La vida en las fuentes hidrotermales
El fondo del océano profundo está casi desprovisto de vida, porque allí se encuentra poco alimento. Pero alrededor de las fuentes hidrotermales, la vida es abundante porque el alimento es abundante. Los fluidos calientes, ricos en minerales, suministran sustancias químicas nutritivas. Los microbios, algunos de los cuales se alimentan de estas sustancias químicas, forman la base de la cadena alimentaria de una comunidad diversa de organismos. Estos respiraderos son los únicos lugares de la Tierra en los que la última fuente de energía para la vida no es la luz solar, sino la propia Tierra inorgánica.
¿Comenzó la vida en los respiraderos de aguas profundas?
Esta es una teoría, y está apoyada por varias líneas de evidencia. En primer lugar, algunos de los microbios termófilos, o amantes del calor, de los respiraderos son los organismos más primitivos conocidos en la Tierra. Entre ellos se encuentran las arqueas, que pertenecen a un tercer dominio de la vida y son tan diferentes de las bacterias como éstas lo son de todos los demás organismos. En segundo lugar, en los respiraderos se encuentran moléculas orgánicas complejas, los componentes básicos de la vida. En tercer lugar, el océano profundo era uno de los pocos lugares de la Tierra primitiva que estaba protegido de los frecuentes bombardeos de meteoritos y de la radiación letal.
Animales de los respiraderos
Desde que se descubrieron los respiraderos hidrotermales en 1977, los científicos han identificado más de 300 especies de animales que viven en ellos. El 95% de ellas son exclusivas del entorno de las chimeneas, por lo que no se conocían previamente. Algunas, como los gusanos de tubo, no están estrechamente relacionadas con nada más. ¿Por qué los animales de las chimeneas son tan diferentes a los de otros lugares? Probablemente, estas criaturas tomaron caminos evolutivos divergentes en un pasado lejano. La comunidad de los respiraderos es antigua y ha evolucionado poco a lo largo de millones de años.
Los gusanos tubulares absorben el sulfuro de hidrógeno y otras sustancias químicas de los fluidos de los respiraderos para alimentar a las bacterias que viven en ellos. A cambio, las bacterias proporcionan el carbono necesario para que los gusanos tubulares puedan vivir.
Ventanas marinas profundas
Este vídeo contiene imágenes de las expediciones del Museo Americano de Historia Natural de 1997 y 1998 a la Dorsal de Juan de Fuca en el Océano Pacífico. Esta vista única es de la cámara de alta calidad en el sumergible Jason ROV operado por la Institución Oceanográfica Woods Hole.