Embarazo y trastornos alimentarios
El embarazo y la crianza de los hijos requieren una gran fortaleza, tanto física como psicológica y emocional. Durante el embarazo, el bebé en crecimiento recibe todo su alimento del cuerpo de los padres. Aunque el aumento de peso es necesario para un embarazo saludable, para las personas con trastornos alimentarios, tener que ganar peso puede ser muy aterrador.
Los profesionales recomiendan abordar los pensamientos y comportamientos desordenados antes de intentar quedarse embarazada. Comer de forma sana y equilibrada y mantener un peso saludable durante varios meses antes de concebir y durante todo el embarazo es importante para proteger su salud y la de su bebé.
Complicaciones de los trastornos alimentarios durante el embarazo
Riesgos para la persona embarazada: Mala nutrición, deshidratación, irregularidades cardíacas, diabetes gestacional, depresión grave durante el embarazo, parto prematuro, complicaciones en el parto, dificultades en la lactancia y depresión posparto.
Riesgos para el bebé: Desarrollo deficiente, nacimiento prematuro, bajo peso al nacer, dificultad respiratoria, dificultades de alimentación y otras complicaciones perinatales.
- Anorexia nerviosa: Las personas pueden tener un peso inferior al normal y no ganar suficiente peso durante el embarazo. Corren el riesgo de tener un bebé con un peso anormalmente bajo al nacer y problemas de salud relacionados.
- Bulimia nerviosa: Las que siguen purgándose pueden sufrir deshidratación, desequilibrios químicos o incluso irregularidades cardíacas. El embarazo aumenta estos riesgos para la salud.
- Trastorno por atracón: Los atracones suelen estar relacionados con el aumento de peso, lo que puede conllevar un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial y diabetes gestacional.
¿Qué pasa si me quedo embarazada mientras lucho contra un trastorno alimentario?
Aunque tener un trastorno alimentario puede disminuir las posibilidades de embarazo, a veces las personas con trastornos alimentarios se quedan embarazadas. Cuando esto sucede, se deben tomar medidas para protegerte a ti y a tu bebé. Los profesionales pueden abordar las necesidades específicas relacionadas con el embarazo y los trastornos alimentarios sólo si usted está dispuesta a ser completamente honesta con ellos acerca de sus luchas.
Si está embarazada y lucha contra los trastornos alimentarios:
- Sea honesta con su proveedor de servicios de salud prenatal con respecto a las luchas pasadas o presentes con un trastorno alimentario o la alimentación desordenada. Si no es sensible a su lucha y sus preocupaciones, busque un proveedor que sea más considerado con sus experiencias.
- Pueden ser necesarias citas adicionales para seguir más de cerca el crecimiento y el desarrollo de su bebé.
- Consulte a un nutricionista con experiencia en trastornos alimentarios antes o inmediatamente después de quedarse embarazada. Trabaje con el nutricionista durante todo el embarazo para crear un plan de alimentación saludable y aumento de peso. A menudo es útil seguir acudiendo a ellos después del parto.
- El asesoramiento individual y los grupos de apoyo durante y después del embarazo pueden ayudarle a hacer frente a sus preocupaciones y temores en relación con la comida, el aumento de peso, la imagen corporal y el nuevo papel de madre.
- Otras clases sobre el embarazo, el parto, el desarrollo del niño y las habilidades de crianza también pueden ser útiles para prepararse para esta etapa de su vida.
- Permita que su proveedor de salud prenatal la pese. Esta información es esencial para el seguimiento de la salud de su bebé. Si prefiere no controlar su aumento de peso, pregunte a su médico si puede subirse a la báscula al revés y pídale que no comparta la cifra con usted.
- Hable con su médico antes de asistir a una clase de ejercicio prenatal para asegurarse de que se ajusta a su plan de recuperación.
Consejos para una imagen corporal saludable durante y después del embarazo
Sea consciente de los desencadenantes del embarazo
El incesante recuento, comparación y medición que se produce durante esos nueve meses y más allá puede aprovechar algunas de las mismas vulnerabilidades que están relacionadas con los trastornos alimentarios y las obsesiones por la comida y el peso. El perfeccionismo, la pérdida de control, los sentimientos de aislamiento y los recuerdos de la infancia suelen aflorar a la superficie. Pero si recibes el apoyo que necesitas, tendrás más posibilidades de capear esas tormentas sin recurrir a hábitos autodestructivos.
Resiste el impulso de cerrarte o cerrarte
Recuerda que no hay nada vergonzoso en pedir ayuda. Es lo más valiente que puedes hacer por ti y por tu bebé. Considere su recuperación como un proceso continuo que le ayudará a alcanzar todo su potencial como persona y como madre.
Rompa el ciclo del odio al cuerpo
Permítase celebrar el hecho de que su cuerpo está haciendo magia en este momento. Antes de que las estrías te atormenten o de que te concentres en la piel flácida, tómate un tiempo para reflexionar sobre cómo vas a enseñar a tu hijo -con tus palabras y tus acciones- que aprecias tu cuerpo. Tenemos el poder de ayudar a que las futuras generaciones crezcan valorando más la buena salud que el peso y la apariencia física. Pero antes de poder transmitir esas actitudes positivas, debemos adoptarlas nosotros mismos.