Tratamientos para la demencia
Tratamientos farmacológicos
Hay fármacos que pueden ayudar con los síntomas de la demencia, o que en algunos casos pueden detener su progreso durante un tiempo.
A una persona con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada o con demencia mixta en la que el Alzheimer es la causa principal se le puede recetar uno de los tres fármacos diferentes: donepezilo, rivastigmina o galantamina. Estos fármacos pueden ayudar temporalmente a mejorar la memoria, la motivación, la concentración y la vida diaria. En los estadios moderados o graves de la enfermedad de Alzheimer se puede ofrecer un fármaco diferente llamado memantina. Esto puede ayudar a la atención y a la vida diaria, y posiblemente aliviar los comportamientos angustiosos o desafiantes.
El donepezilo, la rivastigmina y la galantamina también pueden ser útiles para una persona con demencia con cuerpos de Lewy que tenga alucinaciones o delirios angustiosos, o que tenga comportamientos desafiantes (por ejemplo, agitación o agresividad).
Para una persona con demencia vascular, se ofrecerán fármacos para tratar las condiciones médicas subyacentes que causan la demencia. Estas afecciones suelen incluir la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes o los problemas cardíacos. El control de estas afecciones puede ayudar a ralentizar la progresión de la demencia.
Se puede prescribir una amplia gama de otros fármacos en diferentes momentos para una persona con demencia. Entre ellos se encuentran fármacos para la depresión o la ansiedad, pastillas para dormir o antipsicóticos. Tenga en cuenta que algunos de estos fármacos pueden tener efectos secundarios graves. No todos están recomendados para todos los tipos de demencia. Los profesionales de la salud suelen recomendar que se pruebe primero un enfoque no farmacológico antes de recetar medicamentos, a menos que los síntomas de la persona sean muy graves.