Claves para identificar y tratar las reacciones a las picaduras de abejas y avispas – Manual MSD Edición Profesional
La mayoría de las personas que son picadas por insectos sufren una reacción local leve. Sin embargo, en las pocas reacciones alérgicas mortales, cerca de la mitad mueren a los 30 minutos de ser picados. Para estos pacientes, una intervención médica rápida y eficaz puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Los médicos deben adoptar un enfoque agresivo para identificar y tratar las reacciones alérgicas generalizadas a las picaduras.
Las reacciones a las picaduras de insectos suelen dividirse en:
- Reacciones locales
- Reacciones generalizadas (anafilácticas)
Reacciones locales
Las toxinas del veneno provocan un dolor ardiente inmediato, eritema, hinchazón y picor posterior. La reacción puede alcanzar su punto máximo en unas horas o empeorar en uno o dos días. Muchos pacientes tratan estos síntomas por su cuenta, a menudo con una serie de remedios caseros de eficacia variable. Pero hasta un millón de personas al año acuden a su servicio de urgencias local.
Los síntomas de las reacciones locales, como el enrojecimiento y la hinchazón, pueden ser similares a los de la celulitis, y los pacientes pueden acudir al médico porque temen una infección tras una picadura. Antes de prescribir antibióticos, los médicos deben buscar indicadores de afectación sistémica, como fiebre u otros marcadores de infección, y tener en cuenta el tiempo transcurrido desde la picadura. El dolor, el eritema y la hinchazón que empeoran dos o más días después de la picadura son más probables como indicación de infección que la hinchazón que comenzó inmediatamente y no ha empeorado. Si se sospecha de celulitis, deben prescribirse antibióticos.
Reacciones alérgicas
Las reacciones alérgicas tienen diversas manifestaciones, como rubor, prurito, urticaria, estornudos, rinorrea, náuseas, calambres abdominales, diarrea, sensación de ahogo o disnea, palpitaciones y mareos. Los signos de peligro son la hipotensión, el angioedema, las sibilancias, el estridor, la cianosis y el síncope.
Sin embargo, no deben subestimarse los signos y síntomas alérgicos leves. La perspectiva de la comunidad médica sobre la anafilaxia ha evolucionado a lo largo de los años. Ahora está claro que los pacientes con signos menos graves (por ejemplo, un poco de sibilancia o una urticaria leve) pueden evolucionar hacia una reacción grave. Esta reacción puede ser especialmente cierta en el caso de los niños, que se presentan con menos frecuencia con síntomas cardiorrespiratorios.
Tratamiento y prevención de la anafilaxia
La epinefrina es el eje del tratamiento de la anafilaxia. A menudo resuelve muchos de los signos y síntomas y debe administrarse inmediatamente. El tratamiento complementario debe incluir líquidos intravenosos, antihistamínicos (incluidos los bloqueadores H1 y H2), corticosteroides y, a veces, un broncodilatador.
La mayoría de los pacientes con reacciones generalizadas a las picaduras serán ingresados en el hospital. El tratamiento al alta debe incluir antihistamínicos y un ciclo de corticosteroides decreciente. Los pacientes deben ser remitidos a un alergólogo para ver si son candidatos a la inmunoterapia con veneno, que puede reducir la gravedad y la incidencia de futuras reacciones alérgicas.
Lo más importante es que los pacientes deben recibir una receta para un autoinyector de epinefrina.
Instrucciones para el paciente
Si los pacientes han tenido una reacción alérgica, los médicos deben mantener una conversación honesta y directa sobre los riesgos de volver a sufrir una picadura.
Asegúrese de que los pacientes entienden que la mayoría de las personas que mueren como resultado de una reacción generalizada han tenido una en el pasado. Además, existe una correlación entre el tiempo transcurrido entre las picaduras y la gravedad de la reacción. Por lo tanto, los pacientes deben hacer un gran esfuerzo para evitar las picaduras con el fin de maximizar el intervalo entre ellas. Los médicos deben hacer hincapié en las conductas de evitación, incluyendo no usar colores brillantes o aerosoles y perfumes perfumados al aire libre.
También es crucial comunicar a los pacientes la importancia de estar preparados en caso de futuras picaduras. Los pacientes deben recibir instrucciones detalladas sobre el uso de su autoinyector de epinefrina, tanto por parte de su médico cuando se lo prescriba como de su farmacéutico cuando lo recoja. Aquí hay tres puntos importantes a cubrir:
- Asegúrese de mantener el inyector firmemente en su sitio durante tres segundos después de inyectarlo en el muslo.
- Guarde los inyectores en diferentes lugares para que siempre haya uno cerca: en su mochila, su guantera, su bolso, su nevera, etc.
- Si utiliza un inyector después de una picadura, es una buena idea hacer un seguimiento con un médico. Una reacción importante puede requerir más que una sola inyección. Sentirse mejor después de una inyección no debe dar una falsa sensación de seguridad.
Para obtener información y educación adicional, los médicos pueden remitir a los pacientes a la versión para consumidores de la página de Manuales sobre picaduras de abejas, avispas, avispones y hormigas.