El colesterol LDL, el número de partículas y el tamaño de las mismas de forma sencilla
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Las mediciones de los niveles de lípidos en sangre se utilizan con frecuencia para evaluar el riesgo de futuras enfermedades cardíacas. Las mediciones más utilizadas son el colesterol total, los triglicéridos y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C). Estas cifras se utilizan para calcular el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C), que se ha comprobado que está fuertemente correlacionado con el riesgo de enfermedad cardíaca.
Recientemente se ha comprobado que las mediciones de las partículas de lipoproteínas aterogénicas, como el LDL-P (número de partículas de LDL), la apolipoproteína B (apoB) y la lipoproteína(a) son muy útiles para evaluar el riesgo.
El LDL-P mide el número real de partículas de LDL (concentración de partículas). La LDL-P puede ser un predictor más fuerte de eventos cardiovasculares que el LDL-C. Un LDL-P bajo es un predictor mucho más fuerte de bajo riesgo que un LDL-C bajo. De hecho, entre el 30 y el 40% de las personas con un LDL-C bajo pueden tener un LDL-P elevado. Por lo tanto, se puede tener un LDL-C bajo y aún así estar en riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, especialmente si el LDL-P está elevado. Se considera que hay discordancia si el LDL-C difiere del LDL-P.
El LDL-C es una medida de la masa de colesterol dentro de las partículas de LDL. El LDL-C sólo refleja indirectamente el potencial aterogénico de las partículas de LDL. Por otro lado, la ApoB y la LDL-P reflejan el número de partículas aterogénicas, sin mencionar la masa de colesterol. Se cree que la ApoB y la LDL-P son mejores predictores de riesgo que el LDL-C.
Muchos estudios recientes han analizado la importancia del tamaño de las partículas de LDL. Los estudios demuestran que las personas cuyas partículas de LDL son predominantemente pequeñas y densas, tienen un riesgo tres veces mayor de sufrir una enfermedad coronaria. Además, el tipo de LDL grande y esponjoso puede ser protector.
A veces es difícil entender la diferencia entre LDL-C y LDL-P y cómo entra en juego el tamaño de las partículas. Es muy probable que el número y el tamaño de las partículas de LDL se utilicen con más frecuencia en el futuro para evaluar el riesgo. Por ello, he decidido compartir con ustedes cuatro diapositivas que suelo utilizar para simplificar estas cuestiones. En las diapositivas la lipoproteína LDL se presenta como camiones que transportan arena (colesterol).
Espero que disfruten de las diapositivas aunque puede que encuentren mi química a nivel preescolar.