Heparina de bajo peso molecular (HBPM)

La heparina de bajo peso molecular (HBPM), como su nombre indica, se deriva de la heparina no fraccionada (HNF) mediante la digestión o despolimerización de cadenas más largas de heparina en cadenas más cortas por medios químicos o enzimáticos. Estas cadenas cortas hacen que la HBPM dure más tiempo y actúe de forma más predecible en el organismo que la HNF.

Aunque la HBPM y la HNF actúan de forma similar para inhibir los factores de coagulación, la HBPM puede autoadministrarse en casa mediante una inyección subcutánea (bajo la piel) y no requiere el control sanguíneo regular necesario para el tratamiento con HNF. Como todas las heparinas, la dosis de HBPM se basa en el peso del paciente. Las opciones de HBPM disponibles en Estados Unidos son dalteparina (Fragmin®) y enoxaparina (Lovenox®).

Ventajas de la HBPM

  • Actividad más prolongada y predecible que la HNF
  • Autoadministrada en casa mediante inyección subcutánea, reduciendo o eliminando las estancias en el hospital
  • No se requiere un control sanguíneo regular

Desventajas de la HBPM

  • Caros
  • Puede ser incómodo de administrar, especialmente si el paciente tiene miedo a las agujas
  • La actividad más prolongada puede complicar la reversión, si es necesario

Efectos secundarios potenciales de la HBPM

  • Sangrado incontrolado (efecto secundario más grave)
  • Reacciones en el lugar de la inyección como enrojecimiento, irritación y hematomas
  • Pérdida de fuerza ósea (menos que la HNF)
  • Elevación de las enzimas hepáticas
  • Trombocitopenia inducida por la heparina (HIT)

El uso a largo plazo de la HNF se asocia con una incidencia del 2% de fractura ósea tras nueve meses de administración. No está claro si la HBPM también se asocia a la osteoporosis. Sin embargo, la HBPM debe utilizarse con precaución para el tratamiento a largo plazo hasta que se aclare más este riesgo. La trombocitopenia inducida por la heparina (HIT) también es un riesgo, pero es mucho menos frecuente con la HBPM que con la HNF.

Las heparinas no atraviesan la placenta ni dañan al feto, por lo que son los anticoagulantes preferidos para las mujeres embarazadas que experimentan -o que tienen un riesgo elevado de sufrir- coágulos sanguíneos. La HBPM es la heparina de elección en obstetricia por su menor incidencia de hemorragias y otras complicaciones en el embarazo en comparación con la HNF. Asimismo, la HBPM es el tratamiento preferido para los coágulos sanguíneos relacionados con el cáncer, ya que ha demostrado ser más eficaz que la warfarina.

La HBPM se utiliza a menudo de forma temporal para ayudar a los pacientes en la transición -o puente- al tratamiento anticoagulante oral a largo plazo, que suele ser warfarina o Coumadin®. El médico suele añadir warfarina a su programa de medicación, de modo que el paciente toma tanto warfarina como HBPM durante varios días bajo una cuidadosa supervisión. Una vez que su organismo alcance los niveles sanguíneos terapéuticos de warfarina, su médico suspenderá las inyecciones de HBPM.

Al igual que con la HNF, informe a su médico si está tomando aspirina, otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE) -como ibuprofeno o naproxeno- o clopidogrel antes de iniciar el tratamiento con HBPM, ya que estos medicamentos aumentan el riesgo de hemorragia.

No se conocen interacciones alimentarias ni restricciones dietéticas con la HBPM. A menudo se prescriben suplementos de calcio y vitamina D para ayudar a prevenir la pérdida ósea. Si está tomando HBPM a largo plazo, es una buena idea llevar una identificación que indique que está tomando HBPM en caso de emergencia médica.

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