¿Pueden los bebés comer helado?
Nos han preguntado algunas veces si es seguro o no que los bebés coman helado.
En la mayoría de los casos, ha sido porque un familiar bienintencionado ha dado helado como capricho… sin consultarlo antes con papá y mamá. Esto lleva a la preocupación de que pueda hacer que el bebé enferme.
Por regla general, el extraño sabor del helado que se le da a escondidas a tu bebé no debería hacer ningún daño…
…así que no te asustes si a tu pequeño le han dado (¡aunque vale la pena señalar a los amigos/familiares que te gustaría que hablaran contigo primero!).
Pero, por supuesto, los helados no son recomendables como alimento adecuado para el primer año del bebé.
Por un lado, contienen azúcar – y realmente no quieres fomentar el gusto por lo dulce a una edad temprana.
Por otro lado, puede contener ingredientes que podrían provocar una reacción. Por ejemplo, puede contener frutos secos o ingredientes elaborados a partir de ellos, aunque no sea evidente. Algunas variedades de helado también contienen colorantes o aromas artificiales.
Aunque los helados de las tiendas suelen estar pasteurizados, el helado de los camiones o de las máquinas dispensadoras puede NO ser seguro para el bebé
Es habitual que en el Reino Unido se recomiende a las mujeres embarazadas que eviten el helado blando de las máquinas, porque puede contaminarse con Listeria (una posibilidad si los tubos de la máquina no se mantienen escrupulosamente limpios).
Esta misma precaución es aconsejable también para los niños muy pequeños.
Una vez que su bebé tenga más de un año, puede ofrecerle un poco de helado de vez en cuando; en comparación con otras golosinas, un helado de buena calidad es nuestro «postre preferido» para nuestros hijos mayores, ya que, al menos, aporta algo de calcio.
Pero es importante tener en cuenta que también contiene azúcar y grasa, que deben limitarse a lo largo de la vida.
Cuando hace mucho calor, hay muchas otras cosas agradables que puedes ofrecerle a tu bebé para que se refresque y le proporcione algo de nutrición al mismo tiempo.
Las rodajas de fruta congelada son ideales, servidas como alimento para los dedos, colocadas en un comedero de malla o incluso aplastadas en un bol. También puedes probar a congelar el yogur y hacerlo puré con la fruta favorita de tu bebé y un toque de vainilla.
Cuando las temperaturas del verano se disparan, una de nuestras cosas favoritas es hacer un sencillo «helado» de plátano.
Todo lo que tienes que hacer es cortar un plátano maduro en rodajas, meterlo en el congelador hasta que esté firme, y luego echar las rodajas congeladas en la batidora y batirlas.
El resultado es increíblemente parecido a un helado de verdad, tanto en textura como en sabor, ya que el dulzor natural del plátano evita la necesidad de utilizar azúcar.
Puedes crear diferentes sabores añadiendo otros ingredientes a tu «base» de plátano: una cucharada de arándanos y una cucharadita de germen de trigo, por ejemplo, aportan un color maravilloso y mucha bondad.
¿Creas tu propio «helado» con ingredientes saludables? Por favor, comparte tus ideas y recetas.