Neumonía atípica

Todos tosemos de vez en cuando. Puedes coger un resfriado, tener una alergia o simplemente sentir un cosquilleo por algo que te irrita la garganta. Pero si realmente tose y expulsa mucosidad amarilla o verde, y además tiene fiebre, escalofríos y dificultad para respirar, es posible que haya contraído una infección más grave, llamada neumonía. Y a veces los síntomas de la neumonía no son tan evidentes. La neumonía está causada por una infección en el pulmón. A veces, bacterias o virus de este tipo pueden entrar en los pulmones a través de la nariz o la boca y enfermar. Tienes más probabilidades de contraer neumonía si tienes un problema en el sistema inmunitario que dificulta la lucha contra las infecciones. También corres un mayor riesgo si tienes una enfermedad pulmonar como la EPOC o la fibrosis quística, si has tenido recientemente la gripe o si estás expuesto al humo del tabaco. Las personas que viven en residencias de ancianos también son más propensas a contraer neumonía. Con la neumonía, es posible que tosas con flemas verdosas o amarillas. También puede tener fiebre y escalofríos. La neumonía puede dificultar la respiración. Puede sentir que ha subido un tramo de escaleras corriendo cuando sólo estaba sentado. Su médico puede saber si tiene neumonía y no sólo un resfriado escuchando con un estetoscopio los sonidos crepitantes de su pecho. Es posible que necesite una radiografía de tórax o un análisis de sangre para saber con seguridad que tiene neumonía. Si la causa de la neumonía es una bacteria, el médico puede recetarle antibióticos, unos medicamentos que matan las bacterias. Sigue tomando el antibiótico hasta terminar toda la receta para no volver a infectarte. Para ayudar a aflojar toda esa mucosidad que obstruye tus pulmones, respira el vapor caliente de un humidificador y bebe mucha agua. Tómatelo con calma también. No intentes volver corriendo al trabajo y contagiar a los demás. Descansa hasta que te sientas mejor. Hagas lo que hagas, no fumes, sólo empeorará tu neumonía. Si la neumonía es realmente grave o tienes otro problema de salud serio, el médico puede recomendar que te traten en el hospital. Allí te administrarán antibióticos y líquidos por vía intravenosa. También es posible que te den oxígeno para ayudarte a respirar mejor. La mejor manera de tratar la neumonía es evitar que se produzca en primer lugar. Los adultos mayores, los niños y las personas con enfermedades graves como la diabetes, el asma, el cáncer y el enfisema deben hablar con su médico sobre la posibilidad de vacunarse contra la neumonía y las enfermedades que la provocan. Una vez tratada, la neumonía debería desaparecer en un par de semanas. Es posible que tu médico quiera revisarte los pulmones para asegurarse de que están limpios. A veces, la neumonía puede dar lugar a complicaciones pulmonares graves, así que llame a su médico de inmediato si sus problemas respiratorios empeoran, tiene dolor en el pecho o tose sangre.

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