¿Se puede quemar cedro en una chimenea?
Pros y contras del uso de madera de cedro
La madera de cedro es relativamente ligera en comparación con otras maderas, lo que la hace ideal para transportarla en grandes cantidades. Su rápida e intensa combustión también la hace ideal para encenderla. Sin embargo, su combustión puede ser difícil de controlar en un ambiente interior y también tiene la tendencia a, a veces, escupir y crujir fragmentos de madera. En una chimenea de interior, esto puede ser desastroso: el breve infierno puede desbordar el salón y prender fuego a los objetos de la casa. Para combatir esto, asegúrese de colocar sólo una pequeña cantidad de madera de cedro en su chimenea para que el fuego sea manejable.
La madera de cedro es naturalmente aceitosa. Si utiliza cedro que no ha sido curado, su punto de combustión es mucho más bajo que el de otras maderas. Esto puede hacer que sus aceites naturales se escapen y emanen a través de su chimenea dejando un residuo aceitoso. Con el tiempo, esto representa un grave peligro de incendio, ya que el aceite actúa como una bomba de relojería, y los futuros incendios podrían hacer que el aceite se encienda.
¿Es tóxico quemar cedro?
El aceite que se encuentra en la madera de cedro presenta un problema – para su chimenea, no para su salud. Si se utiliza una sola vez, no representa una amenaza inminente para su chimenea. Es sólo con el tiempo que la acumulación de aceite se convierte en una causa de preocupación. La madera de cedro nunca debe ser el elemento principal de un fuego interior. Entonces, ¿el humo del cedro es tóxico? La respuesta es no – no hay absolutamente ninguna evidencia que indique que lo es.
¿La quema de cedro crea creosota?
La creosota inflamable puede acumularse con el uso repetido y pesado – por lo que es mejor utilizar la madera de cedro como fuente de ignición estrictamente y dejar que otra fuente de madera (no conífera) haga el trabajo pesado.
Cómo manejar un fuego de leña de cedro
Si está decidido a usar cedro en su chimenea, aquí hay algunas cosas a tener en cuenta. En primer lugar, asegúrese de que la fuente que está utilizando se ha secado durante un tiempo considerable (de siete a nueve meses) con el fin de deshacerse de algunos de sus aceites naturales. Esto ayudará a reducir las salpicaduras que tanto caracterizan a las coníferas. Una vez seca, apílela en un lugar libre de humedad prolongada, lo que garantizará que no se impregne de humedad superflua. En segundo lugar, coge un poco de leña más convencional y asegúrate de que ésta constituya la mayor parte del fuego. La leña de combustión lenta puede llevar más tiempo, pero se ahorrará la molestia de tener que esquivar las brasas voladoras de la madera de cedro cuando empiece a arder.
Otra faceta clave es hacer inspeccionar su chimenea. Cualquier aceite mencionado que se desprenda de los múltiples fuegos de la madera de cedro debe ser eliminado rápida y eficazmente. Nadie quiere pasar las Navidades reconstruyendo su casa después de una explosión de aceite. Además, asegúrese de que la puerta de la pantalla de protección está cerrada cuando se quema madera de cedro – esas brasas pueden saltar muy alto.