Láser terapéutico en el tratamiento de la artritis

La aplicación de la terapia láser al paciente con artritis mediante una combinación de técnicas de aplicación puede proporcionar un alivio considerable en muchos casos.

Por William J. Kneebone, CRNA, DC, CNC, DIHom

La artritis es la causa más común de discapacidad en los Estados Unidos según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades y afecta a casi 19 millones de adultos.1 La artritis es una categoría amplia que abarca más de 100 manifestaciones diferentes. La artrosis y la artritis reumatoide son comunes y bien conocidas. También hay artritis infantil, general, gotosa, psoriásica y lupus eritematoso sistémico. La fibromialgia también se considera una afección reumatoide.

Los síntomas más comunes incluyen dolor, molestias, rigidez e hinchazón en las articulaciones o a su alrededor. Algunas formas de artritis, como la artritis reumatoide y el lupus, pueden afectar a múltiples órganos y causar síntomas generalizados. La artritis es más frecuente en los adultos de 65 años o más, pero se da en todos los grupos de edad. Casi dos de cada tres personas con artritis son menores de 65 años. Las mujeres tienen una incidencia del 24,4% y los hombres del 18,1% en todos los grupos de edad. Afecta a todas las razas y grupos étnicos.2

Estudios de eficacia

La terapia láser puede ser un tratamiento complementario eficaz en el tratamiento de la artritis, como demuestran los siguientes estudios:

  • Palma descubrió que el láser de luz roja bloquea el incremento de la prostaglandina e1 y la bradiquinina en el nivel de fibrinógeno plasmático.3
  • Campana observó que tras la inyección de pirofosfato de calcio en ratas para inducir síntomas similares a los de la artritis, el grupo no tratado presentaba una fuerte reacción inflamatoria difusa. No se observó ninguna inflamación en el grupo tratado con láser.4
  • Skinner estimuló células de fibroblastos embrionarios humanos con un láser de GaAs. El aumento máximo de la producción de colágeno y de la bioestimulación celular se produjo después de cuatro episodios de terapia láser a intervalos de 24 horas.5
  • Lievens descubrió un aumento de los crecimientos del pericondrio en el cartílago de las orejas de rata tratadas con un láser de GaAs diariamente durante cuatro días. Las orejas no tratadas no mostraron ningún cambio.6
  • Glazewski utilizó un láser de GaAs para tratar a 224 pacientes con artritis reumatoide. Se observó un acortamiento de la duración de los AINE, una reducción de la dosis y una mejora de las respuestas.7
  • Molina comparó dos grupos de sujetos de prueba: un grupo que recibía sólo aspirina y el otro grupo que recibía aspirina y láser de GaAs o HeNe. El grupo de láser de GaAs/aspirina tuvo la mejor respuesta.8
  • Soriano informó de buenos resultados en el tratamiento de un grupo de 938 pacientes con osteoartritis utilizando un láser de GaAs. Las afecciones agudas respondieron mejor que las crónicas. Los resultados oscilaron entre el 38% en las afecciones crónicas de cadera y rodilla y entre el 84% y el 100% en todas las demás zonas.9
  • Antipa intentó establecer la eficacia de la terapia láser en varios tipos de enfermedades reumatoides y no reumatoides. Su estudio de cinco años incluyó a 514 pacientes con osteoartritis, 326 pacientes con reumatismo no articular y 82 pacientes con reumatismo inflamatorio. Comparó cuatro grupos: 1) sólo láser de GaAs, 2) láser de GaAs y HeNe, 3) láser placebo y 4) medicación antiinflamatoria clásica. Los resultados se determinaron por las respuestas locales y los cambios en la escala de dolor. Conclusión: el grupo de láser combinado obtuvo los mejores resultados (iguales o mejores que la terapia antiinflamatoria).10
  • Simunovic informa de que los pacientes con osteoartrosis en las articulaciones de las extremidades superiores experimentaron un alivio del dolor del 70% y una mejora de la función tras la irradiación local combinada y la irradiación de los puntos gatillo.11
  • Gartner realizó un estudio doble ciego sobre la espondiloartritis anquilosante en estadio III y IV utilizando un láser de GaAs y HeNe. Se utilizó un tratamiento de tres semanas que consistía en 20 a 30 minutos diarios durante cinco días a la semana. La amplitud de movimiento de la columna vertebral y las pruebas de laboratorio relacionadas no cambiaron, pero se redujeron significativamente las puntuaciones de dolor, la rigidez matutina y la frecuencia de los despertares nocturnos.12

Respuesta bioquímica a la terapia con láser de baja intensidad

La figura 1 resume muchos de los efectos observados en los estudios de investigación mencionados anteriormente.

