Drácula
Todo era muy ridículo, pero no me sentía cómodo. Sin embargo, había un negocio que hacer, y no podía permitir que nada interfiriera en él.
Al enterarse de que Harker se reuniría con el conde Drácula el día en que el mal sería más poderoso, el posadero le ruega a Harker que posponga el encuentro unos días. Aquí, Harker desestima la advertencia como una superstición de extranjeros, aunque admite sentirse incómodo al continuar con el viaje. Pero, ambicioso y nuevo en su bufete de abogados, Harker no deja que nada se interponga en el camino para conseguir el trabajo.
Cuando me enteré de que era un prisionero me invadió una especie de sentimiento salvaje. Subí y bajé las escaleras a toda prisa, probando todas las puertas y asomándome a todas las ventanas que podía encontrar; pero al cabo de un rato la convicción de mi impotencia dominó todos los demás sentimientos. Cuando miro hacia atrás después de unas horas, pienso que debo haber estado loco durante ese tiempo, porque me comporté como una rata en una trampa.
Después de un tiempo en el castillo, Jonathan se da cuenta de que no hay manera de salir y que el conde lo tiene como prisionero. Aunque al principio intenta encontrar una forma de escapar, Harker acepta su situación con bastante facilidad y reflexiona sobre sus sentimientos más tarde en su diario. Aunque Harker parece ingenuo al principio, aquí demuestra su capacidad para mantener la calma incluso en las circunstancias más aterradoras.
Es tal y como dijo aquel querido y buen profesor Van Helsing: es un verdadero valor, y mejora bajo una tensión que mataría a una naturaleza más débil.
Después de que Mina se despida de Harker cuando éste parte hacia Whitby, encuentra consuelo al recordar las palabras de Van Helsing sobre Harker. Aunque Harker fue engañado para convertirse en prisionero del Conde, aprende y crece a partir de esa experiencia y se vuelve menos vulnerable para cuando empiezan a cazar al Conde.
A una cosa me he decidido; si al final descubrimos que Mina debe ser un vampiro, entonces no irá sola a esa tierra desconocida y terrible. Supongo que así es como en los viejos tiempos un vampiro significaba muchos; así como sus horribles cuerpos sólo podían descansar en la tierra sagrada, el amor más sagrado era el sargento de reclutamiento para sus espantosas filas.
Harker escribe este pensamiento en su diario después de que la frente de Mina arda al tocar la hostia sagrada. Jura unirse a ella como vampiro si ese debe ser su destino, mostrando la profundidad de su amor y devoción. Este sentimiento también indica lo protectores que son los maridos de sus esposas, que él siente que incluso como vampiro Mina no puede sobrevivir sin él.
Harker sonrió -realmente sonrió- la oscura y amarga sonrisa de quien no tiene esperanza; pero al mismo tiempo su acción desmintió sus palabras, pues sus manos buscaron instintivamente la empuñadura del gran cuchillo Kukri y se posaron allí.
Harker reacciona tras conocer el retraso en la llegada del barco del Conde. El inconveniente en su plan afecta al grupo en diversos grados. La expresión facial de Harker indica un reconocimiento amargo de la inevitable estratagema del Conde para evitar su captura. Sin embargo, Harker sigue dispuesto a actuar. Ha aprendido del Conde que debe hacer caso al instinto y que no puede confiar sólo en la lógica.