Métodos de depreciación – ¿Qué son los métodos de depreciación?
Los métodos de depreciación son diferentes formas de calcular cuánto valor pierden los bienes a lo largo de su vida útil prevista.
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Aunque los activos juegan un papel clave para ayudar a las empresas a proporcionar bienes o servicios, se vuelven menos valiosos y menos productivos a lo largo de su vida útil. Por tanto, es importante que el coste de un activo se divida a lo largo de su vida útil prevista de forma que se tenga en cuenta su valor decreciente.
Esto se conoce como depreciación, y hay varios métodos de depreciación diferentes, que permiten a las empresas determinar la pérdida de valor proyectada de ciertos activos a lo largo del tiempo o basada en el uso físico real. Esto permite una asignación efectiva de los costos a lo largo de la vida útil del activo en el período correcto.
Los cuatro métodos principales de depreciación
Hay cuatro métodos principales de depreciación. Tres de estos métodos se basan en el tiempo, mientras que uno se basa en el uso real.
Método de depreciación en línea recta
La depreciación en línea recta es el método de depreciación más simple y comúnmente utilizado.
Se puede calcular la depreciación en línea recta restando el valor de recuperación del activo del precio de compra original y luego dividiéndolo por el número total de años que se espera que sea útil para la empresa. El método de depreciación lineal da lugar a gastos de depreciación iguales repartidos uniformemente a lo largo de la vida útil del activo.
Calcular la depreciación lineal
Método de depreciación de saldo reductor
La depreciación de saldo reductor cambia la cantidad de depreciación cargada en el tiempo. Se considera un método de depreciación «acelerado».
El método de depreciación de saldo reductor es más útil para los activos que normalmente pierden la mayor parte del valor en los primeros años, pero luego experimentan una desaceleración de la depreciación más adelante. El equipo informático es un buen ejemplo de un activo que se beneficiaría de este método.
Método de depreciación de la suma de los dígitos del año
La depreciación de la suma de los dígitos del año es también un método de depreciación acelerada, que asigna mayores cantidades de depreciación a los primeros años de la vida útil de un activo y menores cantidades hacia el final.
El método de depreciación de la suma de los dígitos del año se determina sumando el número total de años de la vida útil esperada del activo y luego calculando el año en el que se encuentra actualmente en esa escala.
Método de depreciación de las unidades de producción
Mientras que los otros tres métodos de depreciación utilizan el tiempo para estimar cuánto valor ha perdido un activo, el método de depreciación de las unidades de producción tiene en cuenta la cantidad de actividad que el activo realmente experimenta. Por ejemplo, permite una tasa de depreciación más alta durante los períodos de alto uso, y una tasa más baja para los períodos de bajo uso o inactividad.
El método de depreciación por unidades de producción es útil para los activos que se ven muy afectados por el uso físico o la producción.
¿Qué método de depreciación debo utilizar?
Puede ser difícil saber qué método de depreciación debe utilizar, hay pros y contras de utilizar cada método de depreciación.
Al elegir entre los cuatro métodos diferentes de depreciación, debe considerar la naturaleza de sus activos. Por ejemplo, debe pensar si se vuelven menos productivos y útiles a un ritmo uniforme o si pierden valor repentinamente.
De igual modo, debe considerar si utilizará su activo a intervalos regulares y constantes o si podría estar inactivo durante largos períodos de tiempo.
Por último, es importante considerar si es necesario utilizar métodos complejos de depreciación o si un método más sencillo será suficiente. Mientras que las organizaciones más grandes podrían querer utilizar el método de depreciación más preciso, para la mayoría de las pequeñas empresas y los autónomos, la depreciación lineal es lo suficientemente sencilla de calcular y suficiente para considerar cómo decae el valor de un activo.
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