PSICOLOGÍA: Moratoria Identidad y definición de adultez

Cuando hablamos de identidad, hay muchas cosas que podemos tener en cuenta. Hoy quiero centrarme en un fenómeno en el que tuve ocasión de fijarme hace unos meses. Quiero hablar de una estrategia muy popular para afrontar la vida.


Identidad de moratoria. Imagen:

Teoría

De todos los conceptos que los creadores se propusieron la continuación de la obra de Erik H. Erikson (1950,), el más popular, fue una teoría del estado de identidad desarrollada por James Marcia (1966). El mecanismo básico de la formación de un estatus de identidad particular es asumido por Marcia seguimiento secuencial de dos procesos. El primero de ellos es la exploración del entorno social y físico, o el «ensayo» adoptando diversos roles sociales, experimentando con el estilo de vida disponible, examinando las fronteras propias y ajenas. El segundo es la toma de decisiones, la elección y la aceptación de las obligaciones relacionadas en el ámbito determinado en el proceso de exploración de las áreas y la participación en su aplicación. Partiendo de la suposición sobre el importante papel de la exploración y el compromiso en el proceso para alcanzar el estatus de identidad, Marcia reconoció que la crisis de la adolescencia puede terminar adoptando uno de los cuatro estatus:- identidad alcanzada, asumida, dispersa o moratoria.

Identidad moratoria

Se puede hablar de una identidad moratoria cuando una persona (después de los 23 años) explora roles y actitudes sin comprometerse a elegir uno de ellos. La actitud de tal persona se caracteriza por la rebeldía, la actitud introspectiva.
La moratoria impulsa el pensamiento crítico del joven, la apertura a lo nuevo y la búsqueda. Una persona así experimenta una crisis de identidad, por lo que se hace preguntas importantes: «¿quién soy?», «¿en qué quiero involucrarme?». Un joven en esta etapa de desarrollo suele cambiar de decisiones, a veces se compromete con ideologías muy diferentes. Aunque este comportamiento puede suscitar preocupación y ser difícil de entender, este tipo de comportamiento es necesario para el adolescente.

Dimensiones de la identidad, Autor: Smashedturtle

La clave de esta fase del desarrollo de la identidad es su finalización. Hay casos en los que no llega a su fin. Las personas que permanecen en esta identidad durante mucho tiempo no suelen realizar las tareas de desarrollo propias de su grupo de iguales. El carácter no normativo de su desarrollo puede adoptar diversas formas y tener diversas consecuencias. Las formas de no madurez más frecuentemente reconocidas son, entre otras: no aceptar un trabajo, no querer entablar relaciones románticas maduras, implicarse fuertemente en alguna ideología, marcar su individualidad en relación con el grupo de iguales.

Teoría de Havinghurst

El proceso de desarrollo individual de una persona en la vida puede reconocerse con la llamada perspectiva pragmática (es decir, los logros que la sociedad espera de un individuo en un periodo determinado de la vida) y teleológica (metas que una persona realiza desde el momento del nacimiento hasta la muerte). Uno de los conceptos más populares de esta tendencia es el concepto de tareas de Robert Havighurst. Según sus premisas básicas, la unidad en el proceso de desarrollo pasa de una fase a la siguiente, resolviendo en cada etapa posterior problemas que son típicos de un periodo determinado. Las tareas de desarrollo son objetivos a alcanzar en un periodo específico de la vida humana. La realización con éxito de una determinada tarea conduce a la satisfacción y al éxito en el cumplimiento de los objetivos de las etapas posteriores de la vida. El fracaso en esta área se asocia a menudo con la falta de aceptación del entorno social del lugar, lo que a su vez puede ser una fuente de profunda insatisfacción con la vida y serias dificultades en el proceso de tareas posteriores.

Para el período de la edad adulta temprana (18 – 35 años) Havinghurst estableció las siguientes tareas:
– Elegir un cónyuge
– Aprender a vivir con su cónyuge.
– Formar una familia.
– Criar a los hijos.
– Cuidar la casa.
– Empezar a trabajar.
– Aceptar la responsabilidad cívica.
– Encontrar un grupo social afín.

Por supuesto, las tareas de desarrollo establecidas por Havighurst no son las únicas ni las últimas que tienen que hacer las personas entre 18 y 35 años. Tratando de adaptar las tareas asignadas por él, podemos ver la dirección de desarrollo apropiada para las personas en un rango de edad determinado.


Trastorno de adaptación; Fuente: https://icd.codes/icd10cm/F4320

Enfoque clínico y social

La identidad moratoria es normativa durante el desarrollo de la identidad. No pasar de la identidad moratoria a la identidad lograda se considera en términos de problema.
Emprender tareas de desarrollo y afrontar los retos que surgen durante la vida permite a las personas comprobarse a sí mismas en diferentes roles y situaciones. La transición a la identidad alcanzada está directamente relacionada con la decisión de seleccionar roles específicos y comprometerse con ellos. Al posponer el rol ocupacional o social, el individuo permanece en una fase de desarrollo anterior. La imagen de la sociedad actual indica que la decisión de adoptar roles específicos en la vida se desplaza en el tiempo. En ello pueden influir, por ejemplo, los llamados años sabáticos, a los que se asocia la finalización de los estudios más tarde. La definición de los roles sociales de los adultos también cambia. Tener un cónyuge no es necesario para ser reconocido como adulto en la sociedad. Tener un cónyuge no significa que las personas sean percibidas en la sociedad como adultos. Los determinantes de la edad adulta cambian constantemente.

Cabe recordar que la identidad moratoria no es un trastorno clasificado. Indirectamente, puede influir en la aparición de trastornos adaptativos (F43.2) o causar, por ejemplo, problemas para entablar relaciones interpersonales adecuadas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.