Información sobre discografía cervical, torácica y lumbar
¿Qué son los discos?
Los discos son almohadillas blandas, parecidas a un cojín, que separan los duros huesos vertebrales de la columna vertebral. Un disco puede ser doloroso cuando se abomba, se hernia, se rompe o se degenera y puede causar dolor en el cuello, en la parte media de la espalda, en la parte baja de la espalda y/o en los brazos, en la pared torácica, en el abdomen y en las piernas.
Otras estructuras de la columna vertebral también pueden causar un dolor similar, como los músculos, las articulaciones y los nervios. A menudo, antes de realizar una discografía habremos determinado que estas otras estructuras no son la única fuente de dolor (a través de la historia clínica y la exploración física, la revisión de las radiografías, la TAC/IRM y/u otros procedimientos de inyección diagnóstica, como las inyecciones en las facetas, las articulaciones sacroilíacas y los bloqueos de las raíces nerviosas).
¿Qué es la discografía y por qué es útil?
La discografía confirma o niega que el disco o los discos sean el origen de su dolor. Es un procedimiento relativamente sencillo que utiliza una pequeña aguja para inyectar un medio de contraste en su disco. La resonancia magnética y la tomografía computarizada sólo demuestran la anatomía y no pueden probar absolutamente el origen de su dolor. En muchos casos, los discos son anormales en la resonancia magnética o la tomografía computarizada, pero no son una fuente de dolor. Sólo la discografía, que es una prueba funcional, puede decir si el disco en sí es una fuente de dolor. La discografía se suele realizar sólo si cree que su dolor es lo suficientemente importante como para considerar opciones de tratamiento más avanzadas, dirigidas al propio disco, como la cirugía.
¿Qué me ocurrirá durante el procedimiento?
Se iniciará una vía intravenosa para poder administrar antibióticos (para prevenir la infección) y medicamentos de relajación. Se acostará sobre la espalda para la discografía cervical, o sobre el estómago para la discografía torácica y lumbar. A continuación se le limpiará la piel con una solución antiséptica. El médico adormecerá una pequeña zona de la piel. A continuación, el médico utilizará la guía de rayos X para dirigir una pequeña aguja hacia el centro del disco. Es posible que sienta una molestia temporal cuando la aguja atraviese el músculo y otros tejidos blandos cercanos a la columna vertebral. El médico puede repetir esta operación en varios niveles discales adyacentes. Una vez que las agujas están en su sitio, se inyecta una pequeña cantidad de medio de contraste en cada disco. Si un disco es la fuente de su dolor habitual, la inyección reproducirá temporalmente las molestias en la zona de sus síntomas habituales. Si un disco no es la fuente de su dolor, la inyección no producirá ninguna molestia, o no reproducirá sus síntomas habituales.
¿Qué debo hacer y esperar después del procedimiento?
Inmediatamente después, es posible que se le realice un TAC para poder apreciar mejor la anatomía de su disco. El día de la inyección, no debe conducir y debe limitar sus actividades. Durante los 2 o 3 días siguientes, sus músculos pueden estar doloridos y su dolor habitual agravado. El hielo suele ser más útil que el calor durante este periodo. Puede tomar su analgésico habitual según lo prescrito. Si lo desea, también se le recetará un analgésico más fuerte. Entre el segundo y el tercer día, podrá retomar sus actividades habituales. Las molestias deberían mejorar al tercer día y el dolor debería volver a su nivel inicial. Cuando su dolor haya mejorado, comience sus ejercicios/actividades habituales con moderación.
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¿Cuándo debe visitar a un médico por dolor de hernia discal?