12 pasos para grabar una canción

Es común que los aspirantes a productores de música, cantantes y músicos de hoy en día inicien y posteriormente den un impulso a sus carreras creando música que muestre sus respectivas habilidades y talentos. Todo lo que tienen que hacer es montar su propio estudio de grabación en casa, algo que se ha convertido en algo muy factible con toda la información disponible que tenemos a nuestro alcance (y en el Centro de Aprendizaje de Adorama).

Aunque el proceso de grabación parece complicado debido a los aspectos técnicos y creativos que implica, es bastante fácil una vez que se conocen los pasos básicos de memoria. Veámoslos a continuación.

Cómo grabar canciones

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1. Crea una configuración de grabación casera

Montar tu propio estudio de grabación casero es súper fácil. En contra de la creencia popular, no siempre necesitas los altavoces más potentes, el micrófono más caro o incluso el mezclador más grande con millones de deslizadores y mandos -aunque sí debes preocuparte de insonorizar tu habitación-.

Sólo necesitarás unas cuantas cosas básicas para tu estudio y, con mucha paciencia e investigación, podrás encontrar los equipos adecuados que se adapten a tus necesidades y preferencias. Esta es la lista corta de equipos de grabación de sonido:

  • Ordenador de sobremesa o portátil
  • Auriculares
  • Micrófonos
  • Filtros de pop
  • Instrumentos musicales
  • Amplificadores
  • Superficie de control
  • Monitores de estudio
  • Estación de trabajo de audio digital Workstation (DAW)
  • Instrumentos virtuales
  • Mezclador de grabación
  • Interfaz de audio
  • Montaje en rack de estudio
  • Acondicionador de energía
  • Sistema de alimentación ininterrumpida

La lista puede parecer un puñado, pero te darás cuenta de que normalmente se pueden instalar en una sola esquina de la habitación. Puedes leer nuestro artículo sobre cómo construir tu propio estudio de grabación en casa para obtener más detalles, recomendaciones de productos e instrucciones específicas sobre cómo puedes crear tu estación de trabajo principal para la grabación de canciones.

2. Ejecuta una estación de trabajo de audio digital

Después de reunir tu equipo, incluyendo un ordenador rápido con suficiente memoria RAM, ejecuta tu DAW elegido. Si usas un Mac, debería tener ya preinstalado el GarageBand. Como alternativa, puedes utilizar el Audacity, que se puede descargar fácilmente, o el ProTools, más profesional.

La clave es encontrar el software ideal al que te puedas acostumbrar, en lugar de adquirir uno complicado al que no podrás sacarle el máximo partido. Puedes consultar nuestra lista de los mejores programas de grabación para saber más sobre los DAW más populares que los podcasters y productores musicales utilizan en sus estudios caseros y comerciales.

3. Organiza lo que vas a grabar

Una vez que el hardware y el software (¡y la canción!) estén listos, el siguiente paso consiste en planificar exactamente lo que necesitas grabar de principio a fin. Ten en cuenta que la grabación de una canción suele llevar más de un día, ya que incluye la grabación de varias pistas antes de fusionarlas en un único archivo de audio que contenga tu música, efectos y voces.

Muchos artistas y productores musicales graban sus canciones con elementos individuales ordenados de la siguiente manera:

  • Pista base
  • Ritmo
  • Armonía
  • Melodía/Canciones
  • Canciones de fondo/Fills

Los primeros elementos sirven de guía para los siguientes, por lo que las voces se graban al final. Por supuesto, la lista varía en función de tu canción y de cómo quieras que sea. Algunas canciones se componen de un solo instrumento (como la guitarra) y la voz, mientras que otras incluyen desde una batería completa hasta una segunda voz. El objetivo es dividirlos durante la grabación para obtener elementos de audio claros que sigan el ritmo de los demás y estén afinados.

4. Prepara tu equipo

Al llegar el día de la grabación, asegúrate de que tienes todos los instrumentos que necesitas, así como los cables necesarios y el equipo de apoyo (como los amplificadores) que necesitas para conectarlos a la grabadora. Para obtener un audio de mayor calidad, deberás conectarlos a una interfaz de audio profesional y a un mezclador en lugar de hacerlo directamente al ordenador.

Pruébalos, modula los volúmenes procedentes de cada canal de audio y realiza una breve grabación para asegurarte de que tus fuentes de sonido suenan tal y como quieres. De este modo, reducirás el trabajo de edición que deberás realizar durante la postproducción.

5. Crea tu pista base o guía

Ahora que estás listo para grabar, el primer objetivo es establecer la base de tu canción: tu ritmo. Pero para que tu ritmo o tus instrumentos rítmicos sean muy precisos, necesitarás seguir una pista base, que servirá como guía que seguirán tu batería y otros instrumentos.

