Quiste de ganglio

Después de la operación

El cirujano suturará la herida y se colocará un vendaje sobre la zona.

Esto ayuda a mantenerla limpia, reduciendo el riesgo de infección, así como a mantenerla a salvo de cualquier golpe accidental.

La herida no suele ser dolorosa, pero le darán analgésicos para que los tome si siente alguna molestia después de la operación.

Si el quiste se ha extirpado de la muñeca o de la mano, es posible que tenga que llevar un cabestrillo durante los primeros días.

Esto ayuda a mantener el brazo a salvo de cualquier golpe accidental, y puede ayudar a reducir la hinchazón y las molestias. Mueva los dedos con regularidad para ayudar a mantener las articulaciones flexibles.

La cirugía para extirpar un quiste ganglionar deja una cicatriz, que en ocasiones puede ser gruesa y roja. En algunas personas, la piel que rodea la cicatriz permanece adormecida después de la operación.

Por lo general, después de la operación se producirán algunos hematomas en la zona, pero deberían desaparecer rápidamente.

También existe una pequeña posibilidad de que se produzca una rigidez, hinchazón o dolor temporal después. Esto puede deberse a una pequeña infección que puede tratarse con antibióticos.

El dolor o la rigidez duraderos pueden requerir un tratamiento adicional con fisioterapia.

El tiempo de baja laboral después de la cirugía para extirpar un quiste ganglionar depende en gran medida de su trabajo y de la zona en la que se encuentre el ganglio.

Si su trabajo implica labores manuales, es posible que tenga que tomarse un tiempo de baja.

Por lo general, podrá volver a conducir una vez que se sienta seguro.

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