Principales teorías de la personalidad

Los problemas de definición surgen con los términos personalidad y teorías de la personalidad. La personalidad es entendida por algunas personas como el autoconcepto; por otras, el consenso de las opiniones de otras personas sobre el carácter de uno, y por otras, el verdadero carácter de uno. Algunas teorías de la personalidad han elaborado conceptos coordinados en los que se discute cómo se origina y se desarrolla la personalidad desde la concepción hasta la senectud, y en los que se abordan aspectos cognitivos, conativos y afectivos de la mente, así como el libre albedrío, el holismo, la filosofía y otras cuestiones. Por otro lado, hay teorías de la personalidad relativamente simples y unidimensionales que prestan poca atención a lo que parece importante para otros teóricos.

Este tema se complica no sólo por su complejidad y sus variaciones, sino también por la beligerancia intelectual entre los que favorecen una teoría sobre otra y los que difieren sobre la misma teoría. La analogía con las religiones es ineludible.

En vista de esta situación, las teorías de la personalidad serán tratadas de una manera inusual. Las frases en cursiva son reimpresas de Personality Theories, Research, and Assessment (Corsini y Marsella 1983).

Tabla 1
Algunas teorías de la personalidad y sus originadores
nota: algunas teorías de la personalidad y sus originadores
abelson, r.p. menos esfuerzo lowen, alexander bioenergética
allport, gordon w. personalismo maltz, albert psicocibernética
angyll, andreas teoría organísmica maslow, abraham autoactualizaciones
assiogoli, roberto psicosíntesis may, rollo existencialismo
berne, eric análisis transaccional mead, g.h. interacción social
binwangers, ludwig daseinanalysis miller, neal teoría del aprendizaje
branden, nathaniel biocentrismo meyer, adolf teoría psicobiológica
burrow, trigant filoanálisis moreno, j.l. sociometría
bühler, charlotte psicología humanista mowrer, o.h. teoría de los dos factores
bühler, karl funktionlust murphy, gardner teoría biosocial
boss, medard daseinanalysis murray, h.a. teoría de la necesidad-prensa
cattell, raymond teoría multivariada osgood, charles teoría de la congruencia
combs, arthur fenomenología perls, frederick teoría de la Gestalt
ellis, albert teoría racional-emotiva piaget, jean teoría del desarrollo
erikson, erik teoría del desarrollo rank, otto teoría de la voluntad
eysenck, hans teoría del desarrollo reich, wihelm análisis del carácter
frankl, victor logoterapia rolf, ida integración estructural
fromm, erich psicoanálisis humanista rotter, julian aprendizaje social
heider, fritz teoría del equilibrio sarbin, theodore teoría del rol
horney, karen teoría sociopsicológica sheldon, william teoría morfológica
jackson, don teoría de los sistemas sulivan, h.s. teoría interpersonal
kelly, charles teoría neorichiana van kaam, adrian psicología transpersonal
korsybski, alfred semántica general werner, heinz teoría del desarrollo
lecky, philip autoconsistencia wolpe, joseph teoría del comportamiento
lewin, kurt psicología topológica

Contienen citas de afirmaciones seleccionadas sobre las diversas teorías escritas por autoridades de nueve sistemas principales. Otras fuentes que presentan información comparativa sobre las teorías de la personalidad son: Burger 1993; Cloninger 1993; Corsini y Wedding 1995; Drapela 1995; Engler 1999; Ewen 1997; Schultz y Schultz 1994.

La tabla 1 es una lista de otras teorías importantes de la personalidad.

PSICOANÁLISIS (SIGMUND FREUD, 1856-1939)

El psicoanálisis es tanto una teoría de la personalidad como una forma de psicoterapia (véase Freud 1952-1974). Muy controvertido durante toda la vida de Freud, sigue siéndolo.

