Significado

Melina junio 24, 2015 Ser Humano No Comments

La palabra templanza proviene etimológicamente del latín temperantia, que hace referencia a la moderación de la temperatura, por lo tanto hace una analogía a la moderación del carácter.

Algo templado en temperatura es aquello que no está ni muy frío ni muy caliente, o sea que está en equilibrio. Por el contrario, algo que está destemplado se encuentra sin arreglo o descompuesto. Este término nada tiene que ver con la palabra templo.

La templanza es una virtud cardinal del cristianismo que señala que hay que ser moderado con los placeres y utilizar de forma equilibrada los bienes que se poseen.

La templanza indica que debemos tener fuerza de voluntad para luchar con nuestros instintos y de este modo poder mantener al límite nuestros deseos. Las cuatro virtudes cardinales dentro de las cuales está la templanza son prudencia, justicia y fortaleza.

Una persona que es templada reaccionará de forma de forma tranquila ante una situación que para otras personas podría ser desesperante o estresante, como una discusión, vivirá racionalmente.

Por otro lado, alguien que es templado de carácter detiene el impulso de correr detrás de aquellos deseos que en el catolicismo serían llamados «pecados capitales», como la lujuria o la codicia.

Quien tiene el don de la templanza orienta sus apetitos sensibles siempre hacia el bien y le dará más importancia a la buena vida espiritual. La templanza evita que aparezcan los vicios y limita la existencia de los impulsos.

En el arte, específicamente en la pintura, se habla de templanza cuando existe una armonía y buena disposición entre los colores.

Movimiento por la templanza

Existe un movimiento social llamado «movimiento por la templanza» que se encuentra en Estados Unidos, Inglaterra, Nueva Zelanda, Irlanda, Australia y Canadá, el cual se muestra en contra del consumo del alcohol para erradicar el alcoholismo como enfermedad.

Fue a finales de siglo XVIII que apareció en ciudades como Nueva York en Estados Unidos. En el año 1826 fue que nació la Sociedad Norteamericana por la Templanza, ya que entonces los estadounidenses apreciaban mucho los preceptos religiosos en su capacidad para guiar a una sociedad.

Un tiempo más adelante en Estados Unidos ya había más de 8000 sedes en el país y un millón y medio de asociados. Para llevar a cabo sus objetivos tomaban acciones, tales como promover la abstinencia o apoyar leyes gubernamentales que siguieran la línea que proponían.

Lo que movilizaba a ese grupo eran los daños que provocaba el alcohol, no solo físicos y psicológicos a la persona que consume en exceso, sino también a personas que pueden sufrir algún accidente en manos de ellos, como por ejemplo, cuando alguien ebrio atropella a un peatón.

Por otro lado, los integrantes y fundadores del Movimiento por la Templanza encontraban una relación directa entre el alcoholismo y la violencia de género sufrida por la mujer.

Estuvieron en su gran momento cuando Estados Unidos sufrió la gran ley seca, aunque esto traía más problemas que la libertad de consumo.

La templanza en la religión

La templanza en este campo puede ser perfeccionada por el Espíritu Santo, por lo tanto el resultado sería fruto del mismo. En la biblia se habla de la templanza como aquello que nos hace vivir bien: esto significa vivir amando a Dios y obedeciéndole. Seguir el camino de los deseos implica pecar.

La religión cristiana afirma que aquellas energías que el ser humano le destina a la persecución y satisfacción de sus deseos puede terminar destruyéndolo, y que por medio de la templanza es donde encontraremos el camino de las necesidades reales, que son las que nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades y a mejorar nuestro bienestar.

(La templanza es estar en equilibrio)

Las necesidades que no son reales son las creadas por el ego, estas son interminables, ya que siempre que se obtenga lo que uno quiere, nada será suficiente y siempre existirá la codicia para tener más y más.

Este tipo de actitudes perjudican al ser humano porque no dejan ver lo que es realmente importante. Sucede cuando alguien es materialista, por ejemplo.

También se relaciona la templanza con el dios hindú Indra, el señor de la purificación.

Cirlot, en su Diccionario de símbolos, habla acerca de que el signo Acuario es el que mejor representa a la virtud de la templanza.

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