Definición médica de cuidados paliativos
Cuidados paliativos: Atención diseñada para dar cuidados de apoyo a las personas en la fase final de una enfermedad terminal y centrada en el confort y la calidad de vida, más que en la curación. El objetivo es permitir a los pacientes estar cómodos y libres de dolor, para que vivan cada día tan plenamente como sea posible. Pueden utilizarse métodos agresivos para controlar el dolor. Los programas de cuidados paliativos suelen estar basados en el hogar, pero a veces prestan servicios fuera de él: en instalaciones independientes, en residencias de ancianos o en hospitales. La filosofía de los cuidados paliativos es proporcionar apoyo a las necesidades emocionales, sociales y espirituales del paciente, así como a los síntomas médicos, como parte del tratamiento de la persona en su totalidad.
Los programas de cuidados paliativos suelen utilizar un enfoque de equipo multidisciplinar, que incluye los servicios de una enfermera, un médico, un trabajador social y un clérigo para proporcionar cuidados. Los servicios adicionales que se prestan incluyen medicamentos para controlar el dolor y otros síntomas; terapia física, ocupacional y del habla; suministros y equipos médicos; servicios sociales médicos; asesoramiento dietético y de otro tipo; atención domiciliaria continua en momentos de crisis; y servicios de duelo. Aunque los cuidados paliativos no persiguen la curación de la enfermedad terminal, pueden tratar afecciones potencialmente curables, como la neumonía y las infecciones de la vejiga, con breves estancias en el hospital si es necesario. Los programas de cuidados paliativos también ofrecen trabajadores de relevo, personas que suelen ser voluntarios formados, que se encargan de los cuidados del paciente para que la familia u otros cuidadores principales puedan salir de casa durante unas horas. Los cuidados voluntarios forman parte de la filosofía de los hospicios.
La palabra «hospicio» viene del latín «hospitium» que significa casa de huéspedes. Originalmente se describía como un lugar de refugio para los viajeros cansados y enfermos que regresaban de peregrinaciones religiosas. En los años 60, la Dra. Cicely Saunders inició el movimiento moderno de los hospicios al establecer el St. Christopher’s Hospice cerca de Londres. Christopher’s organizó un enfoque de equipo para el cuidado profesional, y fue el primer programa que utilizó técnicas modernas de manejo del dolor para cuidar compasivamente a los moribundos. El primer hospicio de Estados Unidos se estableció en New Haven, Connecticut, en 1974.