Mediocre
La palabra mediocre se utiliza para definir a una persona que carece de valor para su entorno. Su etimología deriva del latín mediocris, cuyo significado es común, que se quedó a «media montaña». Una persona mediocre carece de inteligencia y no es interesante ni abundante; no posee méritos propios de los cuales sentirse orgulloso.
Aquel individuo que es mediocre no puede completar las actividades. Cuando se habla de mediocridad en un objeto se refiere a cuando no cumple con la calidad en relación a otros y no puede terminar las tareas para las que fue diseñado. Por ejemplo, una estufa mediocre puede no aspirar la basura.
El adjetivo mediocre se usa para referirse a los individuos que poseen habilidades o metas que no se encuentran dentro de las normas establecidas y que son ineficientes. Por ejemplo, una persona mediocre en su trabajo es aquella que no cumple bien sus obligaciones. Su mediocridad se debe más a la dedicación que le dedica a la tarea que a su capacidad intelectual. Es decir, no depende de un coeficiente si no de las habilidades del sujeto.
La mediocridad es una característica de una persona poco entusiasta.
Según la psicología, una persona mediocre es aquella que convive con sus propias conveniencias y no escucha las opiniones de otras personas. No es una persona emprendedora, por lo que no inicia nuevas tareas y se lo califica como alguien que carece de personalidad.
En relación a la religión, una persona mediocre no se sentiría identificada con los valores cristianos. La mediocridad va de la mano con la incapacidad de amar a los demás, algo que no concuerda con la cristiandad. El primer mandamiento recita que se amará a Dios por sobre todas las cosas, por lo que un individuo mediocre no podría ser religioso.
La mediocridad no se esfuerza por ser suficiente, no permite que la persona alcance su máximo esplendor. Algunas características de los mediocres son: habitan un ambiente cargado de negatividad y autodestrucción; no poseen una noción clara de lo que desean a futuro, por lo que viven en el aquí y ahora; y son amantes de las excusas para explicar los fracasos que viven.
El autor José Ingenieros, un médico italiano-argentino, escribió un libro llamado «El hombre mediocre». Aquí, compara el origen de un hombre mediocre con el de uno idealista, oponiendo sus características y sus formas de vida. Fue publicado en el año 1913 y es hasta el día de hoy que el autor sigue en vigencia.
¿Cómo salir de la mediocridad?
Las personas que están estancadas en una vida llena de mediocridad pueden encontrar la forma de salir. Primero deben identificar si su vida está plagada de mediocridad o no y a raíz de eso, contestar algunas preguntas que lo ayuden a salir de eso. Por ejemplo, qué cosas no permiten que consiga sus logros personales o qué hay que dejar de realizar en el ahora que crea negatividad en el autoestima.
Sinónimos de mediocre
regular, común, vulgar, insustancial
Antónimos de mediocre
magnífico, espectacular, excelente, superior
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