Stephanie Kwolek
Stephanie Kwolek se licenció en química en 1946 y soñaba con ser médico. Al no poder permitirse estudiar medicina en aquel momento, Kwolek se puso a trabajar como química en el centro de investigación de Dupont y acabó salvando más vidas de las que habría podido salvar si se hubiera convertido en médico.
Kwolek recibió en 1999 el premio Lemelson-MIT Lifetime Achievement Award por sus innovaciones en la industria de los polímeros, entre las que destaca su invención del Kevlar®, la fibra de alta resistencia que es el material que salva vidas en los chalecos antibalas. Kwolek también ha contribuido al desarrollo de productos sintéticos como Lycra®, Spandex®, Nomex® y Kapton®.
Mientras trabajaba en el Laboratorio de Investigación Pionera de DuPont en 1964, Kwolek recibió el encargo de crear una fibra de alto rendimiento para los neumáticos de los coches con el fin de reducir el consumo de gasolina. Experimentando con dos polímeros aromáticos, Kwolek formó una solución fluida y turbia de cristales líquidos que a muchos les pareció dudosa. Procedió a probar sus propiedades y al principio se le negó por miedo a dañar la hilera. Después de mucha insistencia, se hiló, mostrando fibras alineadas paralelas entre sí -características de una fibra muy rígida y fuerte- que evolucionaría como Kevlar®. Esta fibra, ligera y resistente al calor, se ha utilizado en multitud de productos industriales y de consumo, como cascos, neumáticos, pastillas de freno, raquetas de tenis y cables de fibra óptica, entre otros.
Nacida en New Kensignton (Pensilvania), Kwolek se licenció en química en 1946 en el Margaret Morrison Carnegie College (actual Universidad Carnegie Mellon), en una época en la que se animaba a las mujeres a ser amas de casa en lugar de ir a la escuela. Inspirada y apoyada por sus padres para seguir este camino, Kwolek comentó: «Recomiendo a los padres que animen a sus hijas a seguir carreras científicas, si están inclinadas a ello, del mismo modo que lo harían con sus hijos. Las oportunidades para ambos sexos son ahora mucho más igualitarias». Aunque tuvo que enfrentarse a la discriminación por razón de sexo al llegar a la cima, allanó el camino a otras mujeres científicas aspirantes y ahora sirve de mentora a muchas.
Miembro de la Sociedad Química Americana, Kwolek recibió tres títulos honoríficos, además de muchos premios y distinciones, como el Premio al Innovador Americano de la USPTO (1995), la Medalla Perkin (1997) y el ingreso en el Salón de la Fama de los Inventores Nacionales (1995). Kwolek se retiró de DuPont en 1986 con 17 patentes estadounidenses y falleció en 2014.