¿Para qué sirve el amaranto?
Por el Dr. Mercola, agosto de 2014
Ventajas del amaranto
Nombre botánico: Amaranthus
Cultivado por los aztecas hace 8000 años y aún un cultivo nativo en Perú, la historia del amaranto puede ser rastreada hasta México y la Península de Yucatán. Hoy, es cultivado en África, la India, China, Rusia, a través de Sudamérica y está emergiendo de nuevo en Norteamérica.
El amaranto es una planta alta – generalmente seis pies – con hojas verdes anchas, flores color rojo brillante o doradas y existen alrededor de 60 especies diferentes. Las flores están hechas de brotes minúsculos parecidos a granos, una razón por la cual esta planta generalmente cae en la categoría de «grano». Pero el amaranto técnicamente no es un grano como la avena, trigo o arroz. A veces se refieren a él como un «pseudo-cereal» porque su perfil nutricional es muy similar.
Uno de los aspectos más importantes de este pequeño grano es que es libre de gluten. Cuando es molido la harina tiene un color marfil pálido, aunque los «brotes» rojos también pueden ser molidos para una fibra teñida de rojo y muy sana.
Al ser extremadamente denso, el amaranto es muy pesado para ser usado por sí mismo. Se combina con otros granos para lograr una textura más ligera y con una combinación probada de ingredientes como la goma guar para hacerse pasar por el gluten.
Cocinar amaranto es comparable con cocinar pasta o arroz: hierve bastante agua (seis tazas de agua por una taza de amaranto), mide el grano dentro, cocina y agita de 15 a 20 minutos, cuela, enjuaga y come.
El amaranto puede ser usado como un espesante excepcional para salsas, sopas, estofados y hasta jaleas. Comido como una botana, el amaranto puede tener una textura y sabor ligeros, de nuez o picante-crujiente. Lo mejor de todo, es que el amaranto es aún más nutritivo que los granos verdaderos.
Beneficios a la salud del amaranto
Una razón por la que el amaranto está emergiendo en la vanguardia entre los granos es por su nivel nutritivo. Es más alto en minerales como el calcio, hierro, fósforo y carotenoides que la mayoría de los vegetales. Tiene un contenido notable de proteína: taza por taza, 28.1 gramos de proteína comparados a los 26.3 gramos en el arroz.
El amaranto es una fuente genial de lisina, un aminoácido con un contenido de proteína comparable al de la leche, más fácil de digerir; eso no se puede decir de otros granos. Para apoyar este aspecto positivo del amaranto, también contiene proteínas primarias llamadas albumina y globulinas, las cuales, en comparación con las prolaminas en el trigo, son más solubles y digeribles.
Una taza de amaranto crudo contiene 15 miligramos de hierro, mientras el arroz blanco sólo contiene 1.5 miligramos. Una taza de amaranto crudo también contiene 18 miligramos de fibra, en comparación, el arroz blanco contiene 2.4 gramos.
En un 105% de la recomendación diaria por ración, el manganeso en el amaranto sobresale, aun así, contiene pocos carbohidratos. El amaranto contiene más de tres veces la cantidad de calcio y también es alto en magnesio, fósforo y potasio. El amaranto contiene de un 6 a 10% de aceite, predominantemente no saturado, o alrededor de 77% de ácidos grasos no saturados, incluyendo al ácido linoleico, requerido para una nutrición óptima. Sin ser lo menos importante en esta lista, el amaranto es el único grano con un contenido documentado de vitamina C.
Datos Nutricionales del Amaranto
Tamaño de la porción: Una (1) taza de amaranto (alrededor de 264 gr)
Cantidad por porción
Calorías …………………………………………………………….. 251
Carbohidratos ………………………………………………………. 46 g
Proteína ……………………………………………………………… 9 g
Fibra ………………………………………………………………… 5 g
Estudios hechos en el amaranto
Un estudio sobre el amaranto reportó que sus semillas contienen no sólo propiedades nutricionales importantes, sino también compuestos fitoquímicos como rutina, nicotiflorin y péptidos con la habilidad de ayudar a bajar la hipertensión e incidencias del cáncer.
Los investigadores sugirieron una investigación más amplia de la función de los péptidos benéficos para la salud en el amaranto, particularmente la lunasina, la cual fue identificada previamente en la soya y se pensaba que tenía beneficios que previenen el cáncer, así como que baja las incidencias de enfermedades crónicas, como la inflamación, diabetes, enfermedades cardiacas e infartos.