Consejos para mejorar su vida sexual

Un artículo de Harvard Health

Cómo disfrutar de un sexo más satisfactorio

Independientemente de que el problema sea grande o pequeño, hay muchas cosas que puede hacer para recuperar su vida sexual. Tu bienestar sexual va de la mano de tu salud mental, física y emocional en general. Comunicarse con su pareja, mantener un estilo de vida saludable, aprovechar alguno de los muchos y excelentes materiales de autoayuda que hay en el mercado y, simplemente, divertirse puede ayudarle a superar los momentos difíciles.

Disfrutar de una vida sexual satisfactoria

Sexo. La palabra puede evocar un caleidoscopio de emociones. Desde el amor, la excitación y la ternura hasta el anhelo, la ansiedad y la decepción, las reacciones son tan variadas como las propias experiencias sexuales. Es más, muchas personas se encontrarán con todas estas emociones y muchas otras en el transcurso de una vida sexual que abarca varias décadas.

¿Pero qué es realmente el sexo?

En un nivel, el sexo es sólo otra función corporal impulsada por las hormonas y diseñada para perpetuar la especie. Por supuesto, esta estrecha visión subestima la complejidad de la respuesta sexual humana. Además de las fuerzas bioquímicas que actúan, tus experiencias y expectativas contribuyen a configurar tu sexualidad. Su comprensión de sí mismo como ser sexual, sus ideas sobre lo que constituye una conexión sexual satisfactoria y su relación con su pareja son factores clave en su capacidad para desarrollar y mantener una vida sexual satisfactoria.

Hablar con su pareja

A muchas parejas les resulta difícil hablar de sexo incluso en las mejores circunstancias. Cuando se producen problemas sexuales, los sentimientos de dolor, vergüenza, culpa y resentimiento pueden detener por completo la conversación. Dado que una buena comunicación es la piedra angular de una relación sana, establecer un diálogo es el primer paso no sólo para mejorar la vida sexual, sino también para estrechar el vínculo emocional. He aquí algunos consejos para abordar este delicado tema.

Busca el momento adecuado para hablar. Hay dos tipos de conversaciones sexuales: las que se tienen en el dormitorio y las que se tienen en otros lugares. Es perfectamente apropiado contarle a su pareja lo que le hace sentir bien en medio del acto sexual, pero es mejor esperar hasta que estén en un entorno más neutral para hablar de temas más amplios, como el deseo sexual desajustado o los problemas con el orgasmo.

Evite criticar. Exprese las sugerencias en términos positivos, como «me encanta que me toques el pelo ligeramente de esa manera», en lugar de centrarse en los aspectos negativos. Aborde un asunto sexual como un problema que deben resolver juntos en lugar de un ejercicio de asignación de culpas.

Confíe en su pareja sobre los cambios en su cuerpo. Si los sofocos te mantienen despierta por la noche o la menopausia te ha dejado la vagina seca, habla con tu pareja sobre estas cosas. Es mucho mejor que él sepa lo que realmente ocurre en lugar de interpretar estos cambios físicos como una falta de interés. Del mismo modo, si eres un hombre y ya no tienes una erección sólo con pensar en el sexo, enséñale a tu pareja cómo estimularte en lugar de dejarle creer que ya no es lo suficientemente atractiva para excitarte.

Sé honesta. Puede que pienses que estás protegiendo los sentimientos de tu pareja fingiendo un orgasmo, pero en realidad estás empezando a descender por una pendiente resbaladiza. Por muy difícil que sea hablar de cualquier problema sexual, el nivel de dificultad se dispara una vez que el asunto queda enterrado bajo años de mentiras, dolor y resentimiento.