Las investigaciones relacionadas con el láser han demostrado una serie de respuestas bioquímicas interesantes que pueden tener un efecto clínico positivo. Estos efectos incluyen:

  • Estabilización de la membrana celular
  • Mejora de la síntesis de ATP
  • Vasodilatación estimulada junto con el aumento de histamina, NO y serotonina13
  • Aceleración de la actividad leucocitaria
  • Aumento de la síntesis de prostaglandinas14
  • Reducción de los niveles de interleucina-1
  • Aumento de la angiogénesis15
  • Aumento de la superóxido dismutasa16
  • Disminución de la proteína C-reactiva y de neopterina

La investigación sobre la terapia con láser y luz ha documentado que la luz roja y la luz infrarroja cercana reducen el dolor mediante una combinación de estas respuestas:

  • Aumento de las b-Endorfinas
  • Bloqueo de la despolarización del nervio aferente de la fibra C18
  • Disminución de los niveles de Bradikinina
  • Normalización de los canales de iones19

Un enfoque clínico integral al utilizar el láser terapéutico debe activar los tres efectos observados de la terapia láser. Se trata de efectos primarios, secundarios y terciarios, que se resumen a continuación: Los efectos primarios se deben a la fotorrecepción -la interacción directa de los fotones con los citocromos- y son muy predecibles y exclusivos de la fototerapia. A la fotorrecepción le siguen generalmente la transducción, la amplificación y la fotorrespuesta. Esta última puede clasificarse como secundaria o terciaria.

Los efectos secundarios se producen en la misma célula en la que los fotones produjeron los efectos primarios y son inducidos por estos efectos primarios. Los efectos secundarios incluyen la proliferación celular, la síntesis de proteínas, la degranulación, la secreción de factores de crecimiento, la contracción de miofibroblastos y la modificación de neurotransmisores, dependiendo del tipo de célula y de su sensibilidad. Los efectos secundarios pueden ser iniciados por otros estímulos así como por la luz.

Los efectos terciarios son las respuestas indirectas de las células distantes a los cambios en las células que han interactuado directamente con los fotones. Son los menos predecibles porque dependen tanto de factores ambientales variables como de las interacciones intercelulares. Sin embargo, son los más importantes desde el punto de vista clínico. Los efectos terciarios incluyen todos los efectos sistémicos de la fototerapia. Los eventos primarios, secundarios y terciarios se suman para producir la actividad fototerapéutica.

Técnicas de tratamiento

Hay varias técnicas de tratamiento diferentes que se utilizan comúnmente cuando se utilizan láseres terapéuticos.

La primera técnica es la saturación del tejido. Como su nombre indica, se trata de utilizar un contacto estacionario sobre el tejido objetivo durante el tiempo suficiente para obtener una dosis terapéutica óptima. Esto iniciará muchos de los efectos primarios y secundarios mencionados anteriormente (véanse las figuras 2 y 3).

La segunda técnica consiste en estimular el sistema linfático y el sistema vascular. Esto se consigue moviendo el emisor en pequeños movimientos circulares sobre el lugar de tratamiento. Esto ayudará a optimizar los efectos terciarios mencionados anteriormente (véase la figura 4).

La fotobioestimulación linfática para el cuello suele aplicarse siempre sobre los ganglios escalenos. El tratamiento sobre los conductos torácicos y/o linfáticos también son lugares habituales de bioestimulación láser.

La tercera técnica consiste en estimular los acupuntos del cuerpo, la oreja o la mano. Esto también tiene un efecto terciario en el cuerpo, ya que la estimulación de la vía de los meridianos provocará respuestas globales (véase la figura 5).

