Diabetes gestacional
Susana Cerdán, enfermera y matrona en diferentes centros hospitalarios, y creadora del Centro Maternalia, nos detalla una afección muy común entre las mujeres embarazadas.
¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es un trastorno específico del embarazo, que ocurre cuando el cuerpo de la mujer no gestiona de forma correcta la hormona insulina. El problema se da cuando el organismo fabrica poca insulina o no la aprovecha como debería. El resultado de ese desajuste en el metabolismo es que la glucosa se acumula en la sangre.
La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y es la responsable de convertir el azúcar que proviene de los alimentos (glucosa) y que circula por la sangre, en energía.
Una de las complicaciones más habituales en el embarazo
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la diabetes gestacional afecta a 1 de cada 10 mujeres durante el embarazo, siendo una de las complicaciones más comunes en esta etapa de la vida.
El embarazo implica un aumento de actividad en el metabolismo de la mujer. Para mantener la glucosa en niveles correctos, esta necesita producir más insulina. Cuando la cantidad adicional que produce no es suficiente, la glucosa en sangre se eleva a niveles fuera de los valores normales.
Sin causa conocida
No se conoce una causa específica de la diabetes gestacional, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad propia del cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina.
Síntomas muy leves
La diabetes gestacional no provoca síntomas o estos son leves, generalmente. Por esta razón se realiza un test a todas las embarazadas entre la semana 24 y 28 de embarazo para saber si padecen o no esta afección.
En caso de que sí se produzcan síntomas, pueden ser los siguientes:
- Visión borrosa.
- Fatiga.
- Sed y necesidad de beber mucha agua.
- Poliuria: incremento de la micción.
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.
- Infecciones urinarias, candidiasis vaginales.
Una prueba en la semana 24 para diagnosticarla
El test de O´Sullivan es una prueba que se realiza alrededor de la semana 24 y 28 de gestación a todas las embarazadas, generalmente aprovechando el análisis de sangre del segundo trimestre. Este test determina la cantidad de glucosa en sangre venosa de la paciente una hora después de haber tomado 50 gramos de glucosa por vía oral. La glucosa se toma a través de un jarabe bastante dulzón que muchas embarazadas no toleran bien, por lo que es habitual sentir naúseas y malestar después de tomarlo.
Si el resultado del análisis de esta prueba es mayor de 140 a la hora de la ingesta, se procede al segundo paso, que es tomar 100 gramos de glucosa y medir a las 3 horas. Si el nivel es mayor de 140 a las 3 horas de la ingesta, se establece diagnóstico de diabetes gestacional.
¿Existen factores de riesgo para padecerla?
Algunos factores que pueden predisponer a sufrir diabetes gestacional son:
- Antecedentes familiares de diabetes.
- Padecer diabetes antes de estar embarazada.
- Diabetes gestacional en un embarazo anterior.
- Edad superior a 35 años.
- Hipertensión arterial.
- Síndrome de ovarios poliquísticos.
Sobre estos aspectos, la mujer no tiene control, pero sí existen otros factores de riesgo sobre los que puede actuar, con el fin de disminuir el riesgo de desarrollar diabetes gestacional:
- Sobrepeso antes y al inicio del embarazo: un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.
- Seguir una alimentación inadecuada.
- Falta de ejercicio.
- Ser fumadora.
Tres pilares en el tratamiento: dieta, ejercicio y análisis
El tratamiento para la diabetes gestacional tiene como propósito mantener un nivel de glucosa en la sangre equivalente al de las embarazadas sin diabetes gestacional, e incluye siempre dieta y actividad física.
Para comprobar los niveles de glucosa, se suele entregar a la embarazada un glucómetro, que es un aparato que sirve para que ella misma pueda realizarse un análisis de la glucosa en sangre mediante punción en la yema del dedo. En general, se comienza realizando dicho análisis 3 o 4 veces al día durante algunas semanas. Si los controles presentan valores dentro de la normalidad, será posible bajar la frecuencia o cesarlos completamente, pero siempre debemos seguir las indicaciones del ginecólogo.
Para aquellas mujeres que no consigan mantenerse dentro de un buen control con el tratamiento dietético y la realización de ejercicio, se precisará un tratamiento con inyecciones de insulina.
Posibles complicaciones para la mujer y el bebé
El buen control que la mayoría de las mujeres lleva hoy en día de su diabetes gestacional hace que la mayoría no sufra ninguna consecuencia de importancia, ni para su salud ni para la del bebé. Sin embargo, un mal control de esta condición durante el embarazo puede suponer riesgos para ambos:
Complicaciones para la mujer:
- Tensión arterial alta y como consecuencia, preclampsia.
- Diabetes futura: es más probable que sufra diabetes gestacional en un embarazo futuro y también hay más probabilidades de que desarrolle diabetes tipo 2.
- Mayor riesgo de complicaciones en el parto: cesárea, parto instrumental…
Complicaciones que pueden afectar al bebé:
- Exceso de peso al nacer: por el elevado nivel de glucosa en sangre durante el embarazo.
- Mayor riesgo de parto prematuro y síndrome de dificultad respiratoria.
- Hipoglucemias tras el nacimiento, debido a su alta producción de insulina.
- Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.