Flagelo
Flagelo, plural de flagelos, estructura en forma de pelo que actúa principalmente como orgánulo de locomoción en las células de muchos organismos vivos. Los flagelos, característicos del grupo de protozoos Mastigophora, también se encuentran en los gametos de algas, hongos, musgos, mohos de limo y animales. El movimiento de los flagelos provoca las corrientes de agua necesarias para la respiración y la circulación en las esponjas y los celenterados. La mayoría de las bacterias móviles se mueven mediante flagelos.
Las estructuras y el patrón de movimiento de los flagelos procariotas y eucariotas son diferentes. Los eucariotas tienen de uno a muchos flagelos, que se mueven de forma característica en forma de látigo. La estructura de los flagelos es muy parecida a la del cilio. El núcleo es un haz de nueve pares de microtúbulos que rodean dos pares centrales de microtúbulos (la llamada disposición de nueve más dos); cada microtúbulo está compuesto por la proteína tubulina. El deslizamiento coordinado de estos microtúbulos confiere el movimiento. La base del flagelo está anclada a la célula por un cuerpo basal.
Los flagelos bacterianos son estructuras de forma helicoidal que contienen la proteína flagelina. La base del flagelo (el gancho) cerca de la superficie de la célula está unida al cuerpo basal encerrado en la envoltura celular. El flagelo gira en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario, en un movimiento similar al de una hélice.
El movimiento de los flagelos eucariotas depende del trifosfato de adenosina (ATP) para obtener energía, mientras que el de los procariotas obtiene su energía de la fuerza motriz de protones, o gradiente de iones, a través de la membrana celular.