Freud veía la personalidad como un conflicto dinámico dentro de la mente entre fuerzas instintivas y sociales opuestas. La hipótesis topográfica considera la mente en términos de tres sistemas. Son: el inconsciente, el preconsciente y el consciente. La mente está compuesta por el id, el ego y el superego. El id consiste en las demandas instintivas primitivas, el superego representa la influencia de la sociedad que restringe las demandas del id, y el ego se encuentra dinámicamente entre ambos. Los motivos fundamentales son instintivos. Los instintos son las fuerzas básicas (pulsiones) de la psique. El objetivo de las pulsiones es su satisfacción. Todos los instintos son básicamente sexuales. El concepto de sexualidad de Freud era equivalente a los placeres físicos. Hay una serie de etapas integradas en el desarrollo sexual. Freud postulaba que las personas pasaban por tres etapas sexuales: Una etapa oral que sigue a la etapa narcisista infantil primaria, luego una fase anal y finalmente una fase fálica. Los niños desarrollan actitudes libidinales hacia los padres. Esta noción del complejo de Edipo y Electra de los niños que tienen atracciones sexuales hacia los padres del sexo opuesto ha generado especialmente controversia.

La psique desarrolla una serie de defensas. Para sobrevivir, el yo del ser humano desarrolla una serie de procesos destinados a reprimir la conciencia de los conflictos. La represión es el principal mecanismo mental, pero hay otras defensas relacionadas con ella, como la racionalización, el desplazamiento, la identificación y la conversión. Los sueños tienen un significado y una finalidad. Según Freud, los sueños son deseos disfrazados que permiten a las personas dormir permitiendo expresiones de deseos ilícitos disfrazados por diversos simbolismos.

PSICOLOGÍA INDIVIDUAL (ALFRED ADLER, 1870-1937)

La teoría de la personalidad de Alfred Adler se distingue por su sentido común y su lenguaje sencillo (véase Adler 1956). En contraste con Freud y Jung, los puntos de vista de Adler demuestran una preocupación social.

El hombre, como todas las formas de vida, es un organismo unificado. Esta noción holística básica contradice las clasificaciones de Freud y las tesis y antítesis opuestas. Adler veía al individuo como una totalidad indivisible que no podía ser analizada ni considerada por secciones. La vida es movimiento, dirigido hacia el crecimiento y la expansión. Adler adoptó una actitud dinámica y teleológica hacia la vida, según la cual las personas se esforzaban siempre por alcanzar objetivos de superación y mejora personal. El hombre está dotado de creatividad y, dentro de unos límites, se autodetermina. En lugar de adoptar la postura habitual de que sólo la biología y la sociedad debían tenerse en cuenta en la formación de la personalidad, Adler postuló un tercer elemento: la creatividad personal o la responsabilidad individual, afín al concepto de libre albedrío. Adler aceptaba que todos tenemos ciertos datos biológicos y sociales y que lo que se haga de ellos es responsabilidad de los individuos.

El hombre vive inextricablemente en un mundo social. Adler tenía una teoría de la personalidad social. Individuale en alemán no tiene la misma denotación que individual en español, sino que denota indivisibilidad o unidad. Adler no veía al ser humano al margen de la sociedad. Los problemas importantes de la vida -relaciones humanas, sexo, ocupación- son problemas sociales. Adler creía que para tener éxito en la vida todos los humanos tenían que completar las tareas vitales de socialización, familia y trabajo.

El interés social es una aptitud que debe desarrollarse conscientemente. El interés social es el criterio de la salud mental. El interés social se define operativamente como utilidad social. Este trío de afirmaciones relacionadas es una filosofía explícita única para las teorías de la personalidad. Adler creía que la normalidad psicológica dependía del interés social (Gemeinschaftsgefühl). Consideraba que todos los fracasos humanos, como los criminales, los dementes y los neuróticos, carecían de este elemento.

PSICOLOGÍA ANALÍTICA (CARL G. JUNG, 1875-1961)

La psicología analítica de Jung hace hincapié en los procesos mentales inconscientes y presenta elementos de la personalidad que derivan del pasado de la humanidad (Jung 1953-1972).

La personalidad está influida por la activación potencial de un inconsciente transpersonal colectivo. Jung creía que los individuos al ser concebidos venían con algo del pasado que dirigía sus personalidades, un concepto algo parecido al lamarckismo relativo a la herencia física. Los complejos se estructuran y dinamizan en torno a una imagen arquetípica. Esta es una extensión de la primera afirmación. Los complejos hacen referencia a importantes aspectos bipolares de la personalidad, como la introversión-extraversión. Los complejos, dirigidos por los arquetipos, se consideran capacidades innatas y universales de la mente para organizar las experiencias humanas. Los arquetipos se consideran potenciales innatos de la mente derivados de las experiencias de los antepasados, una especie de plano director del propio carácter.