No equipare el amor con el rendimiento sexual

Cree una atmósfera de cariño y ternura; tóquese y bésese a menudo. No se culpe a sí mismo ni a su pareja por sus dificultades sexuales. Concéntrese, en cambio, en mantener la intimidad emocional y física en su relación. Para las parejas mayores, otro tema potencialmente delicado que vale la pena discutir es lo que sucederá después de que uno de los miembros de la pareja fallezca. En las parejas que disfrutan de una vida sexual sana, es probable que el superviviente quiera buscar una nueva pareja. Expresar su apertura a esa posibilidad mientras ambos están vivos probablemente aliviará la culpa y hará que el proceso sea menos difícil para la pareja superviviente más adelante.

Usar estrategias de autoayuda

Tratar los problemas sexuales es más fácil ahora que nunca. Los revolucionarios medicamentos y los terapeutas sexuales profesionales están ahí si los necesita. Pero usted puede ser capaz de resolver problemas sexuales menores haciendo algunos ajustes en su estilo de hacer el amor. He aquí algunas cosas que puede probar en casa.

Educarse. Hay muchos materiales de autoayuda disponibles para todo tipo de problemas sexuales. Busque en Internet o en su librería local, elija algunos recursos que se apliquen a usted y utilícelos para que usted y su pareja estén mejor informados sobre el problema. Si hablar directamente resulta demasiado difícil, usted y su pareja pueden subrayar los pasajes que les gusten especialmente y mostrárselos el uno al otro.

Preocupaciones sobre la privacidad y el uso de Internet

Internet es una valiosa fuente de todo tipo de información, incluidos libros y otros productos (como juguetes sexuales) que pueden mejorar su vida sexual. Aunque pueda resultar obvio, nunca utilice el ordenador de su lugar de trabajo para realizar este tipo de búsquedas, para evitar posibles situaciones embarazosas con su empleador, que probablemente pueda rastrear su historial de búsquedas. Las personas que se sientan incómodas incluso al utilizar el ordenador de su casa y las tarjetas de crédito para pedir información o productos relacionados con el sexo en Internet podrían encontrar una tienda cercana (especialmente en las grandes ciudades) y pagar en efectivo.

Dése tiempo. A medida que envejece, sus respuestas sexuales se ralentizan. Usted y su pareja pueden mejorar sus posibilidades de éxito buscando un lugar tranquilo, cómodo y sin interrupciones para practicar el sexo. Además, comprenda que los cambios físicos de su cuerpo significan que necesitará más tiempo para excitarse y llegar al orgasmo. Si lo piensa bien, dedicar más tiempo a las relaciones sexuales no es malo; incorporar estas necesidades físicas a su rutina de hacer el amor puede abrirle las puertas a un nuevo tipo de experiencia sexual.

Utilice la lubricación. A menudo, la sequedad vaginal que comienza en la perimenopausia puede corregirse fácilmente con líquidos y geles lubricantes. Utilícelos libremente para evitar las relaciones sexuales dolorosas, un problema que puede convertirse en una bola de nieve que haga decaer la libido y aumente las tensiones en la relación. Cuando los lubricantes ya no funcionen, discuta otras opciones con su médico.

Mantenga el afecto físico. Incluso si está cansado, tenso o molesto por el problema, darse besos y abrazos es esencial para mantener un vínculo emocional y físico.

Practique las caricias. Las técnicas de enfoque sensorial que utilizan los terapeutas sexuales pueden ayudarle a restablecer la intimidad física sin sentirse presionado. Muchos libros de autoayuda y vídeos educativos ofrecen variaciones de estos ejercicios. También puedes pedirle a tu pareja que te toque de la forma en que le gustaría ser tocado. Esto le dará una mejor idea de cuánta presión, de suave a firme, debe utilizar.

Pruebe diferentes posiciones. Desarrollar un repertorio de posiciones sexuales diferentes no sólo añade interés a la hora de hacer el amor, sino que también puede ayudar a superar problemas. Por ejemplo, la mayor estimulación del punto G que se produce cuando un hombre penetra a su pareja por detrás puede ayudar a la mujer a alcanzar el orgasmo.

