trucos y técnicas de la web: Photo Manipulation: Fast Solutions for Hands-On Web Design. Gloucester, MA: Rockport Publishers, 2002.

Brugioni, Dino A. Photo Fakery: The History and Techniques of Photographic Deception. Washington, D.C.: Brassey’s, 1999.

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