Puedes grabar (o incluso descargar) un simple metrónomo tú mismo o utilizar un bucle de batería pregrabado para tu pista base, siempre que siga el tempo que deseas.

6. Grabar la sección rítmica

¡Por fin puede empezar la grabación de verdad! Con el instrumento rítmico que elijas (batería, bajo o incluso sólo una guitarra acústica), pulsa grabar y empieza a tocar mientras escuchas la pista base con los auriculares. En este caso, querrás utilizar un par de auriculares que no bloqueen completamente el ruido para que puedas seguir oyendo cómo tocas.

Graba tantas pistas rítmicas separadas como necesites y recuerda no grabar sobre nada. Si hay algún error, puedes cortarlo y sustituirlo por grabaciones posteriores durante la postproducción. Por otra parte, siempre es mejor tener una grabación limpia, así que hazlo lo mejor posible.

7. Graba las armonías

De nuevo, dependiendo de tu canción, tu armonía puede consistir en uno o varios instrumentos. Normalmente se graban por separado -utilizando diferentes tipos de micrófonos y como pistas individuales- pero, juntos, deberían formar su música de fondo.

Deberías haber determinado ya los instrumentos, así como la progresión de acordes de cada uno, para poder ahorrar tiempo y costes de grabación (en caso de que sólo estés alquilando el estudio de grabación), pero siempre puedes hacer pequeñas alteraciones durante la grabación en función de tu criterio artístico o el de tu compositor.

8. Graba las melodías

Una vez grabada tu armonía o música de fondo, puedes pasar a grabar tu melodía. La melodía es la parte principal o dominante de la música armonizada, por lo que esta parte de la grabación consistirá principalmente en guitarras y voces principales.

Una vez grabadas las pistas, puede optar por rellenar los huecos con melodías de apoyo. Pero, por supuesto, lo que añadas debería depender de tu visión de la canción. Lo bueno de grabar pistas separadas para cada ritmo, armonía y melodía es que puedes simplemente excluirlas en la mezcla final si no funcionan.

9. Añade color y efectos

Tu canción ya debería sonar bastante bien en este punto, pero es posible que aún quieras añadir algunos toques finales, como voces de fondo, rellenos de piano y percusión, o incluso efectos de sonido. Tómate el tiempo necesario para grabar lo que creas que aún necesita tu canción antes de pasar al siguiente paso emocionante: la mezcla.

10. Limpia tus pistas

Lo bueno de grabar una canción, en comparación con las actuaciones en directo, es que puedes tomarte tu tiempo para elegir las mejores pistas que quieres utilizar y, más tarde, ajustar sus volúmenes para que ninguna pista acabe opacando a la otra.

Pero antes de empezar a cargar tus pistas para la mezcla, sería muy útil organizarlas y finalizarlas de antemano. Crea carpetas que mantengan separadas las pistas de ritmo, armonía, melodía y efectos. Incluso puedes nombrar cada pista con números y eliminar automáticamente las pistas que no funcionen o no aporten valor a tu canción. En el caso de los duplicados, puedes comparar cada pista y quedarte con la mejor.

También, tómate el tiempo necesario para eliminar cualquier ruido y sonido innecesario, como siseos del amplificador, respiraciones o incluso aire muerto. El objetivo es minimizar la confusión y la dificultad cuando llegue el momento de la mezcla.

11. Mezcla

Durante la mezcla, la organización también es importante. Asigne cada línea en su software de producción a tipos específicos de pistas, como voces, guitarras principales, guitarras rítmicas, baterías y voces de fondo. De este modo, podrá detectar fácilmente los errores cuando los oiga.

Las tareas habituales que debe realizar durante la mezcla incluyen el equilibrio de los niveles de los canales, la panorámica, la ecualización, la compresión, la reverberación y la automatización. Sin estos pasos, es casi imposible que termines con un sonido cohesivo.

12. Exporta tu canción

Cuando tus pistas finalmente suenan bien juntas, es el momento de exportar tu canción. Pero si vas a exportarlas a un CD, hay un paso que se llama masterización.

La masterización, en sí misma, es difícil sin la ayuda de un ingeniero de masterización, así que a menos que hayas adquirido suficientes conocimientos sobre cómo ejecutar técnicas de masterización como maximizar la sonoridad, equilibrar las frecuencias y ampliar el estéreo utilizando herramientas de software como Izotope Ozone e IK Multimedia T-Racks, puede ser mejor subcontratar el trabajo.

Consulte el Centro de Aprendizaje de Adorama para obtener más información sobre la grabación de sonido de alta calidad y consejos sobre la producción musical.

Adorama

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