Estiramiento de la piel Pelleve

¿Qué es el Pelleve?

Pelleve es un dispositivo de radiofrecuencia, y no un láser, que se utiliza para el estiramiento de la piel. Utiliza una longitud de onda similar a la de la radio marina y la enfoca en la piel. Esto calienta gradualmente la piel, hace que las fibras de colágeno se contraigan y tensa la piel. Se utiliza principalmente en la cara y el cuello para invertir los efectos del envejecimiento y la gravedad, reduciendo la laxitud de la piel y tensándola. Es un tratamiento no invasivo, indoloro y sin tiempo de inactividad, diseñado para quienes desean retrasar o evitar la cirugía.

¿Cómo funciona?

Por medio de la radiofrecuencia, Pelleve calienta gradualmente la piel hasta una temperatura de 39 a 42 grados centígrados. Las ondas de radiofrecuencia se transmiten desde un electrodo situado en una pieza de mano que se desplaza por la zona de tratamiento hasta una placa neutra (receptora) colocada en otra parte del cuerpo. A diferencia de otros dispositivos de radiofrecuencia, esto se hace de forma muy gradual y suave. A esta temperatura (de 39 a 42 grados centígrados), se interrumpen los enlaces entre las fibras de colágeno. Esto hace que el colágeno se contraiga y se junte, al igual que lo hace un muelle cuando se libera de una posición de estiramiento.

¿Qué implica el tratamiento?

El tratamiento es muy cómodo y el paciente no siente dolor. Esta es una de las principales ventajas de este tratamiento. La mayoría de las personas lo encuentran relajante y agradable.

La primera parte del tratamiento consiste en pegar una placa neutra en la espalda. Este es el «plato receptor» de las ondas de radio. Se coloca un gel transparente en la zona de tratamiento y se pasa una pieza de mano con una punta redondeada y suave sobre la cara. La pieza de mano se pasa por la zona varias veces, prestando atención a la opinión del paciente sobre el calor que siente en la zona. El profesional también controla cuidadosamente la temperatura de la piel con un termómetro de infrarrojos asistido por láser, para conseguir una temperatura de entre 39 y 42 grados centígrados. Esto se repite en toda la zona de tratamiento, hasta conseguir un resultado uniforme.

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