El ego media entre el inconsciente y el mundo exterior. Según Jung, un ego fuerte y bien integrado es el estado ideal para una persona. La realidad psíquica inconsciente es tan importante como el mundo exterior. Jung destacó la importancia de la fenomenología en contraste con el comportamiento manifiesto. Exploró los reinos interiores de las personas con gran diligencia. Incluso superó a Freud al concentrarse en la importancia del inconsciente. El crecimiento de la personalidad se produce a lo largo del ciclo vital. Jung veía a los individuos en constante crecimiento y desarrollo con etapas imperceptibles que a veces, como en el caso de la adolescencia y las crisis de la mediana edad, se hacían evidentes. La psique se esfuerza espontáneamente por alcanzar la plenitud, la integración y la autorrealización. Esta última afirmación es retomada de muchas maneras por otros teóricos, incluyendo los dos que acabamos de considerar, y se convierte en un punto central por algunos teóricos como Carl Rogers y Kurt Goldstein.

Teoría centrada en el cliente (CARL ROGERS 1902-1987)

Carl Rogers desarrolló su teoría como parte de su sistema de terapia centrada en el cliente o no directiva (véase Rogers 1951). Tuvo una fe permanente en el potencial de las personas para corregir los errores de su pasado si se podía crear un entorno terapéutico en el que el cliente se sintiera comprendido y aceptado por un terapeuta neutral no evaluador. Su sistema surge de un tema central, la primera afirmación que aparece a continuación.

Cada persona tiene una tendencia inherente a actualizar un potencial único. Rogers consideraba que cada persona tiene una tendencia inherente a desarrollar todas sus capacidades de manera que sirvan para mantener o mejorar el organismo. Cada persona tiene una sabiduría corporal inherente que permite diferenciar entre las experiencias que actualizan y las que no actualizan el potencial. Aquí se indica la confianza de Rogers en las personas: Hay una sabiduría del cuerpo en el sentido de que cada uno sabe lo que es mejor para uno mismo en términos del objetivo final de la autorrealización.

Es de crucial importancia estar totalmente abierto a todas las experiencias. Experimentar se convierte en algo más que una sensación corporal a medida que uno envejece. A través de complejas interacciones con nuestro cuerpo y con otras personas, desarrollamos un concepto del yo. Estas tres afirmaciones van juntas, y en ellas Rogers retoma la controversia naturaleza-crianza, herencia-ambiente. Esencialmente, su posición es que la personalidad es una función de la sabiduría corporal y del efecto de los demás (principalmente los padres).

Uno puede sacrificar la sabiduría de sus propias experiencias para ganar el amor de otro. Rogers, como terapeuta, llegó a la conclusión de que gran parte del sufrimiento humano se debe a la tendencia de las personas a sacrificar su propia sabiduría corporal para obtener la consideración positiva de los demás. Los niños, para conseguir la aceptación de sus padres, suelen estar de acuerdo con ellos, aceptar sus premisas y mantenerlas durante toda la vida, generando así problemas si las premisas son incorrectas. Su sistema terapéutico pretendía que las personas comprendieran sus procesos históricos y fueran capaces de revisar la historia de su vida. Se puede producir una ruptura entre lo que se vive realmente y el concepto del yo. Aquí se desarrolla el mismo tema. Una persona puede negar la realidad para obtener la aprobación de los demás, y esta bifurcación puede generar una gran cantidad de problemas. Cuando la brecha entre la experiencia y el yo es demasiado grande, puede producirse ansiedad o un comportamiento desorganizado. Una vez más, se hace hincapié en el mismo tema. Todos queremos ser amados y aceptados, pero la búsqueda continua de aceptación puede separarnos de la realidad. La validación de la experiencia en términos de los demás nunca puede completarse. Todos los desajustes se producen a través de la negación de las experiencias discrepantes con el autoconcepto. Por lo tanto, uno debe depender de sí mismo para la realidad y no de los demás. Adler creía que las personas inadaptadas carecían de interés social, mientras que Rogers afirmaba que la inadaptación procedía esencialmente de que las personas escuchaban a los demás en lugar de a su propia sabiduría corporal.

