Desgarros vaginales y perineales durante y después del parto
Puede que sea una obviedad, pero un parto vaginal requiere que la vagina se estire. Todas las que dan a luz por vía vaginal -y a veces las que tienen un parto largo antes de dar a luz por cesárea- pueden esperar algún dolor perineal después del parto. Y es habitual que, debido a la presión ejercida por la cabeza del bebé, se produzcan desgarros y laceraciones en el perineo, es decir, en la zona situada entre la vagina y el ano, y a veces también en el cuello del útero. Más de la mitad de las mujeres tendrán al menos un pequeño desgarro después del parto.
¿Cuáles son los tipos más comunes de desgarros vaginales después del parto?
Los desgarros de primer grado, en los que sólo se desgarra la piel, y los de segundo grado, en los que se desgarra la piel y el músculo vaginal, son los más comunes. Los desgarros perineales y vaginales a veces pueden causar dolor y pueden aumentar el tiempo de recuperación.
¿Cómo se reparan los desgarros vaginales?
En la mayoría de los casos, un desgarro requiere puntos de sutura. Por lo general, son necesarios en los desgarros de más de 2 centímetros, es decir, alrededor de 1 pulgada. Una vez reparado el desgarro, es probable que experimente sensibilidad en el lugar mientras se cura.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse un desgarro vaginal?
Como cualquier herida recién reparada, el lugar de una laceración o episiotomía tardará en curarse, normalmente entre siete y diez días. Es probable que la herida te duela durante varias semanas, así que tómatelo con calma mientras tanto.
¿Cómo puedo cuidar los desgarros vaginales después del parto?
Los puntos de sutura en sí mismos probablemente se absorberán con el tiempo, pero es importante seguir las instrucciones de su médico o enfermera para la higiene perineal posparto para aliviar el dolor, prevenir la infección y promover la curación. Para mantener el perineo sano:
- Limpia la zona echando un chorro de agua tibia durante y después de ir al baño.
- Sécate -sin frotar- con gasas o toallitas de papel que vienen con las compresas aprobadas por el hospital.
- Usa una compresa nueva al menos cada cuatro o seis horas.
- Deja que se cure. Eso significa, ¡sin manos! Si está constantemente «probando» cómo se está curando la zona tocándola, tardará más en mejorar.
- Mantenga la regularidad. Cuanto antes consiga que sus intestinos se muevan, mejor para todos (no se preocupe si tarda unos días). Es natural que tengas miedo de que se te rompan los puntos durante la primera evacuación posparto. Pero no te preocupes, no lo harás. Para facilitar las cosas, come alimentos integrales, frutas y verduras frescas, bebe mucho líquido y, en cuanto estés preparada, intenta dar pequeños paseos. También puedes preguntar a tu médico sobre un ablandador de heces o un laxante suave.
Reducir el dolor del desgarro perineal
Pruebe las siguientes sugerencias para ayudar a aliviar el dolor de los desgarros perineales:
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- Hielo. Prueba con almohadillas de hamamelis frías, un guante quirúrgico lleno de hielo picado o una maxi almohadilla con una compresa fría para aliviar la hinchazón.
- Caliéntelo. Para calmar las molestias, prueba a tomar un baño de asiento caliente durante 20 minutos, tres veces al día, o a utilizar compresas calientes. La exposición a la lámpara de calor es otra opción que puede probar, pero hágalo sólo después de recibir el consejo de un médico.
- Adormézcalo. Su médico puede recomendarle un anestésico para adormecer la zona. Los hay de todo tipo, desde sprays a pomadas o compresas.
- Evite forzarla. No planifique actividades que puedan causar tensión. Duerma de lado y trate de no estar de pie o sentada durante mucho tiempo, ya que esto puede aumentar el dolor perineal.
- Acolchónelo. Las almohadas con forma de donut que se comercializan para los enfermos de hemorroides podrían darle algo de comodidad mientras está sentado. Si tuviste hemorroides durante el embarazo y aún te estás recuperando, puedes matar dos dolores con una sola almohada.
Cómo ayudar a tu periné a sanar
Hacer tus ejercicios de Kegel y realizar un masaje perineal en el mes anterior a la fecha del parto puede ayudar a que tu zona perineal sea más flexible y pueda estirarse mejor sobre la cabeza de tu bebé cuando salga.
Después del parto, continúe haciendo los ejercicios de Kegel tan pronto como pueda -incluso si no siente que lo hace, y probablemente no lo hará de inmediato- para estimular la circulación y ayudar a sanar más rápido. Son excelentes para el tono muscular y pueden disminuir su riesgo de incontinencia.
Cuándo llamar a su médico
Si su perineo se pone muy rojo y muy doloroso e hinchado, o si detecta un olor desagradable, puede haber desarrollado una infección, así que asegúrese de ponerse en contacto con su médico.
Afortunadamente, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) ya no recomienda las episiotomías, o el corte quirúrgico del perineo, como protocolo estándar durante los partos vaginales, pero en algunos casos puede ser necesario, ya sea por el tamaño o la posición del bebé o por otra situación.
Los desgarros graves que se producen de forma natural son muy poco frecuentes, ya que ocurren en menos del 2 por ciento de todos los partos. Debido a que estos desgarros se acercan al recto (tercer grado) o realmente cortan sus músculos (cuarto grado), aumentan el riesgo de incontinencia anal y otros problemas del suelo pélvico. En algunos casos, estos desgarros pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales.
Si acabas teniendo un desgarro más grave o una episiotomía, los mismos métodos que funcionan para los desgarros normales te ayudarán a curarte: baños de asiento, compresas de hielo, hamamelis y sprays anestésicos. El simple hecho de exponer la zona al aire también puede ayudar a que se cure más rápidamente y con menos dolor.