Gestión de residuos peligrosos
Características de los residuos peligrosos
Los residuos peligrosos se clasifican en función de sus propiedades biológicas, químicas y físicas. Estas propiedades generan materiales que son tóxicos, reactivos, inflamables, corrosivos, infecciosos o radiactivos.
Los residuos tóxicos son venenos, incluso en cantidades muy pequeñas o en trazas. Pueden tener efectos agudos, causando la muerte o una enfermedad violenta, o pueden tener efectos crónicos, causando lentamente un daño irreparable. Algunos son cancerígenos, causando cáncer después de muchos años de exposición. Otros son mutagénicos, causando importantes cambios biológicos en la descendencia de los seres humanos y la fauna expuesta.
Los residuos reactivos son químicamente inestables y reaccionan violentamente con el aire o el agua. Provocan explosiones o forman vapores tóxicos. Los residuos inflamables arden a temperaturas relativamente bajas y pueden causar un peligro de incendio inmediato. Los residuos corrosivos incluyen sustancias fuertemente ácidas o alcalinas. Destruyen materiales sólidos y tejidos vivos al entrar en contacto, por reacción química.
Los desechos infecciosos incluyen vendas usadas, agujas hipodérmicas y otros materiales de hospitales o instalaciones de investigación biológica.
Los desechos radiactivos emiten energía ionizante que puede dañar a los organismos vivos. Dado que algunos materiales radiactivos pueden persistir en el medio ambiente durante muchos miles de años antes de descomponerse por completo, existe una gran preocupación por el control de estos residuos. Sin embargo, la manipulación y eliminación de material radiactivo no es responsabilidad del gobierno municipal local. Debido al alcance y a la complejidad del problema, la gestión de los residuos radiactivos -en particular de los residuos de fisión nuclear- suele considerarse una tarea de ingeniería independiente de otras formas de gestión de residuos peligrosos y se trata en el artículo reactor nuclear.