Diagnóstico del cáncer de vesícula biliar
Un diagnóstico preciso del cáncer de vesícula biliar es el primer paso para desarrollar un plan de tratamiento del cáncer de vesícula biliar. Su equipo de expertos en cáncer de Cancer Treatment Centers of America® (CTCA) utilizará una variedad de pruebas y herramientas diseñadas para diagnosticar el cáncer de vesícula biliar, evaluar la enfermedad y desarrollar su tratamiento individualizado. A lo largo de su tratamiento, utilizaremos pruebas de imagen y de laboratorio para controlar su respuesta al tratamiento y modificar su plan cuando sea necesario.
Las herramientas comunes utilizadas para diagnosticar el cáncer de vesícula biliar y estadificar la enfermedad incluyen:
Pruebas de laboratorio
Su médico puede analizar su sangre para determinar el nivel de bilirrubina, una sustancia química que hace que la bilis sea amarilla. Los niveles altos de bilirrubina pueden indicar un problema en la vesícula biliar o en el hígado. Otros marcadores de un funcionamiento anormal del hígado y/o de la vesícula biliar que pueden detectarse mediante un análisis de sangre son la albúmina, la fosfatasa alcalina, la AST, la ALT y la GGT.
También pueden comprobarse los niveles de ciertas proteínas conocidas como marcadores tumorales. Estas proteínas suelen estar elevadas en pacientes con ciertos tipos de cáncer, aunque no son específicas de un determinado tipo de cáncer, y los niveles pueden ser más altos de lo normal debido a ciertas afecciones no cancerosas. El CEA y el CA 19-9 son dos marcadores tumorales que pueden estar asociados con el cáncer de vesícula biliar.
Tomografía computarizada
La tomografía computarizada para el cáncer de vesícula biliar utiliza imágenes de rayos X destinadas a ofrecer una visión detallada de la vesícula biliar. Escáner GE Discovery™ PET/CT 600: Este escáner de TC cuatridimensional produce imágenes de rayos X transversales detalladas de las estructuras del cuerpo. También está diseñado para que nuestros radiólogos puedan planificar el tratamiento basándose en los patrones de respiración de los pacientes.
Ultrasonido
Este procedimiento suele realizarse con un transductor de ultrasonido, o varita, sobre la piel del abdomen. En algunos casos, el médico puede realizar una ecografía endoscópica o laparoscópica. En estas técnicas, el dispositivo de ultrasonidos se conecta a un tubo y se introduce a través de la boca o de una pequeña incisión quirúrgica.
IRM
Una IRM está diseñada para examinar los tejidos blandos del cuerpo y se utiliza a menudo para diagnosticar el cáncer de vesícula biliar.
Radiografía
Se puede realizar una radiografía estándar del tórax para ver si las células cancerosas se han extendido a los pulmones.
Colangiografía
Esta prueba permite a su médico observar los conductos biliares. También puede ayudar a planificar la cirugía. Esta prueba puede realizarse utilizando una máquina de resonancia magnética o un endoscopio, o introduciendo una aguja a través de la piel del abdomen.
Una angiografía es otro procedimiento que puede utilizarse para detectar el cáncer de vesícula biliar. El procedimiento es el mismo que una colangiografía, excepto que el tinte se utiliza para examinar los vasos sanguíneos y el flujo alrededor de la vesícula biliar y el posible tumor. Para este procedimiento, se inyecta un tinte de contraste en el cuerpo y luego se toman radiografías para revelar la vesícula biliar y las áreas circundantes.
Biopsia
En algunos casos, cuando se detecta el cáncer de vesícula biliar en otras pruebas, un cirujano puede extirpar la vesícula biliar primero y enviar una muestra al patólogo después. La biopsia puede realizarse durante una laparoscopia o una colangiografía. Al diagnosticar el cáncer de vesícula biliar, el médico también puede utilizar un procedimiento llamado aspiración con aguja fina, en el que se inserta una aguja fina en la vesícula biliar para extraer células, normalmente bajo la guía de una ecografía o una TC.
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