Teoría de las construcciones personales (GEORGE A. KELLY, 1905-1967)

Kelly fue un pensador muy original. Desarrolló un sistema cognitivo único que exigía el uso de un lenguaje idiosincrásico (véase Kelly 1955). Aunque su teoría de los constructos personales abarca toda la psicología desde el punto de vista ideográfico, obvió términos y conceptos habituales como el aprendizaje y las emociones y no prestó atención al entorno ni a la herencia.

Todas nuestras interpretaciones del universo están sujetas a revisión. Kelly parte de un escepticismo sobre las creencias y adopta la posición de que no existe una realidad absoluta. Adopta la posición del alternativismo constructivo para indicar que las personas con diferencias de opinión no pueden dividirse necesariamente en términos de bien y mal. Dos personas pueden ver la misma situación de formas muy diferentes y ambas pueden tener razón, ambas pueden estar equivocadas, o una u otra pueden tener razón. Ninguna persona tiene que ser víctima de su propia biografía. Aquí tenemos una declaración del concepto de libre albedrío en una forma diferente.

Los procesos de una persona están psicológicamente canalizados por las formas en que anticipa los eventos. Este es el postulado fundamental de Kelly. Esencialmente, este punto de vista afirma que lo importante es cómo se interpretan los acontecimientos y no los acontecimientos mismos. Esta afirmación conduce naturalmente a la principal contribución de Kelly a la teoría de la personalidad, una serie de otros constructos personales, relativos a la forma en que las personas ven la realidad. No es necesario que tratemos de abarcar todos sus constructos, pero algunos de ellos darán al lector una idea del pensamiento de Kelly: Una persona se anticipa a los acontecimientos interpretando su réplica. (El corolario de la construcción.) Las personas difieren unas de otras en su construcción de los acontecimientos. (El corolario de la individualidad.) Una persona puede emplear sucesivamente una variedad de subsistemas de construcción que son inferencialmente incompatibles entre sí. (El corolario de la fragmentación.) Este último corolario se relaciona directamente con el tema de Carl Rogers de que la inadaptación proviene de fuerzas divergentes: desde dentro y desde fuera.

Muchos de los procesos importantes de la personalidad y el comportamiento surgen cuando una persona intenta cambiar o se ve amenazada por un cambio forzado en su sistema de construcción. El punto de Kelly aquí es repetido por muchos otros teóricos, que uno establece algún tipo de patrón de vida o estilo de vida, pero los cambios en el pensamiento sobre uno mismo y los demás perturbarán al individuo.

El sistema de Kelly es el sistema cognitivo más puro de todos los discutidos aquí, únicamente dependiente de las percepciones e interpretaciones.

Teoría del refuerzo operante (B.F. SKINNER 1904-1990)

Skinner ha negado que su refuerzo operante sea una teoría de la personalidad, sino que abarca todos los aspectos de la conducta humana manifiesta (Skinner 1938). A diferencia de los teóricos que consideran la personalidad como algo esencialmente fenomenológico, Skinner rechaza el término mente y se ocupa únicamente de la conducta manifiesta. Como conductista radical, Skinner no niega los procesos internos pero los considera irrelevantes para la psicología como ciencia objetiva de la conducta.

La personalidad se adquiere y se mantiene mediante el uso de reforzadores positivos y negativos. Skinner aplica el refuerzo operante a todos los aspectos del comportamiento humano. Tendemos a repetir lo que funciona y a abandonar lo que no funciona, a continuar la conducta que nos lleva a consecuencias agradables y a interrumpir la que nos lleva a consecuencias desagradables. El comportamiento puede ser alterado o debilitado por la retención de reforzadores. Si otras personas cambian su forma de actuar hacia un individuo, esto a su vez afectará a la conducta de esa persona y, en consecuencia, a su personalidad.

