Gente
Aunque la producción socializada dominaba la vida industrial y comercial tras la llegada de los comunistas al poder en 1945, el sector privado seguía siendo importante en la agricultura, la producción artesanal y el comercio minorista. Alrededor del 70% de las tierras agrícolas eran de propiedad privada, lo que suponía alrededor del 50% de la producción. Sin embargo, las empresas de propiedad privada tenían una estructura y una perspectiva típicamente tradicionalistas e, incluso después de la liberalización del sistema comunista en 1991, fueron incapaces de desarrollar un papel económico dinámico.
Después del inicio de la guerra civil yugoslava en 1991, la posición económica de Macedonia se volvió muy precaria. Hasta entonces, la república había dependido en gran medida de los mercados yugoslavos en lugar de los extranjeros, y su participación en el comercio de exportación de Yugoslavia estaba muy sesgada hacia los países del antiguo bloque soviético, que al mismo tiempo estaban atravesando crisis económicas. Las sanciones de las Naciones Unidas contra la antigua Yugoslavia (la federación de Serbia y Montenegro) se sumaron a estas dificultades al restringir el transporte de mercancías a través de Macedonia. Además, una agria disputa con Grecia sobre el nombre de la república frustró la búsqueda de reconocimiento internacional de Macedonia, disuadiendo así la inversión extranjera y retrasando la reforma económica. En 2018 esa disputa se resolvió, y Macedonia se convirtió oficialmente en la República de Macedonia del Norte.
Sin embargo, ya a mediados de la década de 1990, Macedonia había comenzado a encontrar nuevos socios comerciales, y la economía empezó a prosperar. Aunque el producto interior bruto (PIB) descendió a principios del siglo XXI, se recuperó rápidamente, y el país resistió la recesión económica mundial que comenzó en 2008 mejor que muchos otros países. No obstante, el desempleo siguió siendo elevado, superando el 30% durante gran parte de la primera década del siglo XXI.