Islas Galápagos

Valor Universal Excepcional

Breve síntesis

La zona de las Islas Galápagos está situada en el Océano Pacífico a unos 1.000 km de la costa ecuatoriana. Este archipiélago y su inmensa reserva marina son conocidos como el único «museo vivo y escaparate de la evolución». Su ubicación geográfica en la confluencia de tres corrientes oceánicas lo convierte en uno de los ecosistemas marinos más ricos del mundo. La continua actividad sísmica y volcánica refleja los procesos que formaron las islas. Estos procesos, junto con el extremo aislamiento de las islas, condujeron al desarrollo de una vida vegetal y animal inusual -como las iguanas marinas, los cormoranes no voladores, las tortugas gigantes, los enormes cactus, los árboles endémicos y las numerosas subespecies diferentes de sinsontes y pinzones-, todo lo cual inspiró la teoría de la evolución por selección natural de Charles Darwin tras su visita en 1835.

Criterio vii: La Reserva Marina de Galápagos es un espectáculo de vida silvestre submarina con abundante vida que va desde los corales hasta los tiburones, pasando por los pingüinos y los mamíferos marinos. Ningún otro sitio en el mundo puede ofrecer la experiencia de bucear con tal diversidad de formas de vida marina que están tan familiarizadas con los seres humanos, que acompañan a los buzos. La diversidad de formas geomorfológicas subacuáticas es un valor añadido al sitio que produce un espectáculo único, que no se puede encontrar en ningún otro lugar del mundo.

Criterio viii: La geología del archipiélago comienza en el fondo marino y emerge por encima del nivel del mar donde continúan los procesos biológicos.. Tres grandes placas tectónicas -Nazca, Cocos y Pacífico- se encuentran en la base del océano, lo que tiene un gran interés geológico. En comparación con la mayoría de los archipiélagos oceánicos, las Galápagos son muy jóvenes: las islas más grandes y jóvenes, Isabela y Fernandina, tienen menos de un millón de años de existencia, y las más antiguas, Española y San Cristóbal, entre tres y cinco millones de años. El sitio demuestra la evolución de las zonas volcánicas más jóvenes en el oeste y las islas más antiguas en el este. Los procesos geológicos y geomorfológicos en curso, incluidas las erupciones volcánicas recientes, los pequeños movimientos sísmicos y la erosión, proporcionan información clave para el rompecabezas del origen de las Islas Galápagos. Casi ningún otro sitio en el mundo ofrece protección de un continuo tan completo de características geológicas y geomorfológicas.

Criterio ix: El origen de la flora y la fauna de las Galápagos ha sido de gran interés para la gente desde la publicación del «Viaje del Beagle» de Charles Darwin en 1839. Las islas constituyen un ejemplo casi único de cómo los procesos ecológicos, evolutivos y biogeográficos influyen en la flora y la fauna tanto de islas concretas como de todo el archipiélago. Los pinzones de Darwin, los sinsontes, los caracoles terrestres, las tortugas gigantes y varios grupos de plantas e insectos representan algunos de los mejores ejemplos de la radiación adaptativa que aún hoy continúa. Asimismo, la Reserva Marina, situada en la confluencia de tres grandes corrientes del Pacífico oriental e influenciada por fenómenos climáticos como El Niño, ha tenido importantes consecuencias evolutivas y proporciona importantes pistas sobre la evolución de las especies en condiciones cambiantes. La dependencia directa del mar para gran parte de la fauna de la isla (por ejemplo, aves marinas, iguanas marinas, leones marinos) es abundantemente evidente y proporciona un vínculo inseparable entre los mundos terrestre y marino.

Criterio x: Las islas tienen una diversidad de especies relativamente alta para unas islas oceánicas tan jóvenes, y contienen taxones emblemáticos como las tortugas gigantes y las iguanas terrestres, la especie de pingüino más septentrional del mundo, los cormoranes no voladores, así como los históricamente importantes pinzones de Darwin y sinsontes de Galápagos. La flora endémica, como las margaritas gigantes Scalesia spp. y muchos otros géneros, también ha irrumpido en las islas, formando parte de una flora autóctona que incluye unas 500 especies de plantas vasculares, de las cuales unas 180 son endémicas. Entre las especies endémicas y amenazadas figuran 12 especies de mamíferos terrestres autóctonos (11 endémicos y 10 amenazados o extinguidos) y 36 especies de reptiles (todos endémicos y la mayoría considerados amenazados o extinguidos), incluida la única iguana marina del mundo. Asimismo, la fauna marina tiene un nivel inusualmente alto de diversidad y endemismo, con 2.909 especies marinas identificadas con un 18,2% de endemismo. Entre las especies marinas más destacadas están los tiburones, los tiburones ballena, las rayas y los cetáceos. Las interacciones entre las biotas marinas y terrestres (por ejemplo, leones marinos, iguanas marinas y terrestres, y aves marinas) son también excepcionales. La reciente exploración de las comunidades de las profundidades marinas sigue produciendo nuevas aportaciones a la ciencia.

