Realidad frente a ficción: Los beneficios del alcohol para frotar son superados por los peligros
LOS HECHOS: El alcohol puede escocer cuando se vierte sobre cortes y rasguños, pero sus efectos refrescantes sobre la piel intacta han llevado a muchos padres a emplearlo como remedio casero rápido contra la fiebre en los niños pequeños.
Según un estudio reciente de la revista Pediatrics, este tratamiento popular parece ser especialmente común entre los padres de comunidades de bajos ingresos y minorías, donde se transmite de generación en generación y, en algunos casos, es recomendado por los médicos. Cuando el alcohol isopropílico se evapora de la piel, alivia como una brisa fresca y puede reducir la temperatura corporal. Muchos padres calman a sus hijos con fiebre frotándolo sobre la piel o añadiendo un poco a un baño de esponja.
Pero usarlo de esta manera puede causar graves daños. El alcohol isopropílico se absorbe rápidamente a través de la piel, y grandes cantidades aplicadas de forma tópica pueden ser inhaladas, lo que puede provocar una intoxicación etílica y otros problemas. Varios informes de casos en la literatura médica describen a niños pequeños que entraron en coma después de que un cuidador intentara reducir su fiebre con alcohol. Otros informes han descrito casos en los que adultos sufrieron problemas cardíacos y neurológicos después de utilizar toallas empapadas en alcohol para refrescarse o aliviar el dolor.
Para obtener mejores resultados, pruebe con acetaminofén simple y llano, al menos después del primer cumpleaños del niño, y con un baño tibio -sin alcohol.
EL RESULTADO: La aplicación de alcohol para fricciones en la piel, un remedio popular para reducir la fiebre, puede tener efectos secundarios graves.