Discusión

La aplicación de la terapia láser al paciente con artritis mediante una combinación de las técnicas mencionadas anteriormente puede proporcionar un alivio considerable en muchos casos. La artritis suele ser una enfermedad sistémica. Es importante evaluar a cada individuo y tratar varias zonas, si es necesario. El programa de tratamiento con láser debe ser individualizado para el paciente. Suele consistir en un curso de tres a cinco aplicaciones semanales durante tres o cuatro semanas. Antes de repetir el tratamiento, se debe hacer un descanso de dos a tres semanas. Es importante iniciar la terapia con tiempos de tratamiento reducidos y aumentar gradualmente hasta una dosis completa. Esto minimizará la probabilidad de que el paciente experimente una respuesta proinflamatoria significativa tras el primer par de tratamientos.

Recursos

  • 1. www.cdc.gov/arthritis. Consultado el 19/3/2010.
  • 2. www.cdc.gov/chronicdiseases/resourses/ publications/AAG/arthritis.htm. Consultado el 19/3/2010.
  • 3. Palma J et al. Blockade of inflammatory signals by laser radiation. Láseres en cirugía y medicina. 1991. Suppl. 1:31.
  • 4. Campana V, Moya M, Gavotto A, et al. Efectos del láser HeNe en las artropatías microcristalinas. Láseres en cirugía y medicina. 2001, Suppl. 13:11.
  • 5. Skinner SM, Gage JP, Wilce PA, Shaw RM. A preliminary study of the effects of laser radiation on collagen metabolism in cell culture. Aust Dent J. June 1996. 41(3): 188-192.
  • 6. Lievens P and van der Veen P. The influence of low level infrared laser on the regeneration of collagen tissue. Laser in Medical Science. 2002. 17 (4). Proceedings from the 14th Annual Meeting of Deutche Gasellschaft fur Lasermedizin, Munich, Germany (June 2003).
  • 7. Glazewski JB. Aplicación de láseres de baja intensidad en reumatología. Los resultados de cuatro años de observación en 224 pacientes. Proc. SPIE. 1996. Vol. 2929: 80-91.
  • 8. Molina Soto JJ y Moller I. La laserterapia como coadyuvante en el tratamiento de la A.R. (Artritis Reumatoidea). Bol. C.D.I. 1987. 14: 4-8.
  • 9. Soriano F. Los efectos analgésicos de la terapia láser de baja intensidad con semiconductor GaAs de 904 nm en el dolor osteoarticular: un informe sobre 938 pacientes irradiados. Laser Therapy. 1995. 7(2):75-80.
  • 10. Antipa C et al. Low energy laser treatment of rheumatic diseases: a long-term study. Proc. SPIE. 1995.Vol. 2391: 658-662 (Laser Tissue Interaction VI).
  • 11. Simunovic Z y Trobonjaca T. Low level laser therapy in the treatment of osteoarthrosis of joints in the upper extremities: a multicenter, double-blind, placebo controlled clinical study of 128 patients. Lasers in Surg Med. 2000. Suppl 12: 8.
  • 12. Gartner C. Low reactive-level laser therapy in rheumatology: a review of the clinical experience in the authors laboratory. Laser Therapy. 1992. 4(3): 107-115.
  • 13. Silviera LB et al. Estudio in vivo del comportamiento de los mastocitos tras la radiación láser de baja intensidad e infrarrojo cercano. Laser Surg. Med. Abstract issue. Abstract 304. 2004.
  • 14. Tam G. Acción del láser de 904 nm en ortopedia y traumatología. Centro de Láser. Meridian Co. Ltd. Tolmezzo, Italia.
  • 15. Stadler I et al. In vitro effects of low level laser irradiation at 660 nm on peripheral blood lymphocytes. Lasers Surg Med. 2000. 27(3): 255-61.
  • 16. Kubota J. Láser y medicina deportiva en cirugía plástica y reconstructiva. Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva, Facultad de Medicina de la Universidad de Kyorin, Tokio, Japón. Resumen del 11º Congreso de la Asociación Internacional de Láser y Medicina Deportiva. Rosario, Argentina. 10-12 de marzo de 2000.
  • 17. Tsuchya K et al, Diode laser irradiation selectively diminishes slow components of axonal volleys to the dorsal roots from the saphenous nerve. Neuroscience Letters. 1993. 161: 65-68.
  • 18. Byrnes KR et al. Cellular invasion following spinal cord lesion and low power laser irradiation. Lasers Surg. Med. 2002. S14: 11.
  • 19. Martin R. Laser accelerated inflammation and healing, Pract Pain Manag. Nov/Dic 2003. 3(6): 20-25.

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