Distopía

I. ¿Qué es la distopía?

Una distopía es un lugar horrible donde todo ha salido mal. Mientras que utopía significa un paraíso perfecto, distopía significa exactamente lo contrario. El término generalmente implica un escenario ficticio, pero a veces la gente se refiere a lugares reales como «distópicos»

II. Ejemplos de distopía

Ejemplo 1

Cada uno de los juegos de BioShock explora su propio tipo de distopía. En el juego original, la ciudad submarina de Rapture fue creada para ser un paraíso de libertad perfecta y capitalismo laissez-fare (no regulado). Pero con el paso del tiempo, la falta de regulaciones permitió a poderosos científicos y empresarios abusar y explotar a la gente de a pie, incluidos los niños pequeños que fueron convertidos en fábricas químicas vivientes.

Ejemplo 2

The Matrix es una distopía postapocalíptica con toques de distopía estatista. El «mundo real» de esta película es decididamente postapocalíptico, con sus rascacielos en ruinas, su cielo ennegrecido y sus manadas de robots espeluznantes. Pero dentro de Matrix, todo está controlado por los ordenadores, que pueden considerarse una especie de gobierno (sobre todo por sus «agentes» con corbata negra).

III. Tipos de distopía

La mayoría de las distopías (¡aunque no todas!) se encuadran en una de las dos categorías:

Las distopías postapocalípticas son la consecuencia de alguna calamidad horrible. La catástrofe es siempre una expresión de los mayores temores de la sociedad: durante la Guerra Fría, las distopías postapocalípticas se representaban como las secuelas de una guerra nuclear. En el siglo XXI, tenemos menos miedo a la guerra nuclear y más a las enfermedades y al cambio climático, por lo que imaginamos futuros distópicos derivados del colapso ecológico o del brote de algún virus horrible.

Las distopías estatistas son lo contrario de las postapocalípticas. En estas distopías, el gobierno ha crecido hasta el punto de controlarlo todo y suprimir todas las libertades individuales, especialmente la de pensamiento y expresión.

IV. La importancia de la distopía

La ficción distópica es la máxima expresión de las ansiedades de una cultura. Es como asomarse directamente a la pesadilla colectiva de toda una sociedad, y la lectura de la literatura distópica ofrece una enorme perspectiva cultural e histórica. En primer lugar, podemos ver lo que teme una sociedad leyendo sus distopías. La enfermedad, el totalitarismo, la negligencia en el cumplimiento del deber, la teocracia… lo que más preocupa a una sociedad aparecerá en sus distopías imaginarias.

Pero una distopía también expresa (normalmente) las virtudes que el autor considera que se han perdido en la sociedad. Por ejemplo, tomemos el clásico apocalipsis zombi. En la típica historia sobre el apocalipsis zombi, los héroes son aquellos que conservan las antiguas virtudes de ingenio, autosuficiencia, valor y dureza. Habilidades como la construcción y la agricultura se vuelven mucho más importantes que la programación o incluso la conducción (ya que todos los ordenadores han sido destruidos y puede que no haya más combustible para los coches). Al eliminar las comodidades de la vida moderna y situar a los personajes en una cruda distopía de vida o muerte, el autor puede enviar un mensaje sobre qué tipo de habilidades son realmente importantes en el mundo y sugerir claramente que quizás la gente moderna ha perdido el contacto con ellas.

V. Ejemplos de distopía en la literatura

Ejemplo 1

No habrá lealtad, salvo la lealtad hacia el Partido. No habrá amor, salvo el amor al Gran Hermano. No habrá risa, excepto la risa del triunfo sobre un enemigo derrotado. No habrá arte, ni literatura, ni ciencia. No habrá curiosidad, ni disfrute del proceso de la vida. Todos los placeres que compiten entre sí serán destruidos. Pero siempre… siempre, en todo momento, habrá la emoción de la victoria, la sensación de pisotear a un enemigo indefenso. Si quieres una imagen del futuro, imagina una bota pisando un rostro humano… para siempre. (George Orwell, 1984)

El libro 1984 de George Orwell es la clásica distopía estatista. En este futuro imaginado, el gobierno ha abolido la libertad y la identidad individuales, y se ha dedicado a una odiosa ideología de violencia y dominación. Este libro, escrito en 1949, explora la ideología del totalitarismo y la amenaza que supone para los derechos individuales. Desde su publicación, ha constituido el modelo de todas las distopías estatistas.

Ejemplo 2

Al igual que gran parte de la literatura distópica, El dador es engañosa: comienza pareciendo una utopía, en la que todo el dolor, la enfermedad y el conflicto han sido abolidos. Pero en el transcurso de la historia, aprendemos que estas cosas han sido abolidas privando a la gente de libertad, elección y emoción. Una aparente utopía resulta ser una distopía estatista.

VI. Ejemplos de distopía en la cultura pop

Ejemplo 1

V de Vendetta está ambientada en una distopía estatista bastante típica. El gobierno tiene el control total de los medios de comunicación, y utiliza este poder para acabar con toda la disidencia y el pensamiento libre. La población se vuelve contra sí misma a través de la propaganda del miedo, un rasgo común de las distopías estatistas.

Ejemplo 2

La película Elysium combina elementos tanto de la distopía estatista como de la distopía postapocalíptica: en la Tierra, los desenfrenos de una corporación irreflexiva y extractiva han llevado a la pobreza y al caos a los pobres trabajadores. Pero en la estación espacial Elysium, la vida es fácil y los ricos viven cómodamente, a pesar de estar bajo el control de un gobierno ultrapoderoso.

Ejemplo 3

Una de las ambientaciones distópicas más populares hoy en día es el apocalipsis zombi. Mientras que los zombis clásicos eran cadáveres literales levantados de sus tumbas por medio de la magia, la imaginación moderna (especialmente en películas como 28 días después) ha reinventado a los zombis como víctimas de una horrible enfermedad. Encierran nuestros legítimos temores sobre las epidemias en las densas sociedades actuales.

Términos relacionados

Utopía

En sentido estricto, la utopía es lo contrario de la distopía. Pero la literatura suele mezclar utopía y distopía. Por ejemplo, los personajes pueden llegar a una sociedad que parece perfecta, hasta que se revelan sus oscuros secretos y resulta ser una distopía. Las utopías sirven para lo mismo que las distopías, pero al revés: permiten a los autores (y, a través de ellos, a sociedades enteras) explorar sus esperanzas, sueños y aspiraciones en lugar de sus ansiedades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.