Integridad

El archipiélago de Galápagos está situado a unos 1.000 km del Ecuador continental y está compuesto por 127 islas, islotes y rocas, de las cuales 19 son grandes y 4 están habitadas. El 97% de la superficie total emergida (7.665.100 ha) fue declarado Parque Nacional en 1959. Los asentamientos humanos están restringidos al 3% restante en áreas rurales y urbanas específicamente zonificadas en cuatro islas (una quinta isla sólo tiene un aeropuerto, un muelle turístico, contención de combustible e instalaciones militares). Las islas están rodeadas por la Reserva Marina de Galápagos, creada en 1986 (70.000 km2) y ampliada a su superficie actual (133.000 km2) en 1998, lo que la convierte en una de las mayores reservas marinas del mundo. La reserva marina incluye las aguas interiores del archipiélago (50.100 km2) además de todas las contenidas dentro de las 40 millas náuticas, medidas desde las islas costeras más alejadas. Los aeropuertos de dos islas (Baltra y San Cristóbal) reciben tráfico del Ecuador continental, mientras que otro aeropuerto en Isabela se limita principalmente al tráfico interinsular. Todas las islas habitadas tienen puertos para recibir mercancías. Las demás islas deshabitadas están estrictamente controladas, con itinerarios turísticos cuidadosamente planificados que limitan las visitas. Alrededor de 30.000 personas viven en las islas y aproximadamente 170.000 turistas las visitan cada año.

Necesidades de protección y gestión

Las principales amenazas para las Galápagos son la introducción de especies invasoras, el aumento del turismo, el crecimiento demográfico, la pesca ilegal y los problemas de gobernanza (es decir, quién asume la responsabilidad de las decisiones dado el gran número de partes interesadas con intereses contrapuestos que participan en la gestión de las islas). Estas cuestiones se analizan y supervisan constantemente para gestionarlas adecuadamente y reforzar las estrategias para minimizar su impacto.

En 1986 se aprobó una ley para controlar la pesca y la sobreexplotación de los recursos marinos de Galápagos. La protección se reforzó aún más con la «Ley de Régimen Especial para la Conservación y Desarrollo Sustentable en la Provincia de Galápagos» de 1998, e inscrita en la Constitución de la República del Ecuador. Esta ley designó la actual Reserva Marina de Galápagos como área protegida bajo la responsabilidad del Servicio de Parques Nacionales de Galápagos. Entre otras cuestiones, proporciona el marco legal específico sobre el que se van a regular muchos aspectos de la vida en las islas, como la planificación provincial; las medidas de inspección y cuarentena; la gestión de la pesca; el control y la vigilancia marina; la residencia y la migración de personas a las islas; el turismo a través de un sistema de gestión de visitantes, permisos y cuotas; la agricultura; la gestión de residuos; y el «control total» de las especies introducidas. Esta gestión impone algunas limitaciones al ejercicio de los derechos de las personas que viven en esta zona geográfica, pero también les otorga derechos preferentes para utilizar los recursos naturales de forma sostenible. En este marco, la Dirección del Parque Nacional Galápagos ha elaborado periódicamente Planes de Manejo desde 1974 hasta la fecha, los cuales han sido desarrollados de manera participativa entre los diferentes grupos sociales y económicos a través de representantes de las comunidades y autoridades locales para atender las realidades cambiantes del ecosistema de Galápagos. Esto incluye herramientas para la gestión del desarrollo y la conservación de los recursos naturales en armonía con las normas internacionales. Por ejemplo, se ha implementado un sistema de zonificación para establecer áreas de uso sostenible y áreas prohibidas para la población local. Las instituciones gubernamentales contribuyen a la financiación de la conservación y gestión del archipiélago. Otras ayudas proceden del canon de entrada que pagan los turistas y un pequeño porcentaje de donaciones internacionales.

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