Cocaína – Tres formas populares de consumirla – Tres vías de dependencia
La cocaína tiene un aura de «diseño», se considera de moda y a menudo se promociona como la droga perfecta para las fiestas.
Cualquiera que se haga estas ilusiones debe entender que también es una de las drogas más adictivas del planeta.
Tres formas de dependencia:
Derivada de la hoja de coca hay 3 formas principales en las que la cocaína se vende en las calles:
Crack – La forma del hombre pobre – No lo creas:
Esto es cocaína en forma de cristal. Se compra en rocas sólidas o cristales y el color puede variar. Lo más habitual es ver tonos amarillos, blancos o rosas pálidos.
Los consumidores calientan la cocaína para fumar el vapor. A medida que se calienta, emite un sonido de cracking/popping, de ahí su nombre.
No sólo es la forma más pura de cocaína en las calles, sino también la más adictiva, y es mucho más fuerte que la cocaína en polvo.
Los efectos de fumar Crack se magnifican porque llega al cerebro casi inmediatamente. Muchos usuarios informan de una euforia absoluta. El problema es que esta euforia dura muy poco y, por lo general, apenas un cuarto de hora
Debido a su gran atractivo, mientras un consumidor tenga un alijo o pueda obtener más por las buenas o por las malas, hará todo lo posible para mantener su hábito.
El crack es barato – Falacia:
La cocaína en polvo es cara, pero para atraer a nuevos consumidores el crack se vende en las calles a precios muy bajos. Todo esto suena muy bien para el consumidor; sin embargo, los comerciantes de la calle ya saben lo adictiva que es y que su cliente rápidamente buscará más.
Esta necesidad interminable de mantener un hábito creciente significa que en poco tiempo la cantidad gastada en esta forma de la droga se vuelve escandalosa.
Base libre – ¡Otra forma de Crack!
Esto es cocaína en polvo que ha sido tratada con productos químicos. Este proceso libera la cocaína base, de ahí su nombre. La forma terminada puede ser calentada a bajas temperaturas y fumada.
En realidad es una forma de Crack y al igual que su hermano más potente llega al cerebro extremadamente rápido. La necesidad de más es también exactamente la misma, así como el potencial de dependencia. En pocas palabras, los consumidores simplemente no pueden tener suficiente.
Polvo – La forma más popular y cara:
Esta es de lejos la forma más popular de compra. El consumidor compra la cocaína en polvo con algunos pequeños cristales, la tritura con una tarjeta de crédito o un instrumento similar, la pica en líneas y luego, con una pajita o un billete enrollado, la esnifa por la nariz.
Esta forma de consumo tarda un poco más en llegar al cerebro y, aunque no es tan inmediatamente adictiva como el Crack o el Freebase, se convierte muy rápidamente en algo de lo que los consumidores no pueden prescindir.
Entonces, ¿qué es el zumbido?
Con sus cualidades altamente adictivas, debe haber algo en el zumbido que impulsa a millones y millones de hombres y mujeres a consumirlo con demasiada regularidad.
¡Y ciertamente hay algo! Este potente estimulante produce un subidón muy agradable con sensaciones de euforia, los usuarios sienten que todo está bien en el mundo y, en general, rebosan confianza.
Otro aspecto del zumbido es que reduce las inhibiciones. Esta disminución de las inhibiciones se traduce en una actitud de «todo vale». Este es el caso, en particular, de la apertura sexual de muchos hombres y mujeres.
Subidones de corta duración – Problemas de dependencia a largo plazo:
Como puede verse, en todas sus formas la cocaína proporciona un subidón estimulante, pero de corta duración. El problema añadido es que el cuerpo y la mente se adaptan muy rápida y fácilmente a las sensaciones y exigen un suministro regular, pero no constante.
El consumidor crea rápidamente una tolerancia, lo que significa que tiene que consumir más regularmente para conseguir el mismo efecto que antes.
Este aumento regular de la tolerancia y el aumento asociado de la cantidad requerida conducen a problemas de dependencia profundos que son muy difíciles de superar.
Ninguna sustancia vale la pena el desamor que la cocaína puede provocar:
No es exagerado afirmar que la cocaína ha arruinado la vida de millones de personas. Lejos de la etiqueta de glamour y de la gente de fiesta feliz a la que se asocia, puede costarte tu relación, tu familia, tu trabajo, tu casa y, en muchos casos, tu vida.
No te creas el bombo, dile a Charlie que no tienes tiempo para él.
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