La personalidad se desarrolla a través de un proceso de discriminación. En la vida, experimentamos todo tipo de consecuencias, y tenemos que tomar decisiones sobre nuestro comportamiento futuro ante estas consecuencias. La personalidad se va moldeando o diferenciando. Con el tiempo, nuestra personalidad se moldea por medio de generalizaciones sobre formas que conducen a la consecución de objetivos.

TEORÍA DEL APRENDIZAJE SOCIAL (ALBERT BANDURA, 1925-)

Bandura, al igual que Skinner, llegó a sus opiniones sobre la personalidad principalmente a través de la investigación (Bandura y Walters 1963). Su sistema es del tipo cognitivo-aprendizaje y subraya la capacidad de los individuos para generalizar en términos de símbolos.

Las causas del comportamiento humano son la interacción recíproca de las influencias conductuales, cognitivas y ambientales. Bandura cree que la personalidad es una función de cómo pensamos y actuamos y nuestras respuestas de las reacciones del entorno a nuestro comportamiento. En cuanto a los tres elementos de la biología, la sociedad y la creatividad, Bandura hace hincapié en los dos últimos. Se descarta que la herencia sea un factor determinante en el desarrollo de la personalidad: La forma en que una persona piensa y actúa y la forma en que el entorno responde a su comportamiento determinan su personalidad. El comportamiento puede autogobernarse mediante consecuencias autoproducidas (autorrefuerzo). Esta afirmación también subraya la importancia de la reciprocidad: la vida es una interacción: el individuo frente al mundo, en la que el individuo cambia el mundo y el mundo cambia al individuo.

Los individuos pueden ser influenciados por símbolos que actúan como modelos. La realidad para las personas no tiene por qué ser sólo un estímulo directo, como una sonrisa o una bofetada, sino que la realidad también puede ser a través de símbolos, como imágenes o palabras. Los principales estudios de investigación de Bandura consistían en que los niños observaran el comportamiento de los demás. Descubrió que si una persona considerada como modelo actuaba de forma agresiva y conseguía lo que quería, era probable que los observadores imitaran al modelo. Por consiguiente, no sólo los estímulos y las respuestas directas (según Skinner), sino también las experiencias simbólicas determinan la personalidad. Los refuerzos (y los castigos) pueden operar de forma vicaria. Esto es más de lo mismo. Varios tipos de comportamiento pueden modificarse viendo lo que les ocurre a otros. Aprendemos no sólo haciendo y obteniendo respuestas, sino también observando.

TEORÍA EXISTENCIAL DE LA PERSONALIDAD

La psicología existencial es un conjunto de conceptos vagamente organizados y mal definidos que se basan principalmente en el trabajo de filósofos y teólogos (véase Blackham 1959; Grimsley 1955). Esencialmente, los existencialistas consideran que los individuos están en busca de sentido. También se considera que las personas se esfuerzan por alcanzar la autenticidad.

La personalidad se construye principalmente a través de la atribución de significado. Esencialmente, este punto de vista es similar al concepto de construcciones de Kelly. Las personas se caracterizan por la simbolización, la imaginación y el juicio. Estos son vistos como intentos de encontrar significado. El ser humano siempre está tratando de dar sentido a la existencia, a los demás y a sí mismo, y utiliza procesos mentales en la interacción con el yo y el mundo.

La vida se entiende mejor como una serie de decisiones. El individuo humano no sólo tiene que tomar decisiones evidentes, como qué comer, sino otras más sutiles e importantes, como quién es realmente. Hay que decidir cómo es el mundo, qué es real, qué es importante y cómo participar en el mundo. La personalidad es una síntesis de facticidad y posibilidad. La facticidad se refiere a lo dado por la herencia y el entorno y la posibilidad se convierte en el aspecto creativo de la personalidad. Los hechos de la realidad limitan las variaciones del comportamiento.

Una persona siempre se enfrenta a la elección del futuro, que provoca ansiedad, y a la elección del pasado, que provoca culpa. La condición humana es tal que las personas que miran hacia atrás en el tiempo pueden encontrar razones para sentirse culpables y las que miran hacia adelante pueden encontrar razones para tener miedo. Los existencialistas ven la ansiedad y la culpa como elementos esenciales del ser humano.

