Lo que los médicos saben: Reduzca su presión arterial de forma natural durante la noche
La presión arterial alta y el estrés son el proverbial huevo y la gallina. Funciona así: si una persona come muchos azúcares y granos, los receptores de insulina se vuelven locos y se apagan, lo que significa que las células sanguíneas ya no pueden absorber el magnesio, una de las fuentes más importantes del cerebro para aliviar el estrés. Las situaciones estresantes pueden hacer que la presión arterial se dispare, aunque sólo sea temporalmente, y el estrés a largo plazo puede provocar problemas de hipertensión a largo plazo. Si te encuentras atrapado en la rueda del hámster del estrés y la hipertensión, hay muchas cosas que puedes hacer para aliviar la presión, literalmente. Y no tiene por qué llevarle mucho tiempo. Nuestro cuerpo tiene una notable capacidad para curarse a sí mismo. La buena salud es una inversión para toda la vida, pero un poco de cuidado amoroso puede mejorar la presión arterial casi instantáneamente. 1. Toma una inyección de pimienta de cayena. La cayena abre los vasos sanguíneos y ayuda a aumentar el flujo de sangre. Esto disminuye la presión arterial de forma natural, al aumentar la velocidad con la que la sangre fluye a través de su sistema. Es una solución fácil: Mezcla media cucharadita de cayena en un vaso de agua tibia y miel cada mañana. Esto no sólo es bueno para la presión arterial, sino que ayuda a preparar tu barriga para la digestión del resto del día. 2. Toma un aceite con omega 3. La proporción de omega 6:3 es importante. Muchos de nosotros consumimos demasiado omega 6 en nuestras dietas, que es lo que ha causado la moda del omega 3. El aceite vegetal refinado es uno de los principales culpables, y se encuentra en casi todos los alimentos procesados, e incluso en algunos zumos de naranja. Debido a que tenemos demasiado omega-6 en nuestros sistemas, necesitamos compensar tomando alguna forma de aceite de omega-3. Reducir el consumo de alimentos procesados tendrá un efecto similar. Una solución fácil: Una cucharadita de aceite de omega-3 (aceite de linaza, aceite de nuez o, con mucho, la mejor opción, aceite de krill) cada noche hace algo más que equilibrar tus raciones de omega: ayuda a desensibilizar tus receptores de insulina, promueve el rejuvenecimiento celular y un sueño saludable, y te ayudará a despertarte sintiéndote fresco y vivo. 3. Deja los refrescos. Una lata de refresco de 12 onzas contiene unos 40 gramos de fructosa, uno de los principales factores de riesgo de hipertensión en Norteamérica. Consumir 74 o más gramos de fructosa al día aumenta el riesgo de hipertensión en un 77 por ciento. Para las personas acostumbradas a beber una o dos latas de refresco al día, reducir el consumo de refrescos puede tener un efecto drástico en la presión arterial, e incluso eliminar el problema por completo. La solución es fácil: Cámbiate al agua de coco. Es una bebida súper dulce y satisfactoria, y se ha demostrado que todos esos electrolitos adicionales reducen la presión arterial. Si estás acostumbrado a beber varios refrescos al día, además de zumos de frutas y otras bebidas procesadas, intenta eliminar al menos uno al día y sustituirlo por agua de coco. 4. Reduzca los alimentos procesados. Casi todos los alimentos procesados contienen grandes cantidades de fructosa, especialmente las bebidas de frutas o cualquier producto con sabor a fruta. La fructosa está escondida por todo el supermercado, incluso en los lugares más insospechados: carnes procesadas, panes, salsas para pasta y aderezos. A las cadenas de comida rápida les encanta la fructosa. Lo único que les gusta más es el aceite vegetal. Una solución fácil: Si eliminar todos los alimentos procesados te parece un salto demasiado grande, empieza a leer la información nutricional y deja atrás todo lo que contenga jarabe de maíz de alta fructosa, aceite vegetal o aceite de canola. 5. Toma vinagre de sidra de manzana. Además de reducir la presión arterial casi de la noche a la mañana, el vinagre de sidra de manzana tiene un sinfín de beneficios secundarios. El vinagre de sidra de manzana ayuda con la indigestión, especialmente si se sufre de diarrea. También alivia el dolor de garganta, cura el hipo al instante y reduce el colesterol. Y lo que es más importante, ayuda a perder peso al mejorar el metabolismo y reducir la retención de líquidos, y un peso saludable es clave para normalizar la presión arterial. Una solución fácil: Tres cucharaditas diarias de vinagre de sidra de manzana pueden reducir significativamente la presión arterial en una semana. Si el sabor es demasiado, mézclalo con un poco de agua tibia o añádelo a tu bebida favorita (siempre que no sea un refresco azucarado). 6. Añade ajo a todo. Si ya sufre de presión arterial alta, comer ajo con regularidad puede reducir su presión arterial en unos 20 puntos, es decir, entre un 10 y un 15 por ciento. Cuando el ajo se machaca, libera alicina, que disminuye la presión arterial y actúa como antiinflamatorio natural. Asegúrese de dejar reposar el ajo durante unos 15 minutos después de picarlo o machacarlo, para que la alicina se libere. Cocínalo a baja temperatura para obtener el máximo beneficio, ya que una temperatura alta matará muchas de las propiedades curativas del ajo. Una solución fácil: Toma cápsulas de ajo si no te gusta el sabor del ajo o no soportas tener aliento a ajo. Las cápsulas de ajo son tan efectivas como las de verdad, y a veces más si tienes la costumbre de cocinar demasiado los alimentos o no le das tiempo a la alicina para que se libere. 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