TEPT: National Center for PTSD

Esta respuesta automática de irritabilidad e ira en quienes padecen TEPT puede crear graves problemas en el trabajo y en la vida familiar. También puede afectar a sus sentimientos sobre sí mismo y su papel en la sociedad.

Los investigadores han desglosado la ira postraumática en tres aspectos clave, que se comentan a continuación. Estos tres factores pueden llevar a una persona con TEPT a reaccionar con ira, incluso en situaciones que no implican una amenaza extrema:

Emoción

La ira está marcada por ciertas reacciones en el cuerpo. Los sistemas más estrechamente ligados a la emoción y a la supervivencia -corazón, circulación, glándulas, cerebro- entran en acción. La ira también está marcada por la tensión de los músculos. Si se padece TEPT, este mayor nivel de tensión y excitación puede convertirse en el estado normal. Esto significa que los sentimientos emocionales y físicos de la ira son más intensos.

Si tiene TEPT, puede sentirse a menudo al límite, nervioso o irritable. Es posible que le provoquen con facilidad. Este alto nivel de excitación puede hacer que busque situaciones que requieran que se mantenga alerta y evite el peligro. Por otro lado, también puede tener la tentación de consumir alcohol o drogas para reducir el nivel de tensión que siente.

Comportamiento

A menudo, la mejor respuesta a una amenaza extrema es actuar agresivamente para protegerse. Muchos supervivientes de traumas, especialmente los que pasaron por un trauma a una edad temprana, nunca aprenden otra forma de manejar la amenaza. Tienden a estancarse en su forma de reaccionar cuando se sienten amenazados. Pueden ser impulsivos, actuando antes de pensar.

Los comportamientos agresivos también incluyen las quejas, las «puñaladas por la espalda», llegar tarde o hacer un mal trabajo a propósito, la autoculpabilización o incluso la autolesión. Muchas personas con TEPT sólo utilizan respuestas agresivas ante la amenaza. No son capaces de utilizar otras respuestas que podrían ser más positivas.

Pensamientos y creencias

Todo el mundo tiene pensamientos o creencias que le ayudan a entender y dar sentido a su entorno. Después del trauma, una persona con TEPT puede pensar o creer que la amenaza está por todas partes, incluso cuando esto no es cierto. Puede que no sea plenamente consciente de estos pensamientos y creencias.

Por ejemplo, un veterano de combate puede enfadarse cuando su mujer, sus hijos o sus compañeros de trabajo no «siguen las reglas». No se da cuenta de que su fuerte creencia está en realidad relacionada con lo importante que fue para él seguir las reglas durante la guerra para evitar muertes.

Si usted tiene TEPT, puede no ser consciente de cómo sus pensamientos y creencias han sido afectados por el trauma. Por ejemplo, desde el trauma puede sentir una mayor necesidad de controlar su entorno. Esto puede llevarle a actuar de forma inflexible con los demás. Sus acciones provocan que los demás se vuelvan hostiles hacia usted. Su comportamiento hostil alimenta y refuerza sus creencias sobre los demás. Algunos pensamientos comunes de las personas con TEPT son:

  • «No puedes confiar en nadie».
  • «Si me descontrolara, sería horrible, pondría en peligro mi vida o no podría tolerarlo».
  • «Después de todo lo que he pasado, merezco que me traten mejor que esto.»
  • «Los demás van a por mí», o «No me protegerán.»

¿Cómo se puede obtener ayuda con la ira?

En el tratamiento para el control de la ira, los problemas con la excitación, el comportamiento y las creencias se abordan de diferentes maneras. El tratamiento cognitivo-conductual (TCC), una terapia de uso común, utiliza muchas técnicas para manejar estas tres áreas problemáticas de la ira:

Para el aumento de la excitación

El objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a aprender habilidades que reduzcan la excitación general. Puede aprender a relajarse, a utilizar la autohipnosis y a hacer ejercicios físicos que liberen la tensión.

Para el comportamiento

El objetivo es, en primer lugar, observar cómo se comporta normalmente la persona cuando siente una amenaza o estrés. El siguiente objetivo es ayudarle a ampliar la gama de respuestas posibles. Las respuestas más adaptativas incluyen:

  • Tomarse un tiempo
  • Escribir los pensamientos cuando está enfadado
  • Hablar con alguien en lugar de actuar
  • Cambiar el patrón «actúa primero, piensa después» por «piensa primero, actúa después»

Para los pensamientos/creencias

Se ayuda a los clientes a ser más conscientes de sus propios pensamientos que les llevan a enfadarse. A continuación, se les pide que propongan pensamientos más positivos para sustituir sus pensamientos negativos y de enfado. Por ejemplo, pueden aprender a decirse a sí mismos: «Aunque no tenga el control aquí, no me sentiré amenazado en esta situación.»

Otro ejemplo sería: «Los demás no tienen que ser perfectos para que yo sobreviva o esté cómodo». El juego de roles se utiliza a menudo para que pueda practicar el reconocimiento de los pensamientos que le hacen enfadar y aplicar en su lugar pensamientos más positivos.

Resumen

Hay muchas formas de ayudar a las personas con TEPT a lidiar con los altos niveles de ira que pueden sentir. Muchas personas tienen las tres áreas de problemas de ira mencionadas anteriormente. El tratamiento tiene como objetivo ayudar con todos los aspectos de la ira. Un objetivo importante del tratamiento es mejorar su sensación de flexibilidad y control. De este modo, no tendrá que sentirse como si volviera a pasar por un trauma cada vez que reaccione a un desencadenante con una ira explosiva o excesiva. El tratamiento también puede tener un impacto positivo en las relaciones personales y laborales.

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