Hacia un marcapasos natural

9 de abril de 2009

Los marcapasos artificiales han salvado y alargado la vida de miles de personas, pero tienen sus defectos, como una frecuencia de pulso fija y una vida limitada. ¿Podría ser posible una solución biológica permanente?

Richard Robinson y sus colegas de las universidades neoyorquinas de Columbia y Stony Brook creen ciertamente que sí, y su trabajo publicado en el último número de The Journal of Physiology acerca el sueño a la realidad.

El propio marcapasos natural del cuerpo, llamado nodo sinoauricular (SA), es extremadamente vulnerable a los daños durante un ataque al corazón, dejando a menudo al paciente con un latido débil, lento o poco fiable. El corazón tiene una capacidad limitada para recuperarse del daño, por lo que el enfoque convencional consiste en colocar un dispositivo electrónico para supervisar y controlar el latido directamente.

Las terapias para ayudar a aumentar el ritmo cardíaco de forma biológica podrían ser una solución mucho mejor, pero existen algunos obstáculos importantes. La forma en que se generan las señales eléctricas en el nodo SA -y, por tanto, la frecuencia cardíaca- no es nada sencilla. Hay tres vías eléctricas separadas entre las células, llamadas canales HCN o «graciosos» (por su complejo comportamiento), que podrían estar implicadas.

El trabajo del doctor Robinson ayuda a arrojar luz sobre los secretos de los canales HCN, pero lo más importante es que describe un cultivo celular que han desarrollado y que imita con exactitud la función de los HCN en corazones enteros de mamíferos, lo que hará que las futuras investigaciones en el área sean mucho más rápidas y sencillas.

Los investigadores utilizaron su nuevo modelo celular para «recablear» genéticamente dos de los canales HCN. El ritmo cardíaco resultante era muy rápido con pausas irregulares, tal y como ya se ha observado en perros y ratones.

Es pronto, pero los nuevos y valiosos modelos informáticos y celulares son ideales para probar posibles nuevos fármacos que influyan en el ritmo cardíaco y allanar el camino para el desarrollo de nuevos marcapasos biológicos genéticos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.