El punto G

El punto G, o punto de Grafenberg, llamado así por el ginecólogo que lo identificó por primera vez, es un montículo de tejido supersensible parecido a una esponja situado en el techo de la vagina, justo dentro de la entrada. La estimulación adecuada del punto G puede producir orgasmos intensos. Debido a su difícil localización y al hecho de que se estimula con más éxito manualmente, el punto G no se activa de forma rutinaria para la mayoría de las mujeres durante el coito vaginal. Aunque esto ha llevado a algunos escépticos a dudar de su existencia, las investigaciones han demostrado que existe un tipo de tejido diferente en este lugar.

Debes estar excitada sexualmente para poder localizar tu punto G. Para encontrarlo, pruebe a frotar con el dedo el techo de la vagina mientras está en cuclillas o sentada, o pida a su pareja que le masajee la superficie superior de la vagina hasta que note una zona especialmente sensible. Algunas mujeres tienden a ser más sensibles y pueden encontrar el punto fácilmente, pero para otras es difícil.

Si no puedes localizarlo fácilmente, no debes preocuparte. Durante el coito, muchas mujeres consideran que el punto G se puede estimular más fácilmente cuando el hombre entra por detrás. Para las parejas que tienen problemas de erección, el juego con el punto G puede ser un complemento positivo a la hora de hacer el amor.

La estimulación oral del clítoris combinada con la estimulación manual del punto G puede proporcionar a la mujer un orgasmo muy intenso.

Escribe tus fantasías. Este ejercicio puede ayudarte a explorar posibles actividades que crees que podrían excitarte a ti o a tu pareja. Intente pensar en una experiencia o película que le haya excitado y luego comparta su recuerdo con su pareja. Esto es especialmente útil para las personas con poco deseo.

Haga ejercicios de Kegel. Tanto los hombres como las mujeres pueden mejorar su estado sexual ejercitando los músculos del suelo pélvico. Para realizar estos ejercicios, apriete el músculo que utilizaría si intentara detener la orina a mitad de camino. Mantén la contracción durante dos o tres segundos y luego suéltala. Repítelo 10 veces. Intente hacer cinco series al día. Estos ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar: mientras se conduce, se está sentada en el escritorio o se está de pie en la cola de la caja. En casa, las mujeres pueden utilizar pesas vaginales para añadir resistencia muscular. Hable con su médico o con un terapeuta sexual para saber dónde conseguirlas y cómo utilizarlas.

Intente relajarse. Hagan algo relajante juntos antes de tener relaciones sexuales, como jugar a un juego o salir a cenar. O pruebe técnicas de relajación como ejercicios de respiración profunda o yoga.

Utilice un vibrador. Este dispositivo puede ayudar a la mujer a conocer su propia respuesta sexual y permitirle mostrar a su pareja lo que le gusta.

No se rinda. Si ninguno de sus esfuerzos parece funcionar, no pierda la esperanza. Su médico a menudo puede determinar la causa de su problema sexual y puede ser capaz de identificar tratamientos eficaces. También puede ponerle en contacto con un terapeuta sexual que le ayude a explorar los problemas que puedan estar obstaculizando una vida sexual satisfactoria.

Mantener una buena salud

Su bienestar sexual va de la mano de su salud mental, física y emocional en general. Por lo tanto, los mismos hábitos saludables en los que te basas para mantener tu cuerpo en forma también pueden dar forma a tu vida sexual.

Ejercicio, ejercicio, ejercicio

La actividad física es la primera y más importante entre los comportamientos saludables que pueden mejorar tu funcionamiento sexual. Dado que la excitación física depende en gran medida de un buen flujo sanguíneo, el ejercicio aeróbico (que fortalece el corazón y los vasos sanguíneos) es crucial. Además, el ejercicio ofrece una gran cantidad de beneficios para la salud, desde evitar las enfermedades cardíacas, la osteoporosis y algunas formas de cáncer hasta mejorar el estado de ánimo y ayudar a dormir mejor. Además, no olvide incluir el entrenamiento de fuerza.

