Los expertos recomiendan dosis bajas de aspirina para prevenir el ictus en las mujeres

Las dosis más bajas son tan eficaces como las más altas y probablemente sean más seguras.

Publicado: Mayo, 2009

Las mujeres de entre 55 y 79 años deberían considerar la posibilidad de tomar una aspirina diaria para reducir el riesgo de sufrir un ictus, según las nuevas directrices del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF), un panel de expertos que revisa la evidencia y recomienda estrategias de salud preventiva. Las directrices reflejan las pruebas que demuestran que los beneficios cardiovasculares de la aspirina varían en función del sexo. La aspirina reduce el riesgo de ictus isquémico en las mujeres, el más común (causado por coágulos de sangre), pero no el de infarto. En los hombres, reduce el riesgo de infarto pero no de ictus.

Las directrices, publicadas en Annals of Internal Medicine (17 de marzo de 2009), se aplican únicamente a personas sin antecedentes de enfermedad cardíaca o ictus. El USPSTF desaconseja el tratamiento con aspirina en mujeres menores de 55 años, porque su riesgo de sufrir un ictus es generalmente tan bajo que el riesgo de hemorragia gastrointestinal relacionado con la aspirina supera cualquier beneficio. Debido a la falta de pruebas, el grupo no hizo ninguna recomendación para las mujeres de 80 años o más.

El panel encontró beneficios con dosis de aspirina que van desde 75 miligramos (mg) al día hasta 325 mg cada dos días. Tras señalar que el riesgo de hemorragia aumenta con dosis más altas, afirmó que 75 mg -la dosis de la llamada aspirina infantil- «parece tan eficaz como las dosis más altas.» La aspirina para bebés puede adquirirse sin receta médica.

Los resultados difieren según el sexo

Investigaciones anteriores demostraron que una dosis baja de aspirina ayuda a prevenir los primeros infartos de miocardio en hombres sanos y disminuye el riesgo de posteriores infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares en mujeres y hombres que ya han sufrido un episodio cardiovascular. Los médicos recomiendan habitualmente que los hombres tomen una aspirina diaria a partir de los 40 años, y muchos dan el mismo consejo tanto a las mujeres como a los hombres que tienen factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión. Muchos expertos esperaban que el tratamiento con aspirina funcionara tan bien en las mujeres como en los hombres, reduciendo el riesgo de un primer ataque al corazón en más de un tercio.

Entonces, en 2005, llegaron los resultados del Estudio de Salud de la Mujer (WHS). Este ensayo de 10 años de duración, en el que participaron casi 40.000 mujeres sanas con una edad media de 54,6 años, demostró que una dosis baja de aspirina (100 mg en días alternos) no reducía el riesgo de sufrir un primer infarto de miocardio como en el caso de los hombres, pero sí el de sufrir un ictus. (En las personas de 65 años o más, el uso de la aspirina dio lugar a menos infartos de miocardio, así como a menos accidentes cerebrovasculares.)

Otras investigaciones han corroborado los hallazgos de la WHS. En 2006, por ejemplo, un nuevo análisis de seis ensayos controlados aleatorios confirmó la diferencia basada en el género en una amplia gama de dosis, desde 100 mg cada dos días hasta 500 mg diarios. Las usuarias de aspirina tenían un 70% más de riesgo de hemorragia gastrointestinal, y mayores tasas de úlceras de estómago y hematomas.

Ahora bien

La aspirina no es del todo benigna, y el perfil de riesgo de cada mujer es diferente. Por lo tanto, si está pensando en un tratamiento con aspirina, acuda a su médico para discutir los beneficios potenciales y los posibles riesgos a la luz de su situación específica. Además, aunque los fármacos pueden ser útiles, el estilo de vida proporciona una base más firme para la salud. En un estudio, las mujeres que no fumaban, eran activas (o tenían un trabajo no sedentario), comían mucha fruta y verdura y bebían alcohol con moderación redujeron el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus a más de la mitad, en comparación con las mujeres que no tenían ninguno de estos comportamientos.

Para saber más, compre «Ictus: Diagnóstico, tratamiento y recuperación de un ‘ataque cerebral'».

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