El Nuevo Trato
¿Qué fue el Nuevo Trato?
El Nuevo Trato fue un amplio y exhaustivo conjunto de proyectos dirigidos por el gobierno introducido por el presidente Franklin Delano Roosevelt en un intento de ayudar a la economía de Estados Unidos a salir de la Gran Depresión. Se puso en marcha a principios de la década de 1930 y fue diseñado para reforzar la economía de los Estados Unidos, reducir el desempleo, proporcionar una red de seguridad social, e infundir confianza en la capacidad del gobierno para proteger a sus ciudadanos.
Consultas clave
- El New Deal fue una serie de programas nacionales introducidos por el presidente Franklin D. Roosevelt en un intento de poner fin a los estragos económicos de la Gran Depresión.
- El New Deal también intentó frenar los excesos del capitalismo desenfrenado mediante políticas como el establecimiento de salarios mínimos, la regulación de las condiciones de trabajo, la promoción de los sindicatos y el refuerzo de la seguridad en la jubilación.
- El New Deal hizo que el papel del gobierno en la dirección de la economía fuera más importante.
Entender el New Deal
El desplome de la bolsa de 1929 comenzó el 24 de octubre, un día conocido como el Jueves Negro. Las empresas y los bancos de todo Estados Unidos empezaron a quebrar, y la tasa de desempleo se disparó hasta el punto de que casi una cuarta parte de la población activa estaba desempleada.
El presidente Franklin Roosevelt puso en marcha el Nuevo Trato tras tomar posesión en 1933.Consistía en una serie de programas financiados por el gobierno con el objetivo de que la gente volviera a trabajar, así como leyes y órdenes ejecutivas que apoyaban a los agricultores y estimulaban la actividad empresarial.
El New Deal generó controversia al introducir una serie de reformas radicales y aumentar el papel del gobierno en la dirección de la economía. Varios de sus programas fueron finalmente declarados inconstitucionales por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, incluyendo dos pilares principales: la Administración de Recuperación Nacional (NRA) -que establecía las condiciones de trabajo, los salarios mínimos y las horas máximas, al tiempo que garantizaba el derecho de los trabajadores a negociar colectivamente- y la Administración de Ajuste Agrícola (AAA), que pretendía estabilizar los precios agrícolas.
Sin embargo, la opinión pública estaba a favor del New Deal y, como resultado, en febrero de 1937 Roosevelt trató de aumentar el número de jueces del Tribunal Supremo para evitar que se cerraran los futuros programas. Aunque fracasó en este intento de llenar el tribunal, logró su objetivo. En mayo de 1937, el Tribunal Supremo declaró la constitucionalidad de la Ley de Seguridad Social por cinco votos contra cuatro, después de que uno de sus jueces cambiara su postura anti-New Deal. Ningún otro programa del New Deal volvió a ser invalidado judicialmente por el tribunal.
El New Deal se promulgó en dos partes: la primera en 1933 y la segunda en 1935.
Historia del New Deal
El New Deal suele dividirse en dos segmentos. El «primer» New Deal se lanzó en 1933 durante los dos primeros años de la presidencia de Roosevelt. Además de la NRA y la AAA, consistió en medidas para estabilizar el sistema bancario (Ley Bancaria de Emergencia), garantizar la seguridad de los depósitos bancarios (Ley Bancaria de 1933, conocida como Ley Glass-Steagall) y aumentar la confianza en el mercado de valores (Ley de Valores de 1933).
El «segundo» New Deal, en 1935, introdujo quizás el mayor y más duradero legado del programa: los planes de jubilación patrocinados por el gobierno en forma de Seguridad Social. También aumentó el empleo gubernamental (Works Progress Administration) y los salarios mínimos (Fair Labor Standards Act).
¿Fue un éxito el New Deal?
Los historiadores atribuyen al New Deal cierto éxito en la recuperación de la fortuna del país. La economía se recuperó lentamente durante la década de 1930, se restableció la confianza en el sistema bancario gracias al seguro federal de depósitos, se mejoraron las condiciones de trabajo y los sindicatos reforzaron la mano de los trabajadores.
Sin embargo, fue la Segunda Guerra Mundial la que, en última instancia, proporcionó el impulso necesario para que Estados Unidos volviera a trabajar plenamente. El gasto sin precedentes en todo el mundo en barcos, armas y aviones impulsó al país hacia el pleno empleo, una hazaña que los programas del New Deal, a pesar de sus mejores esfuerzos, no pudieron lograr por sí solos.