Multidisciplinar: Por qué los mejores emprendedores pueden llevar muchos sombreros

El emprendimiento no es un trabajo singular. En realidad es mejor verlo (y pensarlo) como una amalgama de diferentes trabajos. A medida que su organización crece, usted supervisa una serie de departamentos diferentes y se encarga de tareas que van desde las más grandes (conseguir financiación para una empresa) hasta las más pequeñas (pagar la factura del agua de su oficina).

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Generalmente, cuantas menos personas tenga trabajando para usted, más «sombreros» llevará. Por ejemplo, si no puede permitirse un asesor financiero o un contable, será usted quien lleve las finanzas de su empresa, además de todas sus otras responsabilidades.

A algunos empresarios esto les resulta aburrido o irritante: Se metieron en el negocio para tomar decisiones e idear amplias estrategias, no para involucrarse en otras funciones y departamentos fuera de su rango de experiencia. Pero, de hecho, los mejores empresarios son los que prosperan en este papel multidisciplinar, exigente y con varios sombreros.

Un marcador de adaptabilidad

Piensa primero en lo que supone probarse un «sombrero» que no estaba pensado para ti. Imagina a un diseñador que interviene para ayudar a resolver un problema de contabilidad, o a un gestor de cuentas que echa un vistazo a la rutina diaria de un ingeniero. Se trata de mundos desconocidos y, para sobrevivir en ellos, hay que pensar con la cabeza en alto.

También hay que estar abierto a nuevas experiencias, ser lo suficientemente humilde como para reconocer que se está fuera de su elemento y ser lo suficientemente rápido como para detectar los errores que uno no se da cuenta de que está cometiendo. En cierto sentido, la transición entre disciplinas te convierte en un experto en adaptabilidad, que como probablemente sabes es una cualidad indispensable para los emprendedores.

Las cosas pueden y van a cambiar rápidamente para tu negocio, por lo que cualquier experiencia que tengas en la adaptación rápida a nuevos escenarios te va a ayudar.

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Una diferencia de perspectiva

Una de las mayores responsabilidades a las que se enfrenta cualquier empresario es tomar decisiones en nombre de la empresa. Estas decisiones suelen tener fuertes consecuencias y se extienden a múltiples áreas. Por ejemplo, decidir si se lanza un nuevo producto de consumo puede suponer una presión adicional para la ingeniería. Pero esa misma decisión puede dar al equipo de ventas oportunidades adicionales para las ventas complementarias y superar a un nuevo competidor que está amenazando su línea de negocio.

Saltar a muchas funciones diferentes en su negocio le da una perspectiva más personal sobre cómo funcionan esas variadas funciones. Cuanto más perspectiva tenga sobre lo que hacen los diferentes equipos, más a fondo podrá pensar en las ramificaciones de sus decisiones, y mejores decisiones podrá tomar.

La voluntad de afrontar el riesgo

Emprender significa enfrentarse a riesgos, día tras día. El mero hecho de iniciar un negocio es un riesgo en sí mismo, pero cada decisión que tomes y cada nueva estrategia que adoptes formarán nuevos riesgos que tendrás que superar.

Desempeñar funciones con las que no estás familiarizado te ayuda a aclimatarte a este nivel de riesgo más avanzado. Entrará sin conocimientos, sin formación y sin experiencia, pero desempeñará responsabilidades similares a las de los empleados que poseen las tres cosas. Acostumbrarse a este entorno desconocido y de alta presión le facilitará asumir de buen grado riesgos calculados en un nivel superior de su organización.

Una apreciación de los equipos individuales

No subestime el elemento humano de su equipo. Puede que sus gestores de cuentas desempeñen un papel vital y de engranaje en su organización, pero también son personas con pensamientos, sentimientos y relaciones complejas (con otros miembros de su equipo).

Desempeñar papeles separados le ayudará a entender y empatizar con lo que supone ser esa persona (al menos hasta cierto punto). Esto tiene sus ventajas: Por ejemplo, si intervienes en la gestión de la estrategia de marketing, puede que aprendas algunas de las presiones a las que se enfrenta el departamento de marketing por parte de otros departamentos, lo que te hará más comprensivo y más consciente de los posibles problemas que puedan surgir. Esto puede ayudar algún día a la resolución de conflictos y a la prevención de crisis.

Dibujando la línea

Desgraciadamente, ni a ti ni a la empresa les conviene alternar entre los puestos de trabajo durante el futuro previsible del crecimiento de tu empresa. Hay un punto en el que tus responsabilidades adoptadas comenzarán a interferir con tus capacidades para dirigir la empresa desde un nivel superior.

Cuando llegues a ese punto, depende de ti hacer una nueva contratación, delegar algunas de esas responsabilidades o definir límites más claros en lo que eres capaz de hacer y estás dispuesto a hacer. Desgraciadamente, este punto es diferente para cada persona, y no hay forma de saber cuándo se ha llegado a él, aparte de confiar en tu instinto.

La próxima vez que te ofrezcan la oportunidad de asumir alguna responsabilidad menor no relacionada con la tuya, no tengas miedo de aceptarla. Es una práctica de adaptabilidad, riesgo, perspectiva y trabajo en equipo. E incluso si más tarde decides delegar esa responsabilidad, el tiempo que hayas pasado haciéndolo te ayudará a convertirte en un mejor empresario.

Así pues, pruébate todos los sombreros que puedas, y aprende de la experiencia.

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