Síntomas de la ciática
Los síntomas de la ciática pueden ser desde infrecuentes e irritantes hasta graves y debilitantes. Los síntomas dependen de la raíz nerviosa espinal específica que esté irritada y/o comprimida en el origen del nervio ciático. Pueden verse afectadas una o varias raíces nerviosas a la vez.
Mira el vídeo: ¿Qué es el nervio ciático y por qué duele tanto?
Los síntomas de la ciática se irradian desde la parte baja de la espalda hasta la nalga, el muslo y la pierna. Los síntomas más comunes son dolor, entumecimiento, hormigueo y/o debilidad. Ver: Vídeo de causas y síntomas de la ciática
Aunque algunos síntomas son específicos de las raíces nerviosas, otros son comunes y se dan en todos los tipos de ciática.
Síntomas comunes de la ciática
Por lo general, la ciática afecta a una sola pierna a la vez y los síntomas se irradian desde la parte baja de la espalda o la nalga hasta el muslo y la pierna. La ciática puede causar dolor en la parte delantera, trasera y/o lateral del muslo y la pierna. Algunos de los síntomas más comunes de la ciática son:
- Dolor. El dolor de ciática puede ser constante o intermitente. El dolor suele describirse como una sensación de ardor o un dolor agudo y punzante. El dolor suele ser más intenso en la pierna que en la espalda. El dolor en la pierna suele producirse más en la región de la pantorrilla por debajo de la rodilla en comparación con otras partes de la pierna.
Ver Tipos de dolor del nervio ciático
- Alteración de la sensación. Se puede sentir entumecimiento, hormigueo y/o una sensación de pinchazos en la parte posterior de la pierna.
- Debilidad. Puede sentirse debilidad en la pierna y el pie. Una sensación de pesadez en la pierna afectada puede dificultar el levantamiento del pie del suelo.
- El cambio de postura puede agravar o aliviar el dolor. Ciertas posturas pueden afectar al dolor de ciática:
- El dolor de ciática puede sentirse peor al estar sentado, al intentar ponerse de pie, al estar de pie durante mucho tiempo, al doblar la columna hacia delante, al torcer la columna y/o al toser.
- El dolor puede aumentar o permanecer constante al estar tumbado, provocando trastornos del sueño.1 Acostarse sobre la espalda con las rodillas ligeramente elevadas y apoyadas con una almohada, o acostarse de lado con una almohada entre las piernas, puede ayudar a aliviar el dolor en estos casos.
Ver: 3 Consejos para dormir con ciática Video
- El dolor puede aliviarse mientras se camina, aplicando una compresa de calor en la zona pélvica posterior o realizando ejercicios pélvicos.
Ver Ejercicios para aliviar el dolor de ciática
Puede haber otros síntomas de ciática que sean específicos de la raíz nerviosa afectada. El nervio ciático está formado por la combinación de 5 raíces nerviosas: L4, L5, S1, S2 y S3.
Ver Nervio Ciático y Ciática
Síntomas de ciática para cada raíz nerviosa
Los síntomas de ciática suelen aparecer cuando se ven afectadas las raíces nerviosas L4, L5 y/o S1.2 Los síntomas de ciática que surgen de cada una de estas raíces nerviosas se comentan a continuación3,4:
- La ciática de la raíz nerviosa L4 puede causar:
- Dolor, en la cadera, el muslo y las zonas internas (mediales) de la rodilla y la pantorrilla.
- Pérdida de sensibilidad en la parte interna de la pantorrilla.
- Debilidad en los músculos del muslo y de la cadera que ayudan a juntar las piernas.
- Pérdida del reflejo tendinoso en la rodilla (reducción del reflejo rotuliano).
- La ciática de la raíz nerviosa L5 puede causar:
- Dolor en la nalga y en la parte externa (lateral) del muslo y de la pierna.
- Pérdida de sensibilidad en la zona de la piel entre y sobre el dedo gordo y el segundo dedo del pie.
- Debilidad en los músculos de la nalga y de la pierna.
- Dificultad para mover el tobillo y para levantar el dedo gordo del pie hacia arriba.
Ver todo sobre L5-S1 (articulación lumbosacra)
- La ciática de la raíz nerviosa S1, también llamada ciática clásica, puede causar:
- Dolor en la nalga, la parte posterior de la pantorrilla y el lado del pie.
- Pérdida de sensibilidad en la parte exterior del pie, incluidos el tercer, cuarto y quinto dedos.
- Dificultad al levantar el talón del suelo o al caminar de puntillas.
- Debilidad en los músculos de los glúteos y del pie.
- Pérdida del reflejo tendinoso en el tobillo (reducción del reflejo de sacudida del tobillo).
El dolor ciático se produce sobre todo cuando las raíces nerviosas se irritan debido a una afección inflamatoria, como una hernia discal o un espasmo muscular pélvico. Si se comprime un nervio, los síntomas suelen ser graves y dan lugar a una marcada debilidad y pérdida de función en la pierna.5
Tipos de ciática
En función de la duración de los síntomas y de si están afectadas una o ambas piernas, la ciática puede ser de diferentes tipos:
- Ciática aguda. La ciática aguda es un dolor del nervio ciático de reciente aparición y de entre 4 y 8 semanas de duración. El dolor puede ser autocontrolado y no suele requerir tratamiento médico.1
Ver Primeros auxilios para la ciática
- Ciática crónica. La ciática crónica es un dolor persistente del nervio ciático que dura más de 8 semanas y que no suele remitir con el autocontrol. Dependiendo de la causa, la ciática crónica puede requerir tratamiento no quirúrgico o quirúrgico.1
- Ciática alternante. La ciática alternante es un dolor del nervio ciático que afecta a ambas piernas alternativamente. Este tipo de ciática es poco frecuente y puede ser el resultado de problemas degenerativos en la articulación sacroilíaca.6
Ver Disfunción de la articulación sacroilíaca (dolor de la articulación SI)
- Ciática bilateral. La ciática bilateral se produce en ambas piernas a la vez. Este tipo de ciática es poco frecuente y puede producirse debido a cambios degenerativos en las vértebras y/o el disco en varios niveles de la columna vertebral, o por afecciones graves como el síndrome de cauda equina.6
Informalmente, el término ciática de cartera puede utilizarse para describir el dolor ciático que se produce al sentarse sobre una cartera (o cualquier objeto en el bolsillo trasero de un pantalón).
El tratamiento de la ciática se centra en abordar la causa de los síntomas. Es importante consultar con un médico para obtener un diagnóstico correcto, para comprobar la posibilidad de un problema médico grave y para obtener un tratamiento eficaz.
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