Encefalopatía hepática

La encefalopatía hepática es la aparición de confusión, alteración del nivel de conciencia y coma como consecuencia de una insuficiencia hepática. Se produce cuando el hígado ya no es capaz de eliminar las sustancias tóxicas en la sangre. También se conoce como encefalopatía portosistémica. En los estadios avanzados se denomina coma hepático o coma hepaticum.

Se dice que se desencadena por la deshidratación, la ingesta de demasiadas proteínas, las anomalías electrolíticas (especialmente una disminución del potasio), las hemorragias intestinales, estomacales o esofágicas, las infecciones, los problemas renales, los bajos niveles de oxígeno en el organismo y el uso de medicamentos que suprimen el sistema nervioso central (como los barbitúricos o los tranquilizantes con benzodiazepinas).

Evaluación diagnóstica:

  1. Requiere la presencia de una función hepática alterada
  2. Los análisis de sangre (como los niveles altos de amoníaco) pueden ayudar al diagnóstico.

Signos y síntomas:

Síntomas iniciales:

  1. olvido
  2. confusión leve
  3. irritabilidad

Etapas intermedias:

  1. Se observan movimientos espasmódicos de las extremidades (asterisco, «colgajo del hígado» por su carácter de aleteo)
  2. ictericia (coloración amarilla de la piel y del blanco de los ojos)
  3. ascitis (acumulación de líquido en la cavidad abdominal)
  4. edema periférico (hinchazón de las piernas por acumulación de líquido en la piel)

Encefalopatía más grave:

  1. un patrón de sueño-vigilia invertido (dormir de día, estar despierto de noche)
  2. marcada irritabilidad
  3. temblores
  4. dificultades de coordinación
  5. dificultad para escribir.

Forma severa de encefalopatía:

  1. de letargo a somnolencia
  2. finalmente coma

Tratamiento:

La encefalopatía hepática es reversible con tratamiento. Éste se basa en la supresión de la producción de las sustancias tóxicas en el intestino, por lo que se ha utilizado ampliamente la lactulosa.

Los antibióticos neomicina y metronidazol se utilizaban anteriormente como tratamiento de la encefalopatía hepática. Sin embargo, se sabe que la neomicina y otros antibióticos aminoglucósidos similares pueden provocar pérdida de audición e insuficiencia renal si se utilizan de forma prolongada. Mientras que el metronidazol, también se descartó porque su uso prolongado podría causar una neuropatía periférica.

Un antibiótico más seguro y probablemente más eficaz es la rifaximina, un antibiótico no absorbible de la clase de la rifamicina. Se cree que funciona de forma similar, pero sin las complicaciones que conllevan la neomicina y el metronidazol. Sin embargo, siempre que se produzca un fallo hepático agudo, puede indicar un trasplante de hígado.

Créditos de las fotos: www.lookfordiagnosis.com

Daisy Jane Antipuesto RN MN

Actualmente es revisora del examen de la Junta Local de Enfermería. Las materias que maneja son Enfermería Pediátrica, Obstétrica y Psiquiátrica. Experiencias laborales anteriores incluyen: Instructora/profesora clínica, coordinadora clínica (Nivel II), instructora/profesora de cuidados, revisora de exámenes NC2 y enfermera de plantilla/clínica.Áreas de especialización: Sala de urgencias, sala de ortopedia y sala de partos. También he aprobado el IELTS.

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