Pierda peso, mejore su salud intestinal y evite las enfermedades cardíacas con esta verdura cetogénica
¿Busca nuevas y deliciosas formas de incorporar más nutrientes a su dieta? Entonces debería añadir la jícama a su próxima cesta de la compra. Este tubérculo está repleto de ventajas que pueden ayudarte a perder unos cuantos kilos, a equilibrar tu salud intestinal y a mantener tu corazón sano.
Empecemos con un rápido desglose de la nutrición que puede encontrar en una taza de jícama: alto contenido de agua, 15 mg de magnesio y calcio, 26,3 mg de vitamina C (aproximadamente la mitad de la cantidad diaria recomendada), además de un impulso de antioxidantes antiinflamatorios y que combaten enfermedades. Y todo ello con sólo 49 calorías y unos 5 carbohidratos netos, gracias también a sus altos niveles de fibra. Sí, eso significa que, a diferencia de muchos otros tubérculos, la jícama es apta para la dieta. También es una fuente de nitratos, que se ha demostrado que aumenta la capacidad natural de su cuerpo para quemar grasa más rápido.
Pero esta deliciosa verdura no sólo es buena para su cintura. La fibra viene en forma de inulina prebiótica, lo que significa que trabaja con los probióticos para mantener su microbioma en buen equilibrio. La fibra en la jícama también puede asegurar que sus niveles de azúcar en la sangre se mantengan bajo control porque ralentiza el proceso de digestión para evitar picos repentinos.
De manera similar, los estudios muestran que la fibra en alimentos como la jícama trabaja en nuestros intestinos para ayudar a mantener niveles saludables de colesterol al evitar el exceso de producción de éste en nuestros hígados. ¿Preocupado por la presión arterial? Los 195 mg de potasio que se encuentran en una taza de jícama pueden mantener esas cifras bajas, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Ahora te estarás preguntando cuál es la mejor manera de comer jícama para poder aprovechar todas esas ventajas nutricionales. La buena noticia es que es un ingrediente súper versátil. Puedes disfrutar de su sabor ligeramente dulce y a nuez cruda, cortada en rodajas, como tentempié solo o con una salsa, o añadirla como textura crujiente a las ensaladas. También puedes asar la jícama como un sustituto de la patata apto para cetonas – ¡son unas patatas fritas estupendas!
No importa cómo la prepare, la jícama hará felices a sus papilas gustativas y mantendrá su cuerpo saludable.