Qué esperar tras un ataque isquémico transitorio (AIT)

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Tener un ataque isquémico transitorio (AIT) puede ser aterrador. Los AIT presentan los mismos síntomas que un ictus, como debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, cambios en la visión y confusión. La diferencia es que los síntomas del AIT se resuelven en cuestión de minutos, aunque pueden durar hasta 24 horas. Los médicos llaman a los AIT miniaccidentes cerebrovasculares o accidentes cerebrovasculares de advertencia, porque si se sufre un AIT, se corre un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular más adelante.

La recuperación del AIT es rápida, en cuanto cesan los síntomas. El problema es que mientras experimentas los síntomas, no sabes si es un AIT o un ictus. Sólo cuando los síntomas desaparecen y un médico evalúa sus vasos sanguíneos lo sabe. Obtenga más información sobre lo que debe esperar después de recuperarse de un AIT.

Un AIT es una emergencia médica, incluso si los síntomas han desaparecido. Puede creer que si los síntomas han desaparecido, está bien, pero su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular es mayor en las primeras horas después de un AIT y sigue siendo alto durante la semana inmediatamente posterior, por lo que es vital obtener ayuda lo antes posible.

Si experimenta síntomas de AIT, llame al 911 o pida a alguien que le lleve a un servicio de urgencias inmediatamente. Una vez en urgencias, el médico que le atienda le evaluará y realizará o pedirá pruebas para determinar por qué ha tenido los síntomas.

Pruebas para diagnosticar los AIT

La única forma de determinar la causa de su AIT y su riesgo de sufrir otro AIT o un ictus es mediante una serie de pruebas. Estas pruebas también muestran si ha habido algún daño en su cerebro o en su corazón.

Examen físico

Un examen físico indica al médico de urgencias cómo se encuentra usted en ese momento. Parte de ese examen físico es un examen neurológico. El médico observa cómo mueve los brazos y las piernas, cómo habla y sonríe, sus ojos y su visión, y su equilibrio, entre otras cosas. Cualquier cambio podría significar que el AIT aún no está completamente resuelto.

Análisis de sangre

Los análisis de sangre son una parte importante del examen del AIT. Estos análisis pueden indicar al médico si hay algo más, como una infección, o posibles causas del AIT, como niveles altos de colesterol, diabetes, sangre que se coagula demasiado rápido u otras afecciones.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen permiten al médico buscar obstrucciones o daños en el cerebro, las arterias carótidas (las arterias del cuello que llevan sangre al cerebro) y el corazón.

  • La TAC (tomografía computarizada o TAC) utiliza un equipo especial de rayos X y un programa informático para obtener una visión más detallada del cerebro y las arterias carótidas que la que se obtendría con una radiografía.

  • La RMN (resonancia magnética) proporciona una visión más especializada del cerebro utilizando ondas magnéticas en lugar de radiación como los rayos X.

  • La angiografía por resonancia magnética (ARM) es similar a la RMN, pero primero el médico inyecta un tinte a través de una línea intravenosa (IV). El médico observa el movimiento del tinte en una pantalla mientras éste se desplaza por los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluido el cerebro.

  • La ecografía de la arteria carótida mostrará si hay alguna obstrucción en los vasos sanguíneos.

  • La arteriografía es un procedimiento mínimamente invasivo. Para realizar una arteriografía, un radiólogo realiza una pequeña incisión en una arteria, normalmente en la ingle, para introducir un catéter largo y estrecho. El médico hace avanzar el catéter hasta la arteria carótida. Se inyecta un colorante a través del catéter en la arteria y se sigue el movimiento del colorante con el flujo sanguíneo.

Después de un diagnóstico de miniaccidente cerebrovascular

Una vez que su médico realiza el diagnóstico, el siguiente paso es remitirle al especialista o especialistas adecuados que pueden desarrollar su plan de tratamiento en función de la causa del AIT. Por ejemplo, si tiene una diabetes no tratada, es posible que necesite que le remitan a un endocrinólogo. Si su problema está relacionado con niveles elevados de colesterol o enfermedades cardíacas, puede necesitar un cardiólogo. A su vez, un cardiólogo puede remitirle a un cirujano o a un radiólogo intervencionista si necesita un tratamiento más invasivo, como una cirugía.

Independientemente del especialista al que acuda, lo más probable es que le recomiende realizar cambios en su estilo de vida además del plan de tratamiento. Estos cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta baja en grasas y sal y hacer ejercicio con regularidad, ayudan a promover un estilo de vida más saludable. Hacer que estas prácticas formen parte de su vida no sólo reduce el riesgo de sufrir más AIT o ictus, sino también otras afecciones, como la obesidad, la hipertensión y la diabetes.

Pronóstico y resultados del AIT

Un AIT es una emergencia médica no por sus síntomas, sino por lo que significa un AIT. Tener un AIT es un aviso de que algo va mal en su sistema vascular y de que corre el riesgo de sufrir un ictus. Los médicos utilizan una puntuación de riesgo -la puntuación ABCD2- para determinar el riesgo de ictus tras un AIT. La puntuación tiene en cuenta lo siguiente:

  • A: Edad: 1 punto si es mayor de 60 años

  • B: Presión arterial: 1 punto si la cifra sistólica (superior) es superior a 140 o la diastólica (inferior) es superior a 90

  • C: Características clínicas: 1 punto si el habla estaba afectada pero no tiene ninguna debilidad; 2 puntos si tiene debilidad, con o sin dificultades en el habla

  • D: Duración: 1 punto si la duración del AIT fue de entre 10 y 59 minutos; 2 puntos si ha sido de 60 minutos o más

  • D: Diabetes: 1 punto si tiene diabetes

Si tiene una puntuación de 6 o 7, hay un 8% de riesgo de sufrir un ictus en las 48 horas siguientes al AIT. Si tiene una puntuación de 4 o menos, el riesgo es del 1%. Es importante tener en cuenta que estos porcentajes no significan que vaya a sufrir un ictus. Indican su riesgo sin tratamiento.

La definición de AIT enfatiza que es un evento transitorio, o temporal. Por lo tanto, la recuperación del AIT se produce cuando los síntomas han desaparecido por completo. Si los síntomas no desaparecen, no se trata de un AIT, sino de un ictus.

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