¿Por qué extirpar medio cerebro?
Archivo de la vista del doctor
BALTIMORE, MARYLAND-La epilepsia es un término general para un grupo de trastornos que presentan convulsiones recurrentes. Las convulsiones son disparos eléctricos anormales y repentinos en el cerebro. Los ataques pueden provocar espasmos violentos y erráticos (convulsiones) de los músculos del cuerpo, así como alteraciones de la conciencia.
Algunos niños con formas graves de epilepsia pueden tener muchos episodios de ataques diarios. Sus vidas pueden verse afectadas por las dificultades de movimiento del cuerpo, la medicación, el deterioro de las funciones intelectuales y la dependencia de la familia y los cuidadores.
En los últimos treinta años, en las Instituciones Médicas Johns Hopkins, se ha extirpado quirúrgicamente la mitad del cerebro a 58 niños con epilepsia grave para eliminar las áreas erróneas. Los resultados de estas operaciones fueron comunicados por EileenP. G. Vining M.D. y sus colegas en un artículo publicado en PEDIATRICS(1997;100:163-171).
La extirpación de la mitad enferma del cerebro (hemisferectomía medicamentosa) de estos niños con convulsiones intratables y recurrentes tuvo éxito, en términos de alivio de las convulsiones, en más de 2/3 de los pacientes.
Todos los procedimientos también fueron considerados por los médicos y los padres como un éxito en el alivio de la «carga de la enfermedad», que se definió como el efecto de la combinación de las convulsiones diarias recurrentes, las discapacidades intelectuales y de movimiento, los medicamentos y las limitaciones familiares y del entorno.
¡Asombrosamente, después de los procedimientos, las discapacidades de movimiento de los niños mejoraron y la memoria y la personalidad, así como el sentido del humor, se mantuvieron!
La hemisferectomía se realiza sólo en niños gravemente afectados por la epilepsia en los que operaciones cerebrales más pequeñas no serían adecuadas. Los autores del informe hacen hincapié en que esta forma de cirugía «nunca debe realizarse hasta que ambos padres comprendan las posibles complicaciones de la cirugía y la magnitud de las discapacidades residuales esperadas, y puedan aceptar cualquiera de los posibles resultados quirúrgicos». Estos resultados potenciales incluyen la muerte, que se produjo en el 7% de los pacientes. Los autores también recomiendan que el procedimiento sólo se realice en un número limitado de centros. Estos centros deben contar con un equipo experimentado de cirujanos, neurólogos especializados en epilepsia, psicólogos y una red de personal de apoyo a los padres, incluidos trabajadores sociales.