El desarrollo ideal se facilita fomentando la individualidad. Aquí encontramos rastros del concepto de Carl Rogers sobre la importancia de escuchar el propio cuerpo o la exigencia de Adler y Kelly sobre el valor personal. Un problema humano es escapar de los efectos del entorno temprano, especialmente de los efectos de la familia.

Teorías constitucionales

Las teorías más antiguas sobre la formación de la personalidad son las constitucionales que afirman que la personalidad es una función de la naturaleza del propio cuerpo corpóreo. Aristóteles (1910) en su Physiognomica, por ejemplo, afirmó que los «antiguos» tenían una variedad de teorías para explicar las diferencias en el carácter humano. El médico griego Galeno tomó la explicación fisiológica de Hipócrates sobre la salud corporal como una función del equilibrio entre ciertos fluidos corporales y afirmó que los diversos tipos de personalidad eran una función de los excesos de estos fluidos. Gall y Spurzheim (1809) ensalzaron la frenología (la forma de la cabeza humana) para establecer la personalidad. Kretschmer (1922) declaró que las personas con ciertos tipos de cuerpo tendían a tener tipos particulares de condiciones mentales. Lombroso (1911) declaró que los tipos criminales se distinguían por una serie de anomalías fisiológicas. La lista es interminable. En la actualidad existe una variedad de teorías constitucionales de la personalidad, algunas de las cuales se discutirán a continuación.

Enfoque estructural. William Sheldon (véase Sheldon y Stevens 1942) clasificó a los individuos en términos de formas corporales afirmando que existía una correlación positiva entre las diversas variaciones estructurales y los tipos de personalidad. Dedicó muchos años a la investigación básica para encontrar pruebas de su teoría. Encontró pruebas sólidas que apoyaban la validez de sus puntos de vista. Otros investigadores también encontraron pruebas de apoyo, pero no en un grado útil.

El somatotipo proporciona un marco de referencia universal para el crecimiento y el desarrollo que es independiente de la cultura. Esta afirmación, por implicación, descarta la sociedad y la creatividad. Si se nace con un tipo de cuerpo determinado, se tendrá un tipo de personalidad específico. Tres extremos polares llamados endomorfia, mesomorfia y ectomorfia identifican los componentes esenciales del somatotipo. Sheldon tenía un sistema clasificatorio algo complejo con tres tipos corporales principales: los mesomorfos tenían un exceso de músculo, los endomorfos un exceso de grasa y los ectomorfos eran relativamente delgados. Por ejemplo, se consideraba que los mesomorfos eran audaces, los endomorfos extravertidos y los ectomorfos introvertidos.

Enfoque experiencial. Esta posición constitucional particular es defendida por Schilder (1950) y Fisher (1970) entre otros. Es un enfoque combinado de aprendizaje/fisiológico, que se refiere a la naturaleza de las experiencias que una persona tiene a través del contacto durante la vida, entre las vísceras internas, la piel y el efecto del entorno en el cuerpo.

Las sensaciones corporales proporcionan la base primaria para la diferenciación inicial del yo del entorno. La noción básica es que un bebé no nacido sólo es consciente de las sensaciones internas, pero tras el nacimiento, ahora se hace consciente de los estímulos del mundo exterior. Así, la superficie del cuerpo se convierte en el lugar de separación del yo del entorno y el niño pasa a ser capaz de identificar el yo y el mundo exterior. El desarrollo de la imagen corporal pasa por etapas, cada una de las cuales tiene un efecto duradero sobre la imagen corporal en su conjunto. Esta afirmación tiene elementos de las etapas sexuales freudianas y del conductismo de Skinner en el sentido de que el contacto con el mundo exterior no sólo establece el mundo sino también la personalidad del individuo.

Enfoque holístico. Kurt Goldstein, que trabajó principalmente con pacientes con lesiones cerebrales, se identifica principalmente con este punto de vista (véase Goldstein 1939). Al trabajar con varios casos de patología física, como las víctimas de derrames cerebrales, se dio cuenta de la importancia del intento del ser humano de maximizar y organizar los potenciales para sobrevivir y mejorar su situación.

