Cuál es la diferencia entre el renminbi y el yuan? La respuesta a esta y otras preguntas en «La internacionalización del renminbi»
El banco central de China devaluó su moneda la semana pasada, provocando la caída de los principales mercados bursátiles de Asia y Europa, y desatando el temor a nuevas devaluaciones del tipo de cambio en otros países. Es la mayor devaluación del sistema chino en más de 20 años. Al leer las noticias y los análisis de este acontecimiento, es posible que vea ambos términos – «renminbi» y «yuan»- utilizados indistintamente. En esencia, no hay ninguna diferencia. El renminbi es la moneda oficial de la República Popular China, y se traduce como «dinero del pueblo». Su símbolo internacional es CNY (o CNH en Hong Kong; pero se abrevia RMB, con el símbolo ¥).
El yuan es el nombre de la unidad en que se denominan las transacciones en renminbi, pero también se refiere a la moneda en general. Así, una persona puede pagar una comida con un billete de 20 yuanes, y obtener algunos yuanes y jiao (un décimo de yuan) al cambio (el jiao se divide a su vez en 10 fen). Pero todo es renminbi. Esto es similar a la libra esterlina, que es el nombre de la moneda británica, mientras que el precio de una pinta de cerveza en un pub londinense se indicaría sólo en libras.
Papel internacional del renminbi
En términos de tamaño y dinamismo, la economía de la República Popular China (RPC) destaca entre los mercados emergentes. Ya se ha convertido en la segunda economía del mundo y es ahora uno de los mayores contribuyentes al crecimiento mundial. Si la RPC continúa con su actual ritmo de crecimiento, es posible que pronto desbanque a Estados Unidos como la mayor economía del mundo.
Estos acontecimientos han dado lugar a intensas especulaciones sobre la posibilidad de que el renminbi se convierta pronto en una de las principales monedas internacionales.
«La internacionalización del renminbi», un nuevo libro publicado conjuntamente por Brookings Institution Press y el Banco Asiático de Desarrollo, examina las cuestiones en profundidad. A través de un examen de las cuestiones monetarias y financieras asociadas a la internacionalización de la moneda, el libro destaca las numerosas razones por las que la comunidad internacional debería acoger con satisfacción la aparición de la República Popular China (RPC) como fuente de liquidez mundial. Sin embargo, para que el renminbi se convierta en una moneda global será necesario reequilibrar la economía china, desarrollar los mercados financieros del país y abrirlos al resto del mundo, y pasar a un tipo de cambio más flexible.
A la larga, la internacionalización del renminbi permitirá a la RPC ser un proveedor alternativo de activos seguros para el resto del mundo en el que las empresas, los hogares y los bancos centrales puedan aparcar sus ahorros, donde estarán disponibles más adelante en caso de necesitar una financiación más líquida. Los editores de «Renminbi Internationalization», Barry Eichengreen y Masahiro Kawai, escriben:
«El mundo celebra la aparición de la RPC como fuente de liquidez global… Durante más de medio siglo, el dólar estadounidense ha sido la fuente de esa liquidez, ya que las obligaciones del Tesoro de Estados Unidos constituyen el mercado financiero más grande y líquido del mundo…. Habrá que desarrollar otras fuentes de liquidez internacional para complementar a Estados Unidos y su dólar. La RPC y su RMB son candidatos obvios. Así pues, el futuro de la globalización puede depender del éxito de los esfuerzos de la RPC por internacionalizar el RMB».
«La internacionalización del renminbi» es una lectura que merece la pena para cualquiera que quiera saber más sobre las complejas cuestiones que rodean a uno de los principales acontecimientos financieros internacionales y regionales de nuestro tiempo.