No fume. Fumar contribuye a la enfermedad vascular periférica, que afecta al flujo sanguíneo del pene, el clítoris y los tejidos vaginales. Además, las mujeres que fuman tienden a entrar en la menopausia dos años antes que las no fumadoras. Si necesita ayuda para dejar de fumar, pruebe los chicles o parches de nicotina o pregunte a su médico por los fármacos bupropión (Zyban) o vareniclina (Chantix).

Use el alcohol con moderación. Algunos hombres con disfunción eréctil descubren que tomar una copa puede ayudarles a relajarse, pero el consumo excesivo de alcohol puede empeorar la situación. El alcohol puede inhibir los reflejos sexuales al embotar el sistema nervioso central. Beber grandes cantidades durante un periodo prolongado puede dañar el hígado, lo que provoca un aumento de la producción de estrógenos en los hombres. En las mujeres, el alcohol puede desencadenar sofocos y alterar el sueño, agravando los problemas ya presentes en la menopausia.

Come bien. El consumo excesivo de alimentos grasos conduce a un alto nivel de colesterol en la sangre y a la obesidad, ambos importantes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, el sobrepeso puede favorecer el letargo y una mala imagen corporal. El aumento de la libido suele ser una ventaja añadida al perder esos kilos de más.

Usarlo o perderlo. Cuando el estrógeno disminuye en la menopausia, las paredes vaginales pierden parte de su elasticidad. Puedes ralentizar este proceso o incluso revertirlo mediante la actividad sexual. Si el coito no es una opción, la masturbación es igual de eficaz, aunque en el caso de las mujeres es más efectiva si se utiliza un vibrador o un consolador (un objeto parecido a un pene) para ayudar a estirar la vagina. En el caso de los hombres, los largos periodos sin erección pueden privar al pene de una parte de la sangre rica en oxígeno que necesita para mantener un buen funcionamiento sexual. Como resultado, se desarrolla algo parecido a un tejido cicatrizal en las células musculares, que interfiere con la capacidad del pene para expandirse cuando aumenta el flujo sanguíneo.

Devolver la diversión al sexo

Incluso en la mejor relación, el sexo puede volverse aburrido después de varios años. Con un poco de imaginación, puedes reavivar la chispa.

Aventúrate. Puede que nunca hayáis practicado sexo en el suelo del salón o en un lugar apartado en el bosque; ahora puede ser el momento de intentarlo. O prueba a explorar libros y películas eróticas. Incluso la mera sensación de picardía que se obtiene al alquilar una película de categoría X puede hacer que te sientas juguetón.

Sé sensual. Crea un entorno para hacer el amor que atraiga a los cinco sentidos. Concéntrese en el tacto de la seda contra su piel, el ritmo de una melodía de jazz, el aroma perfumado de las flores de la habitación, el suave enfoque de la luz de las velas y el sabor de la fruta madura y jugosa. Utilice esta mayor conciencia sensual cuando haga el amor con su pareja.

Sea juguetón. Deje notas de amor en el bolsillo de su pareja para que las encuentre más tarde. Tomen un baño de burbujas juntos: la cálida y acogedora sensación que experimentan al salir de la bañera puede ser un gran preludio para el sexo. Cosquillas. Ríete.

Sé creativo. Amplíe su repertorio sexual y varíe sus guiones. Por ejemplo, si están acostumbrados a hacer el amor el sábado por la noche, elijan el domingo por la mañana. Experimenta con nuevas posiciones y actividades. Prueben juguetes sexuales y lencería sexy si nunca lo han hecho antes.

Sean románticos

Lean poesía el uno al otro bajo un árbol en una ladera. Sorprende al otro con flores cuando no sea una ocasión especial. Planificad un día en el que lo único que hagáis sea tumbaros en la cama, hablar y tener intimidad. La herramienta más importante que tienes a tu disposición es tu actitud sobre la sexualidad. Armados con buena información y una perspectiva positiva, deberían ser capaces de mantener una vida sexual sana durante muchos años.

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