El organismo humano normal está equipado para maximizar la autorrealización, siempre que las fuerzas ambientales no interfieran. Esta afirmación es aceptada de diversas maneras por otros teóricos de la personalidad, pero Goldstein la convirtió en su punto central. De los teóricos ya comentados, Adler, Jung y Rogers habrían estado completamente de acuerdo. La autorrealización se manifiesta por la máxima diferenciación y por el mayor nivel de complejidad posible de un sistema integrado. Esta afirmación se desprende de la anterior y hace hincapié en el concepto de la sabiduría del cuerpo. La clave del comportamiento eficaz es el funcionamiento adecuado de las relaciones parte-todo. Goldstein utilizó los conceptos de la Gestalt de figura y fondo para evidenciar la importancia de entender el comportamiento como una totalidad, y en consecuencia se le puede considerar un teórico holístico.

RESUMEN

En la actualidad existe un número considerable de teorías de la personalidad, cada una de las cuales trabaja como si fuera completamente independiente de la otra. Falta un vocabulario común que, a su vez, hace que diferentes personas digan lo mismo con palabras diferentes. Una teoría ecléctica completa tendría en cuenta todos los elementos mencionados, retomando la cuestión de la personalidad en términos de las cuestiones de la herencia, el entorno y la creatividad, el yo y el entorno.

(véase también: Personalidad y estructura social; Psicología social).

Adler, A. 1956 The Individual Psychology of Alfred Adler. H. L. Ansbacher y R. Ansbacher, editores, Nueva York: Basic Books.

Aristóteles 1910 Physiognomica. Oxford: Oxford University Press.

Bandura, A., y R. Walters 1963 Social Learning Theoryand Personality Development. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall.

Blackham, G. W. 1959 Six Existential Thinkers. New York: Harper and Row.

Burger, Jerry M. 1993 Personality. Pacific Grove, Calif. Brooks/Cole Publishing

Cloninger, Susan C. 1993 Theories of Personality: Understanding Persons. Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall

Corsini, R. J., y A. J. Marsella 1983 Personality Theories,Research, and Assessment. Itasca, Ill.: Peacock.

Corsini, Raymond J. y Danny Wedding 1995 CurrentPsychotherapies, 5th ed. Itasca, Ill.: Peacock.

Drapela, Victor J. 1995 A Review of Personality Theories, 2nd ed. Springfield Il.: Charles C. Thomas

Ewen, Robert B. 1997 An Introduction to Theories ofPersonality, 5th ed. Hillsdale, N.J.: Erlbaum Associates.

Fisher, S. 1970 Body Experience in Fantasy and Behavior. New York: Appleton-Century-Crofts.

Freud, S. 1952-1974 The Complete Psychological Works ofSigmund Freud. Londres: Hogarth Press (24 volúmenes).

Gall, F. J., y J. C. Spurzheim 1809 Recherches sur lasystème nerveux. París: Schoell.

Goldstein, K. 1939 The Organism. New York: American Book Co.

Grimsley, R. 1955 Existentialist Thought. Cardiff: University of Wales Press.

Jung, C. G. 1953-1972 The Collected Works of C. G. Jung. Princeton, N.J.: Princeton University Press.

Kelly, G. A. 1955 The Psychology of Personal Constructs. New York: W. W. Norton.

Kretschmer, E. 1922 Physique and Character. London: Paul, Trench Trubner.

Lombroso, C. 1911 The Criminal Man. Boston: Little, Brown.

Monte, Christopher F. 1995 Beneath the Mask: An Introduction to Theories of Personality, 5ª ed., Ft. Ft. Worth, TX: Harcourt Brace.

Rogers, C. R. 1951 Client-Centered Therapy. Boston: Houghton Mifflin.

Schilder, P. 1950 The Image and Appearance of the HumanBody. New York: International Universities Press.

Schultz, Duane P. y Sydney Ellen Schultz 1994 Theories of Personality 5th ed. Pacific Grove, California: Brooks/Cole Publishing.

Sheldon, W. H., y S. S. Stevens 1942 Varieties ofHuman Temperament. New York: Harper and Row.

Skinner, B. F. 1938 The Behavior of Organisms. New York: Appleton-Century-Crofts.

Raymond J. Corsini

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.