Se ha demostrado que el ejercicio mejora la tiroides baja de Hashimoto | RedRiver Health
El ejercicio puede parecer una mala idea cuando se siente agotado, con dolor o fatigado por la tiroides baja de Hashimoto. El Hashimoto, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca y destruye la glándula tiroides, puede hacer que el ejercicio se sienta imposible a veces. Sin embargo, las investigaciones demuestran que la actividad física diaria mejora los resultados y ayuda a controlar los síntomas de las enfermedades autoinmunes como el Hashimoto, en comparación con la ausencia de ejercicio. Incluso el más mínimo esfuerzo es mejor que nada.
Guías de ejercicio para la tiroides baja de Hashimoto
El ejercicio tiene muchos beneficios, el más reconocible es que hace que la gente se sienta mejor. El ejercicio regular se relaciona con la reducción de la depresión y la mejora de la autoestima, cualidades que por sí solas pueden reducir la inflamación asociada a la tiroides baja de Hashimoto.
Ejercicio y autoinmunidad
La autoinmunidad es más una condición de desequilibrio inmunológico que una cuestión de qué tejido está siendo atacado. Considere estos estudios sobre el ejercicio y otras enfermedades autoinmunes:
- Se ha demostrado que la actividad física regular ayuda a los pacientes con lupus, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, enfermedad inflamatoria intestinal y otras afecciones a amortiguar los síntomas. Además, los pacientes sedentarios tienen una mayor incidencia de enfermedades autoinmunes.
- Tres meses de ejercicio aeróbico regular mejoraron los resultados en mujeres con lupus y no desencadenaron la inflamación.
- Los pacientes con artritis reumatoide tuvieron menos dolor y mejoraron la movilidad de las articulaciones.
- Los pacientes con esclerosis múltiple mostraron un mejor estado de ánimo y movilidad.
- Los pacientes con diabetes de tipo 1 mostraron menos neuropatía y pudieron reducir los medicamentos.
- Los pacientes con fibromialgia y otras afecciones crónicas tuvieron menos dolor.
Cómo hacer ejercicio cuando se tiene autoinmunidad
No tiene que voltear los neumáticos de un tractor o trepar por las cuerdas en un gimnasio de CrossFit para hacer su ejercicio regular. Si está lidiando con los síntomas y no está en forma, simplemente caminar alrededor de la cuadra puede ser un buen comienzo. Si padeces dolor crónico, hacer ejercicio en el agua o en una bicicleta estática reclinada puede ser lo más adecuado para ti. Si se siente bien y está a la altura físicamente, el entrenamiento diario a intervalos de alta intensidad (HIIT), que activa los mecanismos antiinflamatorios, puede potenciar sus entrenamientos y ayudar a controlar la tiroides baja de Hashimoto.
Es importante moverse con regularidad, pero también es importante evitar excederse. El sobreentrenamiento aumenta la inflamación, puede conducir a la intolerancia al ejercicio y puede exacerbar sus síntomas de Hashimoto.
Además, si tiene esos días en los que está postrado en la cama con un brote de síntomas y apenas puede funcionar, es comprensible que el ejercicio no sea apropiado en esos días. Utilice el sentido común y la autocompasión y vuelva a realizar más actividad cuando se sienta mejor.
Por qué el ejercicio es bueno para el hipotiroidismo de Hashimoto
El principal beneficio de la actividad física es que reduce la inflamación y estabiliza la función inmunitaria.
La actividad física activa las células T reguladoras, que son fundamentales para amortiguar la inflamación.
El ejercicio equilibra el sistema proinflamatorio Th1 y el sistema antiinflamatorio Th2 para que sea menos inflamatorio.
El ejercicio promueve la liberación de unas células inmunitarias llamadas IL-6, que amortiguan la inflamación.
Recuerde, no tiene que ser un atleta para disfrutar de los beneficios de la actividad física regular. Pregúntese qué cree que puede hacer razonablemente y empiece por ahí. Pregunte en mi consulta por más consejos sobre el uso de la actividad física para tratar la tiroides baja de Hashimoto.