Cuando no sepas qué hacer con tu vida, lee esto.
Mi corazón solía saltar cada vez que alguien me preguntaba qué quería hacer con mi vida, porque en ese momento tenía 25 años y estaba destrozada tras mi ruptura y estar abandonada en China.
«Uhh… no sé. Tal vez conseguir un trabajo?»
Dije esto principalmente para cortar la conversación, pero en verdad, estaba preocupada.
¿Qué voy a hacer con mi vida?
¿Debería volver a la escuela y obtener mi maestría?
¿Debería ayudar con el negocio de mi familia?
¿Debería comenzar a construir mi carrera?
¿Debo empezar a salir de nuevo?
Sabía que tenía que tomar una decisión para que mi vida volviera a funcionar, pero al mismo tiempo, tenía miedo de ser infeliz. Temía tomar la decisión «equivocada».
Seguro que muchos de vosotros habéis experimentado un dilema similar en el que os habéis sentido perdidos y preocupados por cómo será vuestro futuro. Donde todos los que conoces parecen estar logrando lo que quieren (por ejemplo, trabajar en una empresa conocida, comprometerse/casarse) y sentirse satisfechos con sus vidas.
Excepto tú.
Pero ahí es donde te equivocas.
La verdad es que todos los que te rodean se enfrentan al mismo problema: todos están tratando de encontrar su propósito en este mundo. Se preguntan si están haciendo lo correcto, si están en el camino correcto, si son realmente felices con las decisiones que han tomado en su vida.
Una doctora muy respetada podría odiarse en secreto por no haber perseguido su pasión en la escritura.
Una madre podría arrepentirse de haber tenido hijos antes de tiempo porque no tuvo suficiente tiempo para sí misma.
Un millonario con un Lamborghini y docenas de novias podría seguir sintiéndose solo.
Las personas que supones que tienen «éxito», que crees que tienen su vida resuelta, pueden sentirse tan perdidas como tú.
Encuéntrate a ti mismo.
Encuentra lo que te hace verdaderamente feliz, entiende lo que te apasiona, haz las cosas que nunca tuviste la oportunidad de hacer.
La vida consiste en descubrir quién eres y vivir una vida de la que te sientas orgulloso.
Es posible que recibas consejos de personas que insisten en que sigas un determinado camino o dirección. Pero tómate ese consejo con un grano de sal, porque consejos como esos suelen ser impartidos por personas que desearían haber seguido ese consejo en su pasado, lo que podría no ser necesariamente el tipo de consejo que te beneficia.
Recuerda, tu vida es tuya para construirla, no para que otros la dirijan.
Si sigues persiguiendo las cosas que te gustan y desafiándote a ti mismo para probar cosas nuevas, al final sabrás dónde y qué quieres ser.
Al menos así es como descubrí lo que